ADVERTENCIA: La narración es en tercera persona.
Un conejo, dos conejos, tres conejos y sigue contando.
Inuyasha la miraba con los brazos cruzados, en menos de dos minutos la atrapó y regreso al parque, diciéndole que fue muy mal educada por dejarlo allí sin avisarle.
-Lo siento. —Junto sus dos manos y suplico por su vida. —No volverá a suceder, señor.
-¿Señor? Disculpa, pero no soy taaan mayor. —Aclaró de inmediato el chico. Estaba ofendido por las palabras de la chica pero, con tan sólo ver su rostro lleno de pánico y sus ojos llorosos, lo dejo pasar y sólo sonrió, tratando de quitar el ambiente incómodo. — Pero tú me puedes decir señor.
Kagome no entendía el humor del líder, tal vez es bipolar y no lo podía controlar. Asentó con la cabeza, aún estaba asustada de Taisho, no lo quería volver a hacer enojar.
Los dos se quedaron callados, no tenían temas de conversación, incluso la noche ya se hacía presente y la chica ya deseaba estar en su casa, en su cama y dormir tranquilamente. Aunque Inuyasha pensaba diferente, quería seguir hablando con la rara chica y saber más sobre ella, y las raras palabras que salían de su boca. Aún no entendía lo de conejo y pepino.
-Y-Ya es tarde. — La chica miro sus zapatos. —Debo...Debo irme.
Eso lo advirtió.
-¿Eh? ¿Tan pronto?
Oh dios. Ya quería correr.
-Sí.
El peli plateado se levantó de inmediato. — Te acompaño, ya es tarde para que estés sola y más con la gente de Bankotsu alrededor.
El pánico invadió el pequeño cuerpo de la chica, ¿acaso ahora estaba en medio de esa conejita guerra? Dios y sólo se durmió un día. Desde ahora promete no volver dormir en la escuela y aferrarse a su amiga para no quedarse sola.
Inuyasha alzó una ceja confundido, desde hace un rato que su nueva amiga se quedó viendo al cielo y soltando la palabra "conejo", "pepino", "malita" y esas cosas raras que sólo ella entendía.
Le parecía adorable, incluso la nombro como su nueva amiga y nadie podría tocarla, ni siquiera Bankotsu y sus idiotas.
Ah, hace tiempo que no tenía amiga y menos una que es tan interesante. Miro de nuevo a Kagome y sonrió, será tan divertido ir a la escuela desde ahora.
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promise of the wind
ФанфикLa escuela es tu segunda casa. lo sabes, tu mamá lo sabe y el mundo entero lo sabe. Sin embargo, también es tu campo de guerra y donde sufres la mayoria de tus cicatrices...¡No es tan malo! Siempre tendras la opción de quedarte en una esquina y obse...