~Epílogo~

538 27 5
                                    

Kaled's POV

Caminaba al café que usualmente estaba visitando, me parecía un café tan amargo que era perfecto para mi mal genio. Los últimos días en el trabajo habían sido tan pesados que estaba considerando renunciar (otra vez), para mi bienestar mental. No podía soportar la cantidad de solicitudes y citas a las que tenía que asistir, o incluso mi agenda pasaba llena.
Había conseguido el puesto de director en una empresa en la que sencillamente usé mis influencias, pero ya me había cansado, estaba pasando de trabajo a trabajo. Me sentía Barbie haciendo todo lo que se puede hacer en el mundo mortal.

Mis dedos dejaron de teclear en el ordenador para suavemente deslizarse a un lado, había recordado algo que no quería recordar. Hoy se cumplen 45 años, ha pasado bastante tiempo desde aquel fatídico día. Sigo siendo presa de la culpa...

- Disculpe. - dijo la mesera recogiendo mis platos vacíos, agradecí con una pequeña sonrisa, logró sacarme de mis pensamientos.

Espabile y seguí tecleando, necesitaba tener el informe para mañana, es todo un rollo los contratos y la documentación, todo fuera más sencillo si Eryx me ayudara, pero decidió mantenerse al margen de lo que hacía.

Hace unos 20 años había logrado establecerme en el mundo mortal, ya que según Alala, sintió que Eleanor había renacido. La he estado buscando por todo este tiempo, en todas partes del mundo, pero no he tenido éxito. No me rindo, porque sé que está por allí esperando dentro de sus recuerdos bloqueados, que pueda encontrarla.

Tengo tantas cosas que decirle.

Adriano y Jaxon se casaron, fue algo sencillo y de imprevisto, pero al parecer lo hicieron así porque el trabajo de Adriano lo mantenía ocupado, ser un Ángel guardián no es sencillo, pero Jaxon se lo toma de la mejor manera, ya que como demonio, no hace mucho en realidad.

Alala decidió quedarse a gobernar en lugar de Asmodeo, ya que desde un inicio, ese era su lugar, pero no se quedó sola, para su suerte, un Ángel bastante molesto llamado Gabriel decidió acompañarla el tiempo que sea necesario, aunque Eryx también anda pisando mucho el inframundo. Si lo pensamos bien, está pasando algo entre esos tres.

Hace 15 años falleció la madre de Eleanor, siendo capaz de ser feliz otra vez con su marido, aunque sufrió toda su vida la pérdida de su hija. Me reconforta saber que al menos pudo vivir como quiso antes de pasar al otro lado de la mano con Adriano (el privilegio de conocer ángeles y demonios).

No tengo información sobre los demás, ya que perdí el contacto con todos cuando vine a vivir una vida mortal. Es ciertamente encantador, pero también aburrido, es tan monótono.

Cerré el ordenador, guardé todo en el bolso y salí por la puerta que tocó una campanita, ese sonido me había estado acompañando las últimas tardes que visitaba la cafetería. Caminé hacia el auto mientras iba pensando en lo que tendría que darle al secretario que me ayudaba para que vaya organizando por mi.

- Es increíble, es como si tuvieras poderes Abril. - una chica pasó junto a mi. - Ya quisiera yo poder... - chocó conmigo al dar vueltas, debí alejarme un poco, pero es su culpa.

- Wendy, ten cuidado. - dijo la otra chica que venía con ella, pero solo escuchaba sus voces. - Disculpe, se le cayó esto por culpa de mi amiga. - volteo a recoger las hojas que no me había percatado que cayeron y veo el rostro de la chica.

Apenas sonreía, estaba siendo amable con un desconocido, pero esas facciones las reconocía. Era ella. La misma persona que estuve buscando por años.

- Gracias.

Ella asintió para seguir caminando, pero por instinto la agarro del brazo.

- ¿Abril, estás bien? - llegó la amiga a su lado y miro molesta que la tenía agarrada.

DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora