¿Qué haces aquí?
–los niños guiaron a Erika hasta la habitación donde se encontraba Pablo, Carlitos y Fer se miraban haciéndose señas con los ojos mientras Rosita tomaba con ternura la mano de ella, Pablo por su parte se encontraba acostado, a pesar del medicamento que Sofía le había indicado aún sentía molestias pero no quería preocuparlos, estaba seguro que pronto la pastilla haría efecto y el dolor pasaría–
Rosita –asomó su rostro, Pablo inmediatamente sonrió la verla– ¿podemos pasar? –Comentó pausadamente y con ternura–
Pablo – claro cariño –su rostro fue de sorpresa al observar a Erika ahí– ¿qué pasa? –intentó sentarse en la cama pero su rostro de dolor lo delató–
Erika – no te muevas –se acercó a él preocupada–
Pablo – estoy bien –Fer tomó la mano de Rosita indicándole que debían de salir–
Erika – no pensé que los niños tuvieran razón –lo ayudó a sentarse– me dijeron que estabas muy lastimado
Pablo – solo son algunos golpes –Erika levantó una ceja– estoy bien
Erika – no parece Pablo –con cuidado de no lastimarlo tocó con sus dedos las costillas, Pablo frunció el ceño– ¿te duele mucho?
Pablo – ya se me pasara –Erika negó– debes de ir a una clínica –Pablo negó–
Erika – por dios te duele, por el rostro que hiciste es un dolor muy fuerte, debes ir a que te hagan una radiografía –de nuevo el negó–
Pablo – no es necesario, yo estoy bien
Erika – al menos hazlo por tú hija –Pablo la observó sorprendido– está muy triste y muerta de miedo de lo que te pueda pasar
Pablo – ¿te dijo algo? –Ella asintió– estoy bien –intentó acomodarse, y nuevamente hizo un gesto de dolor–
Erika – no lo estas, mira cómo te dejaron por dios Pablo, esas heridas se ven peligrosas, deja al menos que haga algo por Rosita, ella me lo pidió
Pablo – ¿desde cuándo te interesa tanto mi hija?
Erika – desde el día que la conocí y descubrí que afortunadamente no salió a ti –espeto con poca paciencia– no veo que te causa gracia –lo observó molesta, mientras él sonreía–
Pablo – lo que dijo, señorita Erika, estoy de acuerdo gracias a dios mi hija salió a su madre, a la mujer más dulce y hermosa que he conocido en mi vida
Erika – pues hay que agradecer a sus genes, digo pobre de Rosita si hubiera salido igual de antipático que tú
Pablo – al menos tendría más cuidado en las personas que confía
Erika – ¡perdona! –Pablo sonrió nuevamente al ver su gesto, pero dejo de hacerlo cuando sintió dolor– se llama karma y ya deja de estar de payaso y mejor te ayudo –se acercó a él– ¡vamos! –Su tono de voz sonó en una orden–
Pablo – yo no le he dicho...
Erika – no me importa lo que hayas dicho o decidido, dije que lo hagas por Rosita y lo vas hacer –se inclinó hacia él, Pablo se apoyó en ella–
Pablo – pero que conste que lo hago por mi hija, así que ni piense que es por usted
Erika – gracias a dios, se imagina si pienso eso no voy a poder dormir nunca más en mi vida, pensando que un degenerado, peón, sin modales como tú –Pablo la jaló pegándola hacía él cuando ya se había parado de la cama–
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Quiero que Vuelvas
Fanficla sed de venganza de Cayetana llevó a sus hijas a planear una venganza en la cuál ellas fueron las mas afectadas...