Quiero que Vuelvas

No sé qué decir...

  No sé qué decir...

–El gritó de Irina se escuchó en la habitación donde Cayetana y Leonardo se encontraban, en cuanto la escucharon se observaron uno al otro–

Leonardo – te dije que no lo llamaras –intentó levantarse pero no pudo–

Cayetana – no pensé que fuera a venir tan pronto –salió de prisa de la habitación–

–Irina observaba al hombre sorprendida ¿Qué demonios hacía ese hombre ahí? –

Doctor Uribe – creo que me está confundiendo –Irina negó, sus ojos se cristalizaron y las imágenes llegaron a su mente–

Recuerdo...

–Irina junto a Andrea llegaban corriendo a la sala de espera donde se encontraba su madre junto a Leonardo esperando noticias sobre Sofía–

Andrea – ¿cómo está? –observó a su madre desbastada, Cayetana se abrazó a ella–

Cayetana – muy mal –pudo decir entre el llanto–

Irina – pero todo va a estar bien –sus ojos estaban llenos de lágrimas– Sofí y Arturito estarán bien

Leonardo – las esperanza de vida de ambos fueron muy pocas –se acercó a ellas fingiendo dolor–

Andrea – lo siento tanto Leonardo –colocó su mano en el hombro de él–

–De pronto las puertas del lugar se abrieron, un médico se acercó a ellos, su rostro reflejaba dolor se veía cansado, se dirigió a Cayetana–

–Hicimos todo lo que estaba en nuestras manos –Irina y Andrea se observaron– no los pudimos salvar –Cayetana gritó abrazándose a Andrea, Irina se acercó a ellas aun sin digerir la noticia eso no podía ser cierto su hermana no podía estar muerta–

Ignacio – ¿cómo está mi hija? –se acercó al médico, Cayetana se giró furiosa–

Cayetana – fue tu culpa, tú la mataste –le pegó en el pecho intentando sacar toda la rabia–

Ignacio – ¿qué dices? –preguntó aun sin creerlo–

Cayetana – la mataste, tú mataste a mi hija

–La voz de Cayetana sacó a Irina de sus recuerdos, sus ojos se llenaron de lágrimas al recordar uno de los momentos más dolorosos que había vivido–

Cayetana – ¿qué pasa? –Irina observó a su madre con su rostro lleno de lágrimas–

Doctor Uribe – creo que su hija se confundió, lo mejor será que me retire –Cayetana asintió–

Irina – usted no va a ningún lado –observó al médico quien caminaba de prisa rumbo a la puerta–

Cayetana – por dios Irina ¿qué pasa?

Irina – él es, es el médico –se sentía aturdida– ¡tú lo conocías!, ¡tú planeaste todo! –gritó aturdida–

Cayetana – por dios mi amor ¿de qué hablas? al Doctor es la primera vez que lo veo –intentó estar tranquila sabía que un paso en falso y todo se descubriría–

Doctor Uribe – yo tampoco entiendo de que habla y siento mucho tenerme que ir pero hay un paciente que me espera

Cayetana – si lo entiendo, disculpe a mi hija está un poco nerviosa –Irina negó–

Irina – por dios mamá él fue el médico que atendió a Sofía –Cayetana negó–

Cayetana – claro que no mi vida, lo estás confundiendo, si yo tuviera frente a mí a ese mentiroso créeme que sería la primera en llamar a la policía –Irina negó aún con lágrimas en su rostro, recordar todo el dolor que sintió cuando pensó que su hermana estaba muerta–