antes que nada gracias por la espera, gracias por el tiempo que le dedican a leer y en nombre de los personajes de esta historia gracias por amarlos mucho...
dedico con mucho cariño esta historia a unas cuantas amigas Ara mi española bella quien motiva día a día a escribir y me sirve de apuntador, a Marling mi nicaragüense berrinchuda y a Marina que se unió por petición de marling a esta historia y le encanto...
agradezco a todas las lectoras que capítulo a capitulo pedían más, que dejaban su impresión de la historia porque no se imaginan chicas lo que esos comentarios significan para mí...
y cómo olvidar a Estrella, por cierto cada escena de la historia donde participaban los niños era por ti...
ahora si a lo importante...
Siempre quise que Volvieras...
–Los meses pasaron y todo era felicidad entre la familia Gallardo del Junco, Irina y Flavio se habían mudado a Nueva York y aunque al principio Fer no estaba muy convencida lo aceptó, la Vida en Nueva York para ellos estaba siendo un idilio, Flavio se preocupaba tanto por Irina como por estar en cada una de las actividades de su pequeña–
Fernanda – De prisa papi –gritaba emocionada mientras observaba a su padre llevar la delantera en la carrera que su escuela había organizado–
Darío – vamos ¡Darling! Necesitamos esa medalla –Irina sonrió observándolos–
Fernando – vamos mi ¡rulitos! –Irina le pegó un golpe en el hombro– ¡auch! –se quejó–
Irina – solo es mi Rulitos –Flavio la observó con una sonrisa se veía cansado, ella le aventó un beso, su aliciente para continuar–
Fernanda – ¡Siiiiii! –Gritó corriendo hasta donde recibían a su padre– ¡ganamos! –gritaba feliz y emocionada–
–Irina quien se acercaba al lado de Darío y Fernando hacía su amor, se detuvo de pronto, cerró los ojos y empezó a respirar pausadamente
Darío – ¿qué pasa Darling? –la observaba preocupado–
Irina – creo que este niño también se emocionó –se tocó el vientre– y ya quiere... –no pudo continuar hablando de nuevo otra contracción la hizo callar–
Darío – ¡oh mi dios! Mi muchachito –Flavio observó a Irina, algo estaba mal porque no se estaba acercando a él, así que junto a su pequeña la cual ya tenía en brazos se acercó a su mujer–
Flavio – ¿qué pasa muñeca? –Irina intentó darle una sonrisa para no preocupar a su hija, pero definitivamente eso era un poco difícil la pequeña ya la veía preocupada–
Darío – ¡pasa que el Rulitos ya quiere nacer! –Gritó histérico–
Flavio – ¡qué! Pero todavía no... –Irina tomó su mano haciendo que el guardara silencio–
Irina – muñeco estoy bien –intentó darle tranquilidad, frunció el ceño ante el dolor– solo necesito un hospital
–un par de horas después Flavio recibía a su pequeño en brazos, la emoción que sintió al tenerlo en ellos fue inexplicable, pero sabía que ese ser tan pequeño y Frágil lo necesitaba y él nunca le iba a fallar, cuando se lo acercó a Irina para que lo conociera, ella le dio un beso en su cabecita, las lágrimas salían de su rostro por la felicidad que sentía, esta vez no estaba sola cómo cuando nació Fer, en esta ocasión Flavio estaba ahí, y sin decir palabras solo con la mirada supo que nunca más iba a estará sola–
ESTÁS LEYENDO
Quiero que Vuelvas
Fanfictionla sed de venganza de Cayetana llevó a sus hijas a planear una venganza en la cuál ellas fueron las mas afectadas...