Mirando los dos caminos frente a mi, vi mejor quedarme donde estaba, pero Gabriel y Rebecca me miraban contentos mientras Kaled intentaba acercarse a mí.
Me senté en el suelo y observé mis alternativas, la perspectiva de cada uno.
Pero llegaba a la misma conclusión, y al verlo sólo podía suspirar y querer salir corriendo.
- Entonces.. - dije y centraron su atención en mi de nuevo. - Estoy muerta.Kaled bajó la mirada mientras Gabriel y Rebecca se sentaban igual que yo en el suelo y asentían.
- No logré protegerte... - susurró Kaled y yo acerqué mi mano a su camino pero la regresé a mi regazo.
- De hecho moriste por vender tu alma a un demonio - habló Rebecca.
Frunci en ceño.
- Al invocarlo y estar al borde de la muerte el te llevo con él. - dijo Gabriel mirando de reojo a Kaled.
Eso era imposible, Kaled no haría eso verdad?
Yo aún tengo a mí familia ahí, y no sería capaz. Pero al mirarlo sólo vi como la verdad se revelaba.
- ¿Por qué..? - le pregunté pero el sólo se sostuvo la cabeza con las manos y maldijo varias veces. Volví a mirar a Rebecca y Gabriel. - Si vendí mi alma ¿Cómo puedo elegir entre la luz y oscuridad?
Gabriel sonrió.
- Buena pregunta. - dijo Rebecca. - Lo puedes hacer gracias al trato de un principio.
Volví a sentirme confundida.
No hay trato, nunca hicimos trato.- Oh.. ¿no te lo dijo? - dijo Rebecca viendo a Kaled. - No me extraña viniendo de él...
Y aquí estamos, Kaled me mentía todo el tiempo, me ocultaba cosas y vienen mis amigos a sacarme esa venda.
- ¡Alala! - gritó Kaled y le miré sorprendida.
Entendido.
Alala tomó posesión de mi cuerpo y me obligó a correr hacia el camino de la oscuridad.
- ¿Pero que haces? - gritó Rebecca. - ¡Estás jugando sucio Demonio!
Al cruzar la línea para elegir a Kaled me detienen, giro para ver a Gabriel con unas grandes y hermosas alas blancas. Su tacto me quemaba por lo que me soltó.
Alala es mi decisión, no te metas.- Lo lamento, pero no puedo hacer lo que me dices Eleanor. - dijo para volver a retomar camino hacía Kaled.
Gabriel tomó mi brazo de nuevo y en un sólo movimiento volví a sentir mi cuerpo, lo miré y me sonrió para volver junto Rebecca.
- Punto para los ángeles! - celebró Rebecca.
No escuché su voz ni sentí que estaba ahí por lo que me atrevo a preguntar.
- ¿Qué le sucedió? - pregunté.
Gabriel me miró serio para dirigir la mirada hacía el camino oscuro, al hacerlo me veo a mi en el suelo.
- Está decisión es tuya, de nadie más. - miró serio a Kaled y puedo jurar que él está nervioso.
Al ver que Kaled ayuda a mi otro yo entiendo que es Alala, y ella sólo corre a la línea que nos separa para rogar que vaya con ella.
- ¡Por qué tanta insistencia! - lloró al momento en que veo que no puedo elegir a nadie. - Kaled me oculta cosas, y está en mi oscuridad. Mientras mis amigos y familia siempre han estado para mi... y están en mi luz.
- Eleanor... - dicen al unísono Alala junto con Gabriel.
Vuelvo a sentarme en el suelo para poner mis manos en mis oídos.
- Eleanor ven conmigo! - oigo a Kaled rogarme.
- ¡No lo hará mentiroso! - esa fue Rebecca.
- ¡Dejenla en paz! - pidió Gabriel.
- ¡Deberías dejarla en paz tu! - gritó Alala.
Y más gritos iguales, mi cabeza no podía con el dolor y mi corazón rogaba un poco de descanso a tantas impresiones y sorpresas.
Quería alejarme de ellos y pensar por mi cuenta, quería elegir sola.
Ya no creo poder elegir a Kaled con tanta facilidad que antes.- ¡Cuéntale sobre su madre! - gritó Rebecca y ahí fue cuándo los miré.
Todos se quedaron en silencio al momento en que estaba frente a Kaled mirándolo serio.
- Si voy a decidir necesito saber toda la verdad. - le dije haciéndolo ver que si no me decía me iría por el otro camino.
Kaled intento tocarme pero no pudo.
- Eleanor yo.. - no tolere que se hiciera la víctima.
- ¡Cuéntame Abaddon! - le grité y él al escuchar su nombre bajo la mirada para asentir.
- Tú madre... hizo un trato... - lo escuchaba atenta. - Tu madre al estar embarazada de ti se enteró que... no podía tenerte ni tener hijos. - no entendía. - Por lo que tu no debiste nacer.
Abrí mis ojos en grande y me falto el aire... mi madre...
- Ella hizo un trato, tu vida por su alma. Pero no se aceptó eso, y tu madre desesperada pidió lo que sea.. - se detuvo y Rebecca habló.
- Tu madre renunció a Dios en el momento que vio que morías poco a poco... - Gabriel asintió.
Lloré y lloré al ver cómo mi madre deseaba tanto un hijo que... hizo esto. ¡Qué madre desesperada no iría al cielo o infierno por salvar a su bebé!
- ¿Cuál fue el trato? - pregunté y Kaled se hecho abajo y se mantuvo callado. - Abaddon, dime cuál fue el trato.
Todos en silencio.
- El trato fue..
Ya veía venir lo peor...
- Te salvaría pero...
No quería oírlo, pero necesitaba la verdad.
- La hija del Demonio mayor que hizo trato con ella...
Lo sabía...
- Se harían una...
Abrí los ojos en grande.
- Eso significa que... - me alejé y cayendo al suelo negué repetidamente.
Kaled asintió.
- Sus almas se hicieron una. - dijo Gabriel.
- Por lo que también eres un demonio. - finalizó Kaled.
N/A.
Después de un tiempo volví :3
Corto pero lleno de respuestas.
Los quiero
Nos vemos
Besitos
R&O
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Demonio
FantasyLo peor que te puede pasar es que un demonio se enamore de ti... Nunca te dejará en paz... Y Eleanor sabe como se siente eso.