La escuela es tu segunda casa. lo sabes, tu mamá lo sabe y el mundo entero lo sabe. Sin embargo, también es tu campo de guerra y donde sufres la mayoria de tus cicatrices...¡No es tan malo! Siempre tendras la opción de quedarte en una esquina y obse...
Uno, dos, tres... Cuatro golpes en el rostro. Su labio sangraba igual que su ceja derecha. No sabía que hacer o a donde dirigirme para pedir ayuda, sólo me quedaba observar. Inuyasha sonría aun estando herido.
-¿Es todo lo que tiene el gran Jakotsu?— Escupió a un costado y se limpió la sangre que bajaba por su barbilla. — Creí que esto sería más divertido. Eres la mano derecho de Bankotsu, que decepción.
El chico se enfadó y le dio un golpe justo en su estómago, Inuyasha cayó de rodillas, sus manos fueron en el punto donde fue dañado. Jakotsu levanto sus manos y agarro con fuerza el cabello de Taisho, él dio un pequeño gruñido y miro a su enemigo. La mano derecha de Bankotsu sonrió complacido.
-El gran Taisho a mi merced. — Sonrió. —Bankotsu estará muy alegre.
No quería que Inuyasha fuera derrotado por basuras como ellos, no lo podía permitir.
Mire sobre mi hombro y visualice la lata de cerveza que dejo Inuyasha anteriormente, di pasos atrás, cuidando que no me notarán y en cuanto pude agarrarla, corrí y la avente a Jakotsu, cayendo en su rostro y la cerveza se derramo parte de su camisa.
-Pequeña...—El de cabello negro volteo a verme y dejo a Inuyasha, concentro toda su ira en mí. —Ven.
-¡Vete al pepino!— Grite.
Inuyasha carcajeo y los hombres de Bankotsu me miraron confundidos. Jakotsu se rasco su nuca, abrió la poca para hablar pero no pronuncio palabra.
-No tengo comentarios.
Todos estuvieron de acuerdo.
-Bueno, la señorita se asustó. — Inuyasha se levantó y me guiño. —Creo que es hora de arreglar esto.
-¿Eh?
Jakotsu no pudo seguir hablando antes de que el puño de Inuyasha se estrellara contra su mejilla.
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Trague saliva y mire por cuarta vez los cuerpos de los cómplices de Bankotsu, cada uno tenía heridas, no tan graves, pero si causados por Inuyasha.
-¿Conejita?
Di un brinco y voltee a verlo. Inuyasha bostezaba mientras que me esperaba.
-¿Si?
-¿Me acompañaras a la farmacia para poder curarme?
Asentí con la cabeza varias veces y corrí hasta su lado.
Inuyasha Taisho, es completamente un chico malo...Y no sé cómo sentirme al respecto.
