Sango me miro con atención, por su mueca en el rostro sabía que estaba formando teorías en su cabeza. Quería decirle que sólo era una casualidad que me encontrara a Inuyasha, y por supuesto, que curarlo no significaba que ahora somos cercanos. Sólo cumplí como buena persona.
-No lo sé, Rick, parece falso. —Recargo si barbilla en la palma de su mano. —Es increíble que compartieron una aventura.
-¡¿Aventura?!—Negué con la cabeza. —No, compartimos una pesadilla.
Mi mejor amiga empezó a reír, me dio la razón. Inclino un poco su cabeza y miro a la puerta, sus ojos se abrieron por la sorpresa y se levantó del asiento. Confundida, voltee a la puerta y como si hubiera sido picada en mi costado, di un salto y me levante.
-¡¿Ah?!—Señale al chico que se encontraba recargado en el marco de la puerta. Inuyasha sonrió y camino lento hacia nosotras. —Y-Yo.
-Hola, conejita.
Sí, quería desaparecer.
Mis compañeros se apresuraron a apartarse para que Taisho llegara lo más rápido a mí. Caminaba con una sonrisa burlona en sus labios, en cuanto estuvimos a centímetros, se detuvo y alzo la mano.
-Hola. —Volvió a decir. Sango se sentó y nos miró. —Venía a agradecerte lo de ayer. —Todos soltaron exclamaciones de sorpresa. —Y también. —Se acercó lo suficiente para susurrarme. —Invitarte a comer.
Se alejó y yo sentía mi rostro arder.
-Y-Yo...No. —Mire a mi mejor amiga, ella comía papas que no tengo ni idea cuando las saco, y cuando noto mi suplica silenciosa, se levantó y rodeo mis hombros con sus brazos.
-¿Qué le dijiste a la pobre niña?—Alzo las cejas y me acerco más a ella. —No puedo creer que te rebajes a molestar a alguien tan inocente.
-¿Molestar?—Inuyasha arrugo su ceño. —No, no quiero molestarla.
-¿Entonces?—Presiono sango.
-La invite a comer, ¿soy un bastardo por eso?—Sonrió. —Qué mala, Sango.
Los dos se miraron por unos segundos. Cada uno de los presentes esperó la respuesta de la castaña.
Mi amiga suspiro. —Bien, pero yo estaré con ella.
-Miroku se alegrara tanto. —Dio media vuelta y camino de nuevo a la puerta del salón. Se detuvo y miro sobre su hombro. —En la mesa de siempre.
En cuanto salió, las personas empezaron a acercarse para que paso y por qué me trato con tan familiaridad.
-¡No soy su amiga!—Me cubrí mi rostro y me senté.
Estoy segura que esto apenas está empezando.
Conejo.
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promise of the wind
FanfictionLa escuela es tu segunda casa. lo sabes, tu mamá lo sabe y el mundo entero lo sabe. Sin embargo, también es tu campo de guerra y donde sufres la mayoria de tus cicatrices...¡No es tan malo! Siempre tendras la opción de quedarte en una esquina y obse...