Quiero que Vuelvas

Eso será complicado...

 Eso será complicado...

–Andrea observó a su pequeño sin saber que responder, nunca se imaginó que el pequeño pidiera algo así, giró su vista para toparse con la de Samuel antes de contestar necesitaba verlo, creía que él estaría sorprendido pero la realidad es que Samuel la observó con una ligera sonrisa, una sonrisa que ella no sabía cómo interpretar–

Carlitos – y ¿entonces cuando nos mudamos? –Samuel sonrió, se colocó a la altura de su pequeño–

Samuel – por mí ahora mismo –Andrea los observó– me muero por tenerte más tiempo a mi lado

Andrea – Carlitos, pero nosotros tenemos una casa –exhaló un poco de aíre contenido–

Carlitos – dijiste que harías lo que yo pidiera –Andrea se sentó en una de las sillas, tomo a su hijo de la cintura para acercarlo a ella–

Andrea – mi amor, para poder hacer eso tendríamos que hablar con tus tíos, el rancho no es nuestro –Samuel la interrumpió–

Samuel – claro que es suyo –los observó– sé que Arturo y Flavio estarán encantados de que al menos estos días estén viviendo con nosotros

Andrea – bueno, en caso que tus hermanos acepten –observó a Samuel– el rancho está más lejos de tú escuela

Carlitos – eso no importa, yo me levantó más temprano –Andrea levantó una ceja, conocía a su hijo, y levantarse temprano era difícil– yo te lo prometo –hizo un gesto de ternura–

Andrea – Carlitos, tendríamos que levantarnos muy temprano, para que yo pueda llegar a tiempo a mi trabajo

Samuel – yo lo puedo llevar a la escuela –Andrea lo observó agradeció su gesto pero al mismo tiempo lo reprochó, no tenía más excusas–

Carlitos – vamos mami, es lo único que deseo, vivir todos en familia

Andrea – yo no sé –suspiró–

Samuel – vamos Andrea, al menos así Carlitos podrá estar en la tarde con Arturito, pueden hacer tareas juntos y no estará tan –guardó silencio–

Andrea – solo –comentó observando a su hijo– mi amor –acarició con ternura el rostro de Carlitos– te sientes solo en nuestra casa

Carlitos – mami, a mí me encanta nuestra casa –Andrea sonrió con ternura– pero si me gustaría estar con mis primos, Fer y Arturito son geniales –Samuel sonrió negando–

Andrea – ¡Fer! –comentó sorprendida entendiendo por fin la definición de familia que tenía su hijo– mi amor, que nosotros vivamos en el rancho Alcázar no quiere decir que tú tía Irina y Fer también vayan a vivir ahí

Carlitos – ¡pero mamá!

Andrea – mi amor, tú tía se está quedando con la abuela

Carlitos – a Fer le da miedo Leonardo –Samuel observó a su hijo sorprendido– a la abuela tampoco la quiere, prefiere a Soledad, así que yo creo que Fer estará feliz

Andrea – Fer puede que si esté feliz per tú tía Irina no, así que ya sé, mejor le proponemos a tú tía Irina que se venga a vivir con nosotros a la casa –Carlitos negó–

Carlitos – faltarían mi papá –Samuel sonrió– mi tío Arturo, mi tía Sofí, mis primos, Soledad, Nieve, Pablo y Rosita no vamos a caber todos en la casa, el rancho es más grande –Samuel empezó a reír–

Samuel – creo que no tienes opciones Andrea –Carlitos asintió ante el comentario de su padre–

Carlitos – por favor mami, di que sí