4 - Chicas Barbie

33 8 0
                                    

A la mañana siguiente me desperté por el despertador, me vestí, desayuné y me lavé los dientes y la cara. Luego subí al coche de mi hermano y fuimos en silencio cómplice hasta el instituto. Por lo menos ese día no llegábamos ochenta años pronto. Salí del coche, me despedí de mi hermano y caminé hacia las puertas atestadas de grupitos. Me fijé en una chica que chateaba con la móvil sentada en las escaleras. Valerie.

- Hola, Valerie. – Saludé sentándome a su lado y cruzando las piernas.

Se giró, sorprendida, y luego me sonrió.

- Llámame Val.

- Val. – Sonreí.

- Y a Skylar la puedes llamar Sky, a Lola la suelen llamar por el apellido, Thirwall, y a Marie... a ella la llamamos Marie.

- Bien. ¿A Marie le molesta que la llamen Louise?

- No. ¿Por qué?

- Me gusta Louise, quizás la llame así. – Respondí encogiéndome de hombros.

- A propósito, las chicas y yo lo hemos estado hablando, Irene, hay que buscarte un apodo bonito. El problema es que Irene Daconte no tiene muchas posibilidades.

- En mi antiguo instituto me llamaban Ire.

- Ya, pero eso es muy típico. Queremos algo... especial. Exótico.

- Exótico. – Repetí aguantando una sonrisa que pujaba por salir.

Me dio un codazo amistoso.

- ¿Qué tal Conte?

Puse una mueca de asco.

- ¿Daco?

- Peor aún. – Me metí dos dedos en la boca como si fuese a vomitar y soltó una risita.

Se llevó la mano a la barbilla y se la masajeó pensativamente.

Entonces unas manos se posaron en mis hombros y me sacudieron cariñosamente antes de que Skylar se sentase a mi lado sonriendo.

- ¿Qué hay? – Preguntó apoyando los codos en las rodillas y la cabeza descansando sobre las manos.

- Le intento buscar un apodo a Irene.

Me miró con reprobación amistosa.

- Pero se está estresando porque solo le salen nombres raros y... exóticos.

Valerie y yo soltamos una carcajada ruidosa, Skylar nos miró con aire confundido y luego sonrió.

- Lo tengo. – Anunció dándose golpecitos en la sien.

- ¡Di! – Salté emocionada.

- Ireconte

Tuve que aguantarme la risa loca.

- ¡Oh, es perfecto! – Chilló Val dando palmaditas.

- ¿Qué? Es horrible.

- Oh, vamos, Ireconte, no te pongas así. – Rio divertida Marie dándome un susto de muerte.

- ¿Cuánto tiempo llevas escuchando? – Preguntó Skylar.

- Desde; le intento buscar un apodo a Irene.

Suspiré.

- A ver... - Pensó Marie en voz alta apoyándome una mano en el hombro. - ¿Qué tal Darene?

Puntos suspensivosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora