27.- ¿Por qué tiene que ser así?

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A sus 17...

Su aspecto había cambiado bastante, la niñita de ojos inocentes que cuidaba se convertía en una mujer. Y con más razón debí cuidarla.

- ¡¿QUE CREES QUE HACES?! - me gritó mi jefe y yo sólo miré abajo con mi orgullo en alto. - ¿Por qué los matas? - me preguntó.

Ellos tienen intenciones malas con ella.

- Son ángeles... - le expliqué y él se quedó callado. - Debo deshacerme de ellos.

Él asintió mientras pensaba algo al respecto.

- La estás exponiendo. - su mirada severa se clavo en mí.

Bajé la cabeza y tragandome mi orgullo respondí.

- Mis disculpas por tal atroz comportamiento. - escuché como resoplando cerró una puerta.

Los únicos momentos de paz que tenia, eran con Eleanor. No hacia mucho en su día, pero me gustaba caminar junto con ella a su colegio o a su casa.

Esa era su rutina.

Ir al colegio, ser tachada como la niña maldita, y no poder hacer nada. Llegar a casa y desear no sentirse observada.

- ¡Detente! - gritó hundiendo su rostro en la almohada.

- No puedo hacerlo... - contesté aún consciente de que no me escucha.

- Por.. favor... déjame en paz, vete, desaparece... - rogaba.

Intenté tocar su cabeza para consolarla, pero terminé bajando mi mano y esperando el momento.
- Falta poco... espera..

Ella levantó la cabeza de la almohada para girar asustada a mi dirección.

- ¿Qué quieres? ¿Mi alma verdad? - preguntó y convencida asintió.

Negué y suspire para alejarme.

- ¡Deja de matar a las personas que me importan! - gritó y su madre Gia entró a la habitación.

- Cariño ¿Que pasa? - preguntó y Eleanor se abalanzó sobre ella llorando.

Gia levantó la mirada y me vio recargado en la pared de la habitación de su hija.

- ¿Otra vez esa cosa no te deja en paz? - Eleanor asintió.

Desvié la mirada de lo que sucedía para no sentirme ofendido por el "cosa".

- ¿P-por qué yo?

Miré a Gia divertido y ella me miró mal, es obvio que no era momento de bromear.

Movió sus labios articulando un "Ayúdame".

Me encogí de hombros para salir de la habitación e ir a la de Gia.

- ¡Ya no está! - se escuchó la alegre voz de Eleanor y quise gritar un "Aún estoy aquí" pero me contuve de hacer alguna tontería.

Al entrar Gia vi como cerraba la puerta lentamente detrás de ella.

- Quisiera que... hagas algo por mí... - dijo y la miré curioso.

- Tienes toda mi atención.

.......

Eleanor con 2 años me seguía a todos lados y de hecho no me molestaba.

- ¡Ab! - me llamaba y yo giraba molesto ya que Gia me llamaba así de vez en cuándo y me molestaba.

Me puse a su altura y tomándola por los hombros negué.

DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora