A la mañana siguiente llegué puntual al instituto y me senté junto a Lola, que era la única que ya había llegado.
- Hola. – Me saludó sonriente cuando me senté.
- Hola.
- ¿Qué pasó ayer?
- ¿Ayer?
- Sí, me dijo Skylar que Miller había tratado de hablar con Marie, solo que no lo entiendo.
- ¿Qué parte no entiendes?
Rio.
- Lo entiendo. Quiero decir que no comprendo por qué. ¿Por qué ahora? ¿Por qué de esta forma?
- Ya.
- No sé, René. Es extraño, él no le había dirigido una sola mirada de arrepentimiento, y de pronto viene a disculparse. ¡Pero si está saliendo con Luna!
Asentí. No comprendía del todo la conversación, yo no había estado durante el proceso tan implicada en todo como ellas. Ni siquiera informada.
- Hola, chicas. – Saludó Marie sentándose a nuestro lado.
El tema de conversación cambió rápida y radicalmente y nos encontramos hablando de los ejercicios que nos habían puesto de matemáticas.
En un momento dado Lola se disculpó para ir al baño.
- No me ha pasado inadvertido el tema del que estabais hablando. – Me dijo Marie en un susurro. Palidecí.
- Yo... lo siento, es que...
- No, no tienes que disculparte por nada. – Sonrió triste. – Es normal, por lo menos estáis de mi lado. Solo os pido que no hagáis como si fuese un tema prohibido. No lo es.
La abracé con el brazo y ella se sorbió la nariz contra mi hombro.
- Oh, mirad qué bonito, por favor. – Dijo una voz chillona frente a nosotras. – Están tan unidas a pesar de llevar juntas, no sé, ¿tres días?
Una chica alta, delgada, de pelo liso, marrón claro con reflejos dorados que le llegaba hasta la mitad de la espalda y ojos color miel nos observaba con desprecio.
- Luna. – Saludó Marie levantándose para quedar a su nivel. Se cruzó de brazos en señal de protección.
Un par de chicas Barbie y algunos chicos, entre los que distinguí a Miller y a Thomas, se encontraban tras ella. John miraba arrepentido y casi avergonzado la escena que se estaba montando. Thomas, serio, mantenía su máscara imperturbable.
- Mirad, chicos, - Rio Luna sarcásticamente mientras evaluaba a Marie con la mirada cargada de odio. – Estaba apoyada en el hombro de la nueva, seguramente llorando de nuevo. Es patético. – Lo último casi lo escupió.
Se escucharon risitas tontas de las chicas Barbie. Parecía ser que Luna era la jefa.
- Escucha, nueva, - Luna me dirigió una mirada amable y calculadora de sus ojos fríos. - ¿quieres venir con nosotros? Seguro que te lo pasas mejor que con esta pringada llorica, ¿no? – Más risas. - ¿Cuántas veces te ha contado ya su historia de falso amor con mi Johnny?
Miller apartó la vista de nosotras. No le estaba gustando.
- No, gracias. – Contesté seca pero normal.
- Oh, ¿ya te ha chantajeado? – Preguntó abriendo excesivamente los ojos. – Tranquila, aquí te trataremos bien. ¡Podrás hablar cada día con el fabuloso Clayton!
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Puntos suspensivos
Teen Fiction- Y, ya que te gustan tanto los libros, - Comentó él mientras se acomodaba mejor en su asiento. - ¿No hay ningún aspecto de ellos que odies? O, por lo menos, que no te guste. - Bueno, no me gusta cuando el libro termina con un final abierto, o con...