¡𝙽𝚘 𝚎𝚛𝚎𝚜 𝚌𝚘𝚗𝚎𝚓𝚘 𝚍𝚒𝚐𝚗𝚘!

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Inuyasha me ayudo a limpiarme, al menos hasta que fuera a bañarme, y me guio hasta el lugar donde tenían a la chica que me arrojo agua. El chico parecía que estaba a punto de golpear a alguien, pero solo se concentraba en agarrarme la mano y tener cuidado en el piso tan feo que tiene en su "territorio".

-Entonces. —Salte un charco de agua, Inuyasha me abrazo para sostenerme y después de nuevo me alejo y tomo mi mano. — ¿Me dirás que paso?

-Ah. —Llegamos al lugar. —Es mejor que te explique la loca.

Taisho beso cortamente mis labios y abrió la puerta. Realmente el lugar quedaba atrás de la escuela, una pequeña choza roja, que al entrar, solo se podía apreciar cosas de jardinería y en el centro a la chica sentada en una silla de madera y a lado de ella, Miroku con una mueca aburrida.

Solté la mano de mi novio y me pare enfrente de mi agresora, la chica frunció su ceño y espero mis palabras, las cuales no querían salir porque mis piernas temblaban. No puede ser, ¿en serio ahora tengo miedo? ¡Ah!

-¿Conejita?—Inuyasha avanzo hasta estar a mi lado. —No tengas miedo.

Miroku se interpuso entre la chica y yo, haciendo que lo viera con mis ojos llorosos. No quería admitirlo, pero todo esto me causa miedo y confusión, tal vez puedo decir malas palabras y creer que puedo averiguar las cosas por mi cuenta, realmente quería llorar y esconderme en un rincón, seguir co mi vida tranquila junto con Sango y graduarme como una alumna fantasma que nadie conocía.

Inuyasha entrelazo nuestros dedos.

-Aquí estoy. —Le indico a Miroku que se moviera. —Nada ni nadie te dañara. Ahora. —Miro a la chica de cabello castaño. —Vas a hablar.

-Ugh, ¿desde cuando eres tan cursi?—La muchacha rodo los ojos. —Ni siquiera sé por qué te fijas en una mocosa. Inuyasha, debes pensar muy bien en lo que haces, solo la estas exponiendo a tu realidad y lo sabes, no es nada bonita.

Miroku bufo y se acomodó la camisa negra que tenía puesta. Ese gesto fue suficiente para asustarme y dar un paso atrás.

-¿Y quién eres para decidir lo que hace Taisho?—El castaño camino hasta quedar atrás de la silla, apoyo sus manos en el respaldo y sonrió. —Ah, claro, no eres alguien importante. Entonces, deja de decir estupideces y escupe la verdad.

La chica y yo nos estremecimos, aunque prefiero estar alado de Inuyasha observando que estar en su lugar. Nota mental: No enfadar a Miroku.

-Y-Yo... Hice todo. —Bajo la mirada, entonces en unos segundos volvió a levantarla con lágrimas en los ojos. — ¡Lo hice por el amor que le tengo a Inuyasha!, no puedo permitir que una chiquilla que dice pepino este con él.

-¡Hey!—La señale. —Solo a veces digo pepino.

Sentí mis mejillas calientes, me voltee para esconderme en el pecho de Inuyasha. Él me abrazo, pude sentir como su pecho vibraba por la risa que le causaba todo, lo quería golpear pero preferí quedarme abrazada a él y olvidarme por un momento de lo que sucedía.

-¡No eres digna de él!—Escuchamos un grito, los dos volteamos a ver a la chica que nos miraba con odio. —Y nunca podrás negarlo.

-No, la que no podrá negar que somos una pareja genial, serás tú. Aparte, estoy seguro que también ves lo tierna que es y lo especial.

¿Puedo morir de ternura?

Se formó una pequeña sonrisa en mis labios. Me sentí orgullosa cuando Inuyasha lo dijo, defendiéndome de ese pepino.

-¡Pero!

-Ajá, no me importa lo que dirás, realmente tengo sueño y quiero dormir con mi novia. —Movió sus manos de un lado a otro restándole importancia. —Dejare que Bankotsu decida tu castigo.

-¿Bankotsu?—La chica sonó alarmada.

-Ajá, le prometí entregarte cuando te encontrara. —Me dio un beso en la nariz. —Me devuelve el favor después de secuestrar a conejita. Ya sabes, cosas de chicos malos.

La castaña trago saliva y comenzó a negar con la cabeza, realmente se ve muy asustada y comienza a darme lastima.

-O. —Inuyasha me cubrió los oídos, pero seguía escuchando muy bien. —Dile a Sesshomaru que si vuelve a mandar a arpías como tú para lastimas a Kagome, no me quedare tranquilo.

¿Sesshomaru?

¡¿EH?!

promise of the windDonde viven las historias. Descúbrelo ahora