Quiero que Vuelvas

¡Te quiero fuera de mi vida!

¡Te quiero fuera de mi vida!

–Irina observó la escena furiosa, Flavio inmediatamente apartó a Irlanda de él, pero observó con miedo el rostro de Irina, Irlanda quiso acariciar el rostro de Flavio pero él la empujo con rabia–

Flavio – por favor Irina no vas a creer... –se acercó a ella–

Irlanda – dile la verdad Flavio que solo estás con ella para vengarte

Flavio – no la escuches muñeca –intentó agarrarla pero esta lo esquivo–

Irina – ¿crees que soy estúpida? –Irlanda sonrió al escucharla– que voy a confiar en ti –se acercó a Irlanda furiosa, estampando su mano en su mejilla–

Irlanda – ¡eres una...! –Intentó aventarse a Irina pero Flavio la detuvo– ¡suéltame!

Flavio – necesito que te desaparezcas de mi vida –Irlanda sonrió con malicia–

Irlanda – en serio lo conseguiste –observó a Irina– engañar a Flavio que esa mocosa es su hija

Flavio – no te voy a permitir que hables así de mi hija

Irlanda – esa niña no es tuya –gritó furiosa– Irina nunca te amo Flavio

Irina – ¡cállate! –ahora fue ella quien quiso aventarse a Irlanda pero no lo consiguió Flavio estaba en medio de las dos– tú fuiste la que planeo todo –ella frunció el ceño– tú sabías que yo estaba embarazada, tú entraste después de que yo salí esa tarde del ginecólogo –Flavio observó a Irlanda furioso–

Irlanda – tú estás mintiendo, sólo para justificar tu egoísmo, te vengaste de Flavio alejándola de la que tú dices es su hija

Flavio – lo mejor es que te vayas –ella negó–

Irlanda – Flavio mi amor, tú me amas a mí –él negó con total seguridad–

Flavio – no Irlanda, tú mejor que nadie sabes que nunca te amé

Irlanda – no decías lo mismo cuando besabas cada centímetro de mi piel

Flavio – nunca te mentí Irlanda, siempre supiste que mi corazón estaba con Irina

Irlanda – eso no es cierto Flavio, muchas veces sentí cuanto me amaste, sobre todo cuando te entregabas a mí –Irina apretó los puños con fuerza, se estaba muriendo de celos– tú no la extrañaste en estos cinco años, porque me tenías a mí

Flavio – eso no fue así y lo sabes, creo que lo mejor es que te vayas, no es cómodo para mí esto

Irlanda – porque no aceptas que solo estás con ella por la niña

Flavio – ¡vete Irlanda! –Gritó furioso– deja de humillarte

Irlanda – esto no se va a quedar así Flavio –se alejó de él furiosa–

–En cuanto Rubén se fue de su casa Samuel suspiró con pesar, se sentó para después prender el ordenador del despacho, cerró los ojos frustrado–

Sofía – hola –Samuel observó a su cuñada– ¿estás bien?

Samuel – sí claro –ella frunció el ceño–

Sofía – eres malísimo mintiendo –Samuel intentó darle una sonrisa– ¿estás así por la visita de Rubén?

Samuel – no le digas a Andrea que él estuvo aquí

Sofía – ¿qué te dijo? –él negó– por favor cuñado, sabes que puedes confiar en mí –Samuel dudó si decirle a Sofía lo que Rubén le había dicho– si es algo que pueda dañar la relación que tienes con mi hermana déjame decirte que... –Samuel la interrumpió–