A sus 17...
Su aspecto había cambiado bastante, la niñita de ojos inocentes que cuidaba se convertía en una mujer. Y con más razón debí cuidarla.
- ¡¿QUE CREES QUE HACES?! - me gritó mi jefe y yo sólo miré abajo con mi orgullo en alto. - ¿Por qué los matas? - me preguntó.
Ellos tienen intenciones malas con ella.
- Son ángeles... - le expliqué y él se quedó callado. - Debo deshacerme de ellos.
Él asintió mientras pensaba algo al respecto.
- La estás exponiendo. - su mirada severa se clavo en mí.
Bajé la cabeza y tragandome mi orgullo respondí.
- Mis disculpas por tal atroz comportamiento. - escuché como resoplando cerró una puerta.
Los únicos momentos de paz que tenia, eran con Eleanor. No hacia mucho en su día, pero me gustaba caminar junto con ella a su colegio o a su casa.
Esa era su rutina.
Ir al colegio, ser tachada como la niña maldita, y no poder hacer nada. Llegar a casa y desear no sentirse observada.
- ¡Detente! - gritó hundiendo su rostro en la almohada.
- No puedo hacerlo... - contesté aún consciente de que no me escucha.
- Por.. favor... déjame en paz, vete, desaparece... - rogaba.
Intenté tocar su cabeza para consolarla, pero terminé bajando mi mano y esperando el momento.
- Falta poco... espera..Ella levantó la cabeza de la almohada para girar asustada a mi dirección.
- ¿Qué quieres? ¿Mi alma verdad? - preguntó y convencida asintió.
Negué y suspire para alejarme.
- ¡Deja de matar a las personas que me importan! - gritó y su madre Gia entró a la habitación.
- Cariño ¿Que pasa? - preguntó y Eleanor se abalanzó sobre ella llorando.
Gia levantó la mirada y me vio recargado en la pared de la habitación de su hija.
- ¿Otra vez esa cosa no te deja en paz? - Eleanor asintió.
Desvié la mirada de lo que sucedía para no sentirme ofendido por el "cosa".
- ¿P-por qué yo?
Miré a Gia divertido y ella me miró mal, es obvio que no era momento de bromear.
Movió sus labios articulando un "Ayúdame".
Me encogí de hombros para salir de la habitación e ir a la de Gia.
- ¡Ya no está! - se escuchó la alegre voz de Eleanor y quise gritar un "Aún estoy aquí" pero me contuve de hacer alguna tontería.
Al entrar Gia vi como cerraba la puerta lentamente detrás de ella.
- Quisiera que... hagas algo por mí... - dijo y la miré curioso.
- Tienes toda mi atención.
.......
Eleanor con 2 años me seguía a todos lados y de hecho no me molestaba.
- ¡Ab! - me llamaba y yo giraba molesto ya que Gia me llamaba así de vez en cuándo y me molestaba.
Me puse a su altura y tomándola por los hombros negué.
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Demonio
FantastikLo peor que te puede pasar es que un demonio se enamore de ti... Nunca te dejará en paz... Y Eleanor sabe como se siente eso.