Demonio

37.- Tentación.

Jaxon's POV

Busque debajo de la cama, en el baño y todos los lugares posibles dentro de la habitación.

Adriano me miraba asustado, tenía ganas de sacudirlo y decirle que haga algo. Corri buscando a alguna enfermera o doctor que nos ayude, pero parecían no estar por ningún lado.

Pasé por una habitación llena de gente, no lo pensé dos veces y entre de inmediato.

- ¿Qué ocurre..? - la pregunta quedó en el aire al verla ahí, en los brazos de una señora mayor.

Ella estaba acostada junto a ella y le hablaba atropelladamente mientras lloraba desconsolada. Me acerqué a ellos y la señora me miró.

- Es tu.. ¡Oh disculpa! - dijo tomando mi mano entre las suyas. - Ella puede conectar con ellos, con mis hijos... - sacudía mi mano.

Recordé que ella no tiene un alma, es un cuerpo amarrado a un alma que aún no vuelve por lo que se aprovechan de eso...

- Ella está en coma. - le dije y ella me miró triste.

- De seguro despertará.- me dio ánimos y soltó mi mano para hablar con su hijo de que dejará el cuerpo de Eleanor.

Ella me miró, unos ojos blancos sin brillo esperaban alguna reacción de mi parte.

- No somos los únicos, hay una larga fila de personas que queremos ver por última vez a nuestros seres queridos. - dijo acercándose a mí y rogandome que les permitiera hacerlo. - No tenemos mucho tiempo aquí y pronto nos iremos.

Iba a protestar de que eso no podía ser posible, pero llegó Adriano.

- A ella no la pueden usar como fuente todos ustedes, romperían su fina conexión con su alma. - le dijo a la vez que entraba a la habitación. - Pero yo los puedo ayudar. - susurró y el alma asintió.

Se despidió de su madre y caminó con nosotros a la habitación. Adriano cerró la puerta y se sentó en el sofá, ya suponía lo que iba hacer.

Eleanor cayó de nuevo en cama y le administre las máquinas en el cuerpo rápidamente. Me senté en el sofá junto Adriano protegiendo su cuerpo de cualquier cosa que intentará aprovecharse de él.

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Pasaron las semanas y se volvía una rutina ver como volvía cansado a comer y beber algo, iba a casa pero volvía volando a sentarse y seguir en lo que estaba.

Cada vez más pálido y cansado, se fue cayendo del sofá al regresar hoy en la tarde.

- ¿Estás bi..? - me interrumpió.

- Estoy bien, sólo necesito comer algo y descansar. - dijo volviendo a dejarme con la palabra en la boca

No podía sentarme a ver como Adriano poco a poco estaba más débil, no se mantenía en pie y perdía color cada vez que volvía. Se supone que no debería importarme ya que mi preocupación aquí es Eleanor, pero ya no quería estar fuera de todo.

Al volver me agarró del brazo débilmente.

-Una Cubeta… - dijo entre jadeos.

Corrí a tomar la cubeta que dejan a un lado de las cosas de limpieza, al dárselo vomito dentro de este. Le miré asustado ¿Qué sucedió?

-Lo siento… - lo interrumpí.

-No, lo siento yo pero ya no puedo esperar a que vuelvas muriendo y que no pueda hacer nada. – dije poniendo mi mano en su hombro. – Iré contigo.

Al decirlo el se echó para atrás espabilado, por suerte agarré la cubeta antes de que cayera todo su contenido en mi. Al preguntar que pasa él negaba.