Cuando empecé con esta aventura junto con Inuyasha, pensé que acabaría en dos semanas, pues no soy alguien interesante para que el gran Taisho este tan pendiente pero me equivoque, los dos nos sumergimos en cada uno y sin saberlo nos enamoramos tan profundo que ninguna persona pudo separarnos por tanto tiempo. Sí, mi vida es un desastre con las locuras de Inuyasha pero no me arrepiento alejarme de mi esquina y estar alado de Taisho para descubrir todo lo que me falta para vivir.
-¡Vete al pepino!—Inuyasha lanzo el balón directo al rostro de Bankotsu.
El moreno recibió el golpe y cayó de pompas, Miroku cerró los ojos e hizo una mueca, mientras que Koga y Sango comenzaron a grabar la caída del líder. Sesshomaru, quien se ofreció a llevarnos al parque, bajo su libro y nos miró con la ceja levantada, parece nuestro papá.
-Nada de peleas, mocosos. —Dijo y de nuevo volvió a leer.
Inuyasha bufó y camino hacia Bankotsu para ayudarlo a levantarse. El moreno rechazo su ayuda, se levantó, agarro el balón y la aventó a Inuyasha, quien la esquivo y le dio justo en la cabeza de Sesshomaru. Los dos menores se miraron horrorizados.
-Hijos de pu...
-¡Groserías!—Grite.
Sesshomaru se calló y solo aventó el balón de nuevo hacia nosotros. Inuyasha le agradeció con un beso volador y volvió al juego de quemados.
..
Entrelace mi mano con la de Inuyasha, la tarde ya caía junto con los últimos rayos de luz, mis amigos querían ir a un Karaoke pero nosotros nos negamos.
-¿Por qué?—Sango se recargo en el costado de Miroku. —Pensé que querían celebrar que ya se acerca las vacaciones.
-Queremos estar solos. —Inuyasha levanto los hombros. —No es personal, pero necesitamos estar un momento sin ustedes.
-¿Están rompiendo con nosotros?—Bankotsu se tocó el pecho ofendido.
-Sí, así que adiós. —Mi novio saco la lengua. Dio la vuelta, como consecuencia también yo y comenzamos a caminar a dirección contraria a nuestros amigos.
-Eso fue grosero. —Sonreí, me siento mal por ellos pero también deseaba un momento de paz con Inuyasha.
Taisho beso mi mejilla y sonrió, sabía que se lo agradecía. Caminamos por la calle tratando de no morir de la ternura del otro.
Después de unos minutos de silencio, fui la primera en romperlo al preguntare sobre la graduación que se acercaba y en qué universidad aplico para seguir con sus estudios. Inuyasha se mostró feliz de hablar sobre el tema y contarme cada detalle, demostrando que esta nueva etapa de su vida será fascinante. Lo escuche y sonreí, me pone triste ya no verlo por los pasillos o en el patio peleando, pero también me emociona que él quiera entrar a la universidad y demostrar que es más que el delincuente que muchos dicen.
-Ah ~ . —Lo mire. —Te extrañare tanto. Aunque bueno, me alegra saber que lo estas esperando con ansías.
-Conejita, estoy emocionado porque el próximo año me acompañaras.
-¿Eh?
-¿Acaso te diste cuenta que elegí la universidad donde tienen la profesión que quieres?—Sonrió. —Espero con ansias estar juntos.
Di saltitos y lo mire con emoción.
-Oh dios, ¿es broma?
El chico negó.
-Por supuesto que no. Prometimos que estar juntos y es lo que estoy haciendo, claro que vamos a tomar profesiones diferentes y tal vez vamos a pelear por el poco tiempo que tendremos para nosotros pero. —Suspiro. —Lo deseo tanto, conejita. No importa lo que suceda en un futuro, quiero saber que hice todo lo posible para estar a tu lado.
Lo abrace, porque mi cuerpo me lo pidió a gritos y porque me sentí tan amada que no supe como demostrar mi agradecimiento.
Sí, nos conocimos por mi torpeza, por mi regla de no decir groserías y nuestros encuentros clandestinos, pero cada momento fue planeado para llegar a este punto.
Bese lentamente sus labios e inhale con dedicación el aroma de su cuerpo.
-Oh, jodida mierda. —Inuyasha susurró en medio del beso. —No me dejes nunca.
-Groserías. —Dije con una sonrisa.
-Oh, pepino del mal. —Volvió a repetir. —Jodidamente te extrañare.
-¡Groserías!—Reí y recargue mi cabeza en su pecho. —Oh bueno, que más da.
Inuyasha me abrazo y beso mi cabeza.
Nuestro amor no es perfecto, incluso a veces pienso que tenemos tan mala suerte que no sé cómo terminamos sin ningún hueso roto, pero algo es seguro, no nos arrepentimos de ninguna travesura.
FIN
ESTÁS LEYENDO
promise of the wind
FanfictionLa escuela es tu segunda casa. lo sabes, tu mamá lo sabe y el mundo entero lo sabe. Sin embargo, también es tu campo de guerra y donde sufres la mayoria de tus cicatrices...¡No es tan malo! Siempre tendras la opción de quedarte en una esquina y obse...