La escuela es tu segunda casa. lo sabes, tu mamá lo sabe y el mundo entero lo sabe. Sin embargo, también es tu campo de guerra y donde sufres la mayoria de tus cicatrices...¡No es tan malo! Siempre tendras la opción de quedarte en una esquina y obse...
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Narrado en tercera persona.
-¡Quieto, mocoso!—Sesshomaru trato de atrapar a su hermano menor, quien levanto su mano para saludarlo mientras que masticaba lo último del pan que se robó hace unos momentos. —Hijo de tu... ¡Ah!
Inuyasha sonrió, dio media vuelta y corrió para alcanzar el autobús que lo dejaría en la escuela Shikon, se encontraba impaciente por llegar y encontrarse con su novia. Realmente se siente bien con ella, la conoce desde niños junto con su amiga Sango y desde hace tiempo sabían que esto iba a suceder. Fue inevitable no enamorarse de ella, bueno, cree que se encontraba enamorado de la chica.
Al llegar a la escuela, corrió al salón de su novia, quien lo esperaba con una sonrisa y un pedazo de chocolate que le guardo. Inuyasha beso cortamente en los labios a Kikyo y le agradeció el pequeño regalo. Los dos hablaron sobre temas cotidianos, tratando de estar cómodos entre ellos y sentir que realmente debían estar en una relación romántica.
-Cierto, tu hermano me mandó un mensaje — Kikyo busco en su bolsillo trasero y saco su celular, le mostro la pantalla de este, donde se puede apreciar un mensaje de Sesshomaru. —Me ha dicho que Bankotsu está molestando de nuevo, ¿iras?
Inuyasha asintió alegre, le gusta mucho pelear alado de su hermano y sentir que se están apoyando mutuamente, no puede imaginar estar separado de él y no apoyarlo. Leda un beso rápido en la mejilla a su novia y corre a la salida para ir al patio, sus pies parecen ligeros, su sonrisa es tan grande que sus mejillas duelen, sin embargo, corre hacia su hermano.
-¡Sesshomaru!—Alza sus dos manos y salude energéticamente a su hermano, quien estaba con su amigo Naraku. —Llegue.
-Oh, llamaste a Inuyasha. —Naraku bufó y se dio la vuelta para no mirarme. —Es muy joven para esto.
-¿De qué hablas?—Sesshomaru le dio un golpe en el hombro. —Es perfecto para esto, él será m sucesor.
Los dos lo miramos, pero a diferencia del menor, que sonría, el de cabello negro hizo una mueca y se alejó de ellos. Su hermano le restó importancia, lo despeino con su mano y sonrió. Ese fue el mejor día para el chico de caballera plateada, ser reconocido por su hermano.
¿Qué puede salir mal?
Bankotsu llego con unos chicos, los hermanos se giraron y se miraron cómplices. Cada uno empezó a correr para enfrentar al otro bando, pero por ninguna circunstancia, incluso si recibían un golpe que los hiciera caer, dejaron de sonreír. Era la etapa de su dulce juventud.
Kikyo rodo los ojos al observar a su novio pelear con Bankotsu, pensaba que era ridículo todo eso de las bandas pero o quería alejarse de Inuyasha, lo quería mucho y puedo soportar todo eso aunque no le agrade. Se sentó en una banca cerca de un árbol que le brindaba sombra y siguió observando con una sonrisa, bueno, no le gustaban esas cosas pero quiere al chico y se notaba tan contento que ella también se contagió. Esperaba que esos días no desaparecieran.
-¿Me puedo sentar?—El amigo de Sesshomaru sonrió al notar a la chica pálida sentada. —Pareces aburrida aquí.
-Claro, Naraku. —Se recorrió poco para que pudiera acompañarla. —Tal vez, pero me gusta ver esa sonrisa en el rostro de Inuyasha.
-¡Mierda, Bankotsu!—Inuyasha grito. —Eres un hijo de puta, no se vale en la cara.
-¡Cállate, perro!—El moreno retrocedió unos pasos.
Kikyo arrugo su nariz, odia cuando se expresan de esas maneras pero es imposible que dejen ese vocabulario tan horrible. Siempre dirán groserías, nadie lo podrá cambiar.
-Uhmm. —Naraku la devolvió a la realidad. —Inuyasha aún es muy inmaduro, ¿no lo crees?
-¿Eh?
-Sí, inmaduro, explosivo y un poco idiota. Pobre de ti. —Fingió una mueca de lástima, aunque realmente quería sonreír.
Kikyo bajo la mirada, ella no sentía de esa manera a Inuyasha, no...Bueno, ahora lo duda. Naraku sonrió a notar el rostro de la chica, vaya, es muy fácil de manipular.
Sí, aquel día fue el más feliz de Inuyasha, pero también ese mismo instante las dudas de Kikyo surgieron y el plan de Naraku dio marcha para lástimas al menor de los Taisho...
Y ese mismo día, Kagome pasaba a su último año de secundaria antes de ingresar a la escuela de Shikon.
