Más te vale | Lunabox

1.1K 106 115
                                    


Me apetecía seguir sorprendiéndoos, así que de la entrega de géneros a los que Cova tiene alergia, para demostraros que siempre hay que darle una oportunidad a todo en la vida, llega una reconciliación con el tipo de historias que más detesto: el romance. ¿Qué es lo próximo, terror? Quién sabe.

La que me ha llevado al lado oscuro esta vez se llama lunabox y ha escrito Más te vale, la historia de una chica que sin quererlo, tiene el superpoder de cambiar a las personas para bien y la maldición de no saber pensar en sí misma muy a menudo.

***

Bibiana es una chica de 17 años que ha dejado de estudiar para poder demostrarle al Estado que está capacitada para asumir la tutoría legal de su hermano de 14 cuando este salga del reformatorio al que lo han mandado después de autoinculparse por ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Bibiana es una chica de 17 años que ha dejado de estudiar para poder demostrarle al Estado que está capacitada para asumir la tutoría legal de su hermano de 14 cuando este salga del reformatorio al que lo han mandado después de autoinculparse por un delito que no ha cometido. Necesita ganar dinero y conseguir una estabilidad económica y mental que le permita ser una persona apta para cuidar a un menor. A cambio, sacrificará toda su vida para darla por los demás.

El problema es que aunque sus intenciones sean buenas y tenga la ayuda de las personas que llevan la asociación religiosa de la orden de San Juan, el pasado de Bibi es muy oscuro y ese mundo de tinieblas no piensa soltarla así como así, materializándose este en una relación de lo más tóxica con el Nano, un hombre que la conoce de principio a fin, la acepta y también, la encadena.

Mientras trabaja de voluntaria en la asociación, Bibi conocerá a Ángel, un chaval milloneti y también muy clasista que ha vivido durante toda su vida en una burbuja y despreciará a todo aquel que no pueda pagarse unas vacaciones en Cancún con la calderilla de su bolsillo. La mala suerte es para ambos, que tendrán que soportarse todas las tardes que coincidan allí y puede que sin querer, poco a poco, las fachadas se vayan resquebrajando hasta que muestren más de lo que les habría gustado en un principio.

¿Suena a cliché? Un poquito, no os voy a mentir. ¿Sabéis qué pasa? Que los clichés son totalmente válidos si se escriben bien. La historia no pretende ser súper original y revolucionaria en el género, solo buena y eso lo cumple; cosa que de forma paradójica le otorga esa condición de ser revolucionaria porque ¡mirad que es difícil encontrar algo de amor que no de vergüenza! Gracias, Lunabox, gracias.

Yo soy defensora de los clichés a muerte, aunque no lo parezca. No veo ningún problema en caer en ellos si es de forma sutil y consciente. Hay que diferenciar a la gente que sabe escribir clichés de los que no tienen ni idea de literatura y creen que echando manos de los clichés pueden armar una historia tan simple que duele a los ojos. En el primer caso, el respeto es máximo, en el segundo...pues...en fin.

No sé a qué huelen las nubes | Reseñas y recomendacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora