Quiero que Vuelvas

Los amo...

Los amo...

–la tarde al lado de su familia habían sido una de las mejores experiencias que Carlitos había vivido en su corta vida, las risas, los abrazos de sus padres, las caricias de su tía y la paciencia con la que Arturo les enseñaba las cosas, sin duda alguna eran de las cosas que iban a marcar su infancia y es que en este momento no tenía palabras para expresar lo feliz que era, por primera vez sentía que estaba en familia–

Carlitos – los amo –se abrazó a su padre cuando este lo acomodaba en su cama–

Samuel – yo también los amo mi amor –acarició el cabello del pequeño con ternura– ¿eres feliz?

Carlitos – ahora sí –contestó con total sinceridad– yo soy feliz porque ustedes están juntos –Andrea se recargó en el marco de la puerta escuchando a su hijo, sintió un enorme nudo en la garganta– Pa –lo observó– prométeme que siempre van a estar juntos

Samuel – te lo prometo –Carlitos sonrió– siempre haré todo porque tú seas feliz

Carlitos – ¡todo! –Samuel asintió– quiero un hermanito –Samuel sonrió negando– pero Pa dijiste todo –comentó con reproche–

Samuel – ey vamos despacio, por ahora lo más importante para tú mamá y para mí eres tú

Carlitos – es que yo lo quiero conocer, Pa que tal si con la operación quedo...

Andrea – no lo digas –se acercó a su hijo preocupada– tú vas a estar bien

Carlitos – pero yo quiero un hermanito Andrea negó– que es tan difícil lo que estoy pidiendo –Andrea se sentó al lado de su pequeño–

Andrea – claro que no es difícil, pero todo lleva un proceso, ahora queremos que tú estés bien

Carlitos – yo ya estoy bien, con los lentes estos feos que traigo veo bien

Samuel – te prometo que después de tú operación hablamos de hermanitos –Carlitos sonrió–

Andrea – ¡Samuel! –dijo en tonó de reproche sonriendo–

Carlitos – según Melania sus papás se besan mucho y así por medio de la saliva nacen sus hermanitos –Andrea observó a Carlitos sorprendido, mientras Samuel no se aguantaba la risa–

Andrea – ¿quién le dijo eso a Melania?

Carlitos – ella lo dedujo

Andrea – ¿cómo fue que lo dedujo?

Carlitos – porque su mamá siempre tiene a sus hermanos en la panza y ni modo que ella se los coma

Samuel – ella no se los come –sonrió negando– no al menos eso –susurró y Andrea lo observó sorprendida–

Carlitos – entonces, pensamos que los niños son cómo esos animales que los pones en agua y creces, si sabes cuales má, los que vienen en un huevo –Andrea asintió– aunque claro esos animales no crecen tanto

Andrea – Carlitos los bebés no se hacen así

Carlitos – ¡Ah no! –Comentó sorprendido– todo este tiempo Melania me ha engañado –Andrea asintió– má entonces ¿cómo se hacen los bebes? –Andrea observó a Samuel, estaba sorprendida–

Samuel – la explicación de Melania era más fácil –susurró a Andrea–

Andrea – Carlitos, mi amor ya es tarde deberías de dormir

Carlitos – pero necesito saber, mamá

Samuel – es cómo las plantas –Carlitos lo observó atentó mientras Andrea frunció el ceño– para que una planta nazca, debemos de poner la semillita en la tierra, regarla y cuidarla –Carlitos asintió– lo mismo pasa con los bebés, yo puse mi semillita en tú mamá, ella te cuidó, te protegió hasta que tú estuvieras listo para salir al mundo