Celos...
–Erika estaba sentada en unos de los sillones de la sala, observaba atenta todas las fotografías, se levantó y tomó entre sus manos una donde estaban los tres hermanos, sonrió al recordar todos los momentos que había pasado al lado de ellos–
Rosita – espero le guste la limonada –Erika pegó un brinco, la pequeña la había asustado–
Erika – me asustaste –se colocó una mano en el pecho, la pequeña la observó sintiéndose apenada–
Rosita – lo siento –Erika negó mientras le daba una sonrisa–
Erika – no fue tu culpa –observó a la niña– ¿te ayudo?
Rosita – es para usted –le ofreció el vaso de limonada–
Erika – gracias –se sentó de nuevo en el sillón– está muy rica –probó un sorbo–
Rosita – yo la hice, es para que olvide el susto que le dio mi padre –Erika hizo un gesto–
Erika – así que ese mal educado es tú padre
Rosita – no siempre es así –comentó con cierta vergüenza– es sólo que el caballo aún no está acostumbrado a él, pero sabe él es el mejor jinete que hay en todo Houston
Erika – se ve que lo quieres mucho
Rosita – sí, solo somos él y yo
Erika – y ¿tú mamá? –Preguntó observándola con cierta tristeza–
Rosita – ella murió –los ojos de la pequeña se le llenaron de lágrimas– no la recuerdo
Erika – lo siento mucho –tomó con ternura la mano de la niña– pero ven cuéntame –le indicó que se sentara a su lado– ¿cuántos años tienes? –La pequeña le dio una sonrisa antes de empezar a responder sus preguntas–
–Flavio estacionó el jeep, sonrió al observar a Fer dormida en la parte trasera del carro–
Irina – se cansó –comentó observando a Flavio mirar a Fer–
Flavio – es lo más lindo que he visto en mi vida –Irina sonrió con ternura, él giró su rostro, observó a Irina con dulzura– es idéntica a ti
Irina – no es cierto –observó a su hija– tiene muchos rasgos de su padre –se giró de nuevo para observarlo, los ojos de Flavio brillaban espera tanto que Irina le dijera la verdad, Irina lo observó vio la mirada de Flavio diferente, se moría por decirle que Fer era su hija pero necesitaba decírselo de una manera especial, así que prefirió guardar silencio– ¿me ayudas a bajarla? –Flavio suspiró con pesar, deseaba tanto que Irina le dijera la verdad, pero tendría paciencia–
Flavio – sí –Irina hizo un movimiento para quitarse el cinturón de seguridad– pero antes –Irina se giró a observarlo, él acarició con su mano su mejilla, le dio una ligera sonrisa que ella respondió– necesito esto –acerco sus labios a los de ella, los rozó con sutileza, ella rodeo con sus manos su cuello para perder sus dedos en su rulo–
Irina – ay Flavio –susurró en sus labios cuando por falta de aire se separaron del beso– esto... –él colocó su dedo en su boca–
Flavio – te amo y esto que siento por ti es real –tomó con sus manos el rostro de ella– mírame y dime que no sientes lo mismo –los ojos de Irina se cristalizaron– mirándome a los ojos, dime que mis besos no te gustan, que no necesitas más de ellos siempre que nos separamos –Irina intentó bajar la mirada pero él tomó su mentón– por favor mírame y dime que no sientes lo mismo que yo –las lágrimas empezaron a abandonar los ojos de ella, para inundar su rostro–
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Quiero que Vuelvas
Fanfictionla sed de venganza de Cayetana llevó a sus hijas a planear una venganza en la cuál ellas fueron las mas afectadas...