MARATÓN (6/7)
Nos sentamos todos en círculo en el suelo.
- Bien. – Resoplé. - ¿Te lo ha contado todo, todo?
Marie asintió.
- Desde las mentiras de Skylar hasta el chantaje, pasando por el hermano de John y la relación de este par de dos. – Señaló a dos ruborizados Nathaniel y Alex. – Pero no entiendo por qué no me preguntaste si estaba coqueteando con Garrett en vez de creer a Skylar.
Luna se rascó la nuca, claramente avergonzada.
- Lo siento. – Dijo al final.
Nathaniel se encogió de hombros.
- La verdad, - Comentó. – en realidad parte de esto es culpa nuestra. Mía y de Alex.
- ¿Nuestra? – Alex entrecerró los ojos, confundido. – Que yo sepa ni mentimos ni chantajeamos. Realmente no hicimos nada.
- Si hubiésemos dejado que se supiese lo nuestro John no habría tenido que ceder.
Alex bufó.
- Pero si eras tú el que no quería contarlo.
- Bueno, vuestra relación no es el tema ahora mismo. – Zanjó John. – La cosa es si Marie... me perdona.
- Nos perdona. – Corrigió Luna.
- Os perdonamos. – Corrigió Valerie.
Lola sacudió la cabeza.
- Yo ya la tengo perdonada. – Dijo. – A Valerie y a mí no nos ha hecho nada.
La aludida entrecerró los ojos y luego sonrió.
- Igual. – Añadí yo. – Realmente yo ni siquiera estaba cuando pasó todo esto.
Alex le revolvió el pelo cariñosamente a Marie.
- Yo la perdono.
- Yo también. – Se apresuró a decir Nathaniel.
A estas alturas todos mirábamos a Marie, que se rascaba la nuca nerviosamente.
- Yo te perdono, Luna. – John habló despacio, regalándole tiempo a Marie para contestar. – Pero corto contigo.
Ella sonrió, exactamente a la vez que Marie. Cuando levantó la vista clavó la mirada en Luna, que la observaba suplicante.
- Está bien. – Dijo al final. – Está bien, te perdono.
Miré a Luna, que solo tenía ojos para Marie, y vi que los tenía llenos de lágrimas. Pero sonreía. Creo que sonreía realmente por primera vez en todo lo que yo la había visto de ella.
Se levantó y la abrazó con fuerza.
- Gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias.
- Pero con una condición. - Respiró hondo, y la tensión volvió por un momento. - Deja de vestirte de rosa.
ESTÁS LEYENDO
Puntos suspensivos
Teen Fiction- Y, ya que te gustan tanto los libros, - Comentó él mientras se acomodaba mejor en su asiento. - ¿No hay ningún aspecto de ellos que odies? O, por lo menos, que no te guste. - Bueno, no me gusta cuando el libro termina con un final abierto, o con...