- ¡Corre, idiota! – Chilló Marie riendo mientras yo trataba de seguirle el ritmo.
- ¡Para! – Le respondí sin aliento. - ¡Basta, por Dios!
Ella obedeció y frenó poco a poco, sin dejar de reír.
- Oh, por favor. ¿Cómo puedes hacerlo tan mal?
- Cállate. – Me tumbé en un banco. – Y déjame recuperar la visión completa.
Llevábamos corriendo durante treinta minutos sin parar, dando vueltas al parque del West Side, y en ese momento las piernas me estaban matando mientras ella parecía acabar de empezar.
- Venga, venga, venga. – Tiró de mí hasta que me levantó, y me ofreció una botella de agua. - ¿Quieres entrar en tu vestido para la fiesta o no?
- Ya sabes que entro perfectamente. – Le devolví la botella después de beber. – Eres tú la que quisiste venir.
Se encogió de hombros y comenzó a correr de nuevo, esta vez más despacio.
- ¿Me repites por qué te compraste un vestido dos tallas más pequeño?
- Era precioso, René. Era el vestido. Y sólo quedaban de esa talla.
- Oh, por favor. – Respiré hondo para tratar de quitarme el flato. – No tienes que adelgazar.
- Cuando pase la fiesta volveré a pillar lo que pierda, lo sabes. – Rio un poco y puso acento pijo. – Ya sé que no necesito adelgazar, o sea, estoy buenísima.
Unas horas más tarde nos encontrábamos en su casa para preparar su ropa para la fiesta de Thomas, que sería al día siguiente.
Habíamos vuelto a quedar el miércoles para hacer el trabajo, y ya estaba casi terminado. Ese día por la mañana Skylar había aparecido tan fuera de sí de alegría que casi parecía que iba a llorar porque Thomas le había invitado a la fiesta. Me debió de abrazar unas ochenta veces.
Cuando terminamos de correr era tarde, así que cada una se fue a su casa y preparó lo que puso para la fiesta del día siguiente.
- Este queda bien. – Comentó Lola.
- No sé... - Marie no parecía convencida. – Prefiero el negro, pero...
Llevaban diez minutos para decidir si, con el vestido verde de Marie, quedaría mejor el bolso negro o el blanco.
Skylar no había venido, dijo que prefería prepararse ella para su cita con Clayton. Argumentó que no quería que le diésemos ideas sobre cómo llevar el vestido o algo así, porque no quería que él la viese con un estilo que no fuese el suyo.
- ¿Tú qué opinas, Val? – Preguntaron.
- Yo digo que el blanco. – Pero no creo que supiese siquiera de lo que hablaban, ya que se encontraba seleccionando zapatos para Marie.
- ¿Lo ves? – Dijo Lola poniéndolo cerca del vestido para que todas lo viésemos. – Es perfecto. ¿Tú, René?
- La verdad es que si quieres llevar los tacones blancos lo normal sería llevar el bolso blanco también. – Opiné.
- Pues decidido. – Marie dio una alegre palmadita y guardó el negro en su armario.
Iba a llevar un vestido verde claro que tenía la falda corta por encima de la rodilla y un poco de vuelo, con escote de pico y algunos adornos más oscuros alrededor de la cintura y la cadera.
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Puntos suspensivos
Fiksi Remaja- Y, ya que te gustan tanto los libros, - Comentó él mientras se acomodaba mejor en su asiento. - ¿No hay ningún aspecto de ellos que odies? O, por lo menos, que no te guste. - Bueno, no me gusta cuando el libro termina con un final abierto, o con...