promise of the wind

𝙿𝚛𝚒𝚖𝚎𝚛 𝚋𝚎𝚜𝚘 + 𝙿𝚛𝚘𝚋𝚕𝚎𝚖𝚊𝚜.

Inuyasha me abrazo y beso mi mejilla, por instinto sonreí y le devolví el beso, aunque estaba tan contenta, que olvide que nos encontramos enfrente de la puerta de la escuela.

Nunca pensé que caería por Inuyasha Taisho, menos que el primer beso que nos diéramos fuera en esta situación pero por pepino, no me arrepiento.

-Conejita. —Susurro y me dio otro beso, pero ahora en mi nariz. — Deberíamos irnos antes de que nos descubran.

Asentí con la cabeza, aunque no entendía muy bien a lo que se refería y sonreí cuando entrelazo nuestros dedos y caminamos juntos de nuevo a la escuela.

Por primera vez, comencé a aceptar que los ojos curiosos nos vieran y juzgaran. No sentía esa necesidad de negar mi relación con Taisho.

-¡Conejita!—Los dos nos detuvimos y volteamos a nuestro costado. Koga venía con una sonrisa y atrás de él, se encontraba Kikyo con una mueca.

Mi primer instinto fue separarme de Inuyasha y huir lejos, no quería enfrentar la furia de aquella chica loca. Trate de separar mi mano de la suya, pero el chico fue más rápido y reforzó su agarre.

Cuando Kikyo y Koga estuvieron a centímetros de nosotros, Inuyasha alzo nuestras manos y dijo.

-Estamos saliendo oficialmente. —Miro directamente al moreno. —Deja de decirle conejita y. —Volteo a ver a Kikyo, quien estaba tratando de hablar. —No te metas.

-Oh, claro. — El chico sonrió. —No lo sabía, lo siento.

Me alegra saber que Koga no es tan idiota.

-¡¿Estás loco?! —La chica pálida nos señaló. — ¡Ella no puede ser mi reemplazo!

Inuyasha frunció su ceño. — ¿Tu reemplazo? No, ella no es eso.

-¿Entonces?—Se cruzó de brazos.

-Ella es mejor. —Sonrió. — Mucho mejor.

Trague saliva, claro que estaba asustada por lo que sucedería, pero Kikyo no dijo otra cosa y sólo se alejó de nosotros. Koga suspiro y volvió a sonreír.

-Vaya, eso fue intenso. Bueno, me iré con Sango. —Alzo su mano y la movió de un lado a otro. —Nos vemos después.

Inuyasha lo despidió, lucia más tranquilo y feliz. Se dio cuenta que Koga sólo es un amigo.

-Me cae bien.

-Pensé que lo odiabas. —Reí al notar el rubor en sus mejillas.

-Uhm. —Tosió y miro a un lado. —Sólo no me gustaba que te dijera conejita. Sip, sólo era eso.

Comencé a reír y apoyar mi cabeza en su hombro. Esta es una faceta que me esta gustando mucho de Taisho.

Él también empezó a sonreír y caminar lento, disfrutando nuestro momento, acariciando en vez en cuando mi cabello y decir algunas cosas que habían pasado con Bankotsu. Sí, todo era perfecto.

-¡Deja a Taisho!

El grito llego a mi tan rápido como el agua estrellándose en mi rostro.

-Oh, carajo. —Inuyasha me cubrió con su cuerpo y a limpiar el agua que resbalaba por mi cara. — ¡Miroku, atrapa a esa mocosa!

No me di cuenta cuando Miroku llego a nosotros, pero sólo observe cuando corrió a la dirección donde huyo la persona.

-Conejo. —Susurre.