Quiero que Vuelvas

Gracias a ti...

Gracias a ti...

–Andrea se giró para observar a su pequeño, Samuel por un momento agradeció que su hijo los hubiera interrumpido, tener a Andrea cerca, escuchar lo celosa que estaba de Erika lo hizo sentirse importante, y decir algo que es obvio que siente pero que sabe que para Andrea no es importante o al menos eso es lo que él piensa–

Andrea – yo no sé si meterme al agua

Carlitos – por favor mami –colocó sus manitas juntas para suplicarle a su madre–

Samuel – anda acompañanos –la observó con una ligera sonrisa–

Andrea – está bien –Carlitos saltó emocionado– antes de que te metas –observó cómo su pequeño se quitaba la bermuda– el bloqueador

–Samuel observó a Andrea atento a cada movimiento que daba, en cuanto termino de poner el bloqueador a su pequeño, desabrocho su jeans y lo bajo lentamente Samuel trago saliva al observarla, después levanto sus brazos y quito la blusa que traía puesta, al parecer Andrea venía preparada para meterse al agua–

Andrea – ¿puedes? –Le dio el bloqueados a Samuel– es que en la espalda no me lo puedo colocar –Samuel tomó el bloqueador, untó un poco en sus manos, Andrea tomó su cabello para hacerlo un lado, él con delicadeza aplicó por toda la espalda el bloqueador–

Samuel – listo –comentó sudado, estaba luchando contra su instinto, la suave piel de Andrea había despertado todos sus instintos y tenía que controlarse porque no estaban solos–

Andrea – vamos –le dio la mano a su pequeño–

Carlitos – vamos pa –se giró lentamente observando a su padre quien no quitaba su mirada de Andrea–

–entre risas, juegos pasaron la mañana disfrutando del agua cristalina, Irina se mantuvo ese tiempo leyendo un libro, decidió que era un excelente momento para que Flavio y Fer interactuaran, un par de clases y la pequeña ya sabía flotar, él le celebraba cada uno de los logros, y Arturito y Carlitos le mostraban como hacerlo, los pequeños eran los más felices disfrutando el día de campo–

Andrea – ¿no piensas entrar al agua? –Irina alzó su vista y negó–

Irina – no, quiero mojarme

Andrea – raro, a ti te fascinaba este lugar

Irina – sí –observó a Flavio y Fer– quiero que ellos compartan un poco –Andrea sonrió–

Andrea – se ve que se aman

Irina –suspiró– sí

Andrea – cuando piensas hablar con Flavio y decirle a Fer la verdad

Irina – no lo sé, Flavio se está portando muy lindo pero no confío del todo en él

Andrea – ¿por qué?

Irina – no sé, hay algo que –Andrea levantó una ceja– hay bueno ya, lo quiero hacer sufrir un poco, necesito que esta vez las cosas sean diferentes

Andrea – ¿te arrepientes de cómo pasaron las cosas antes con él?

Irina – no exactamente –Andrea se enrollo una toalla a su cuerpo para después sentarse al lado de ella– es sólo que esta vez quiero que él este seguro de lo que siente

Andrea – y ¿tú? –Preguntó observándola– ¿estás segura?

Irina – lo estuve hace cinco años y –suspiró con pesar– lo estoy ahora –observó a Samuel quien las estaba mirando– por cierto –cerró el libro– Samuel no podía quitar la vista de ti –Andrea sonrió– ¿te diste cuenta?