Odio muchas cosas en la vida, ya lo sabéis. Pero también sabéis que más de la mitad es mentira o exagerado excepto la Navidad. La Navidad sí la odio. No me gusta el turrón, ni celebrar el nacimiento de un dios en el que no creo, pero más allá de la hipocresía navideña fomentada por los capitalistas meapilas, no odio tanto como parece, aunque os guste tenerme por una hater de la vida. ¿Y sabéis una cosa que no odio y todo el mundo se piensa que sí?EL ROMANCE.
No, en serio. Que me da igual. Si yo soy fan del amor a la Humanidad, me considero humanista; me da asco el individuo, adoro al colectivo. Hay que hacer el amor y no la guerra en esta vida. Soy pro pacifismo, estoy en contra de la violencia de todo tipo excepto la verbal, que esa es maravillosa para no caer en la primera y a mí me congratula que os améis y que se cuenten historias de amor.
No solo hay amor de pareja, conste. De hecho, suelo escribir mucho sobre el amor. Le he dedicado una novela corta al amor y la experiencia con lectores en esa novela me lleva a hablaros de varias disertaciones para señalar un poco la demonización a la que son sometidos muchas veces los escritores.
Los escritores son esas personas que pasan horas y horas delante del ordenador, planificando, buscando las palabras exactas para vestir su idea, comiéndose las uñas por pensar en el qué dirán sus lectores cuando salga a la luz, combatiendo la ansiedad por no precipitarse antes de tiempo. Ser escritor es difícil. Se puede ser un escritor talentoso, pero tampoco hace falta ser tocado por el ala de la sensibilidad artística para llegar a escribir una buena novela, conste. Escritor se hace, no se nace.
Más allá de eso, es muy fácil juzgarlos y de esto ya hablaré después y a veces, las críticas que reciben, tanto positivas como negativas, no son para nada justas, porque no solo hay que saber escribir, sino también leer. Cuando leemos, nosotros le exigimos a la persona que está detrás cierta calidad, ¿no? Pues, ¿por qué no íbamos a ofrecerle nosotros como lectores lo mismo?
Creemos que al escritor le hacemos un favor por escoger su historia y leerlo, pero no, señores, no. Esto no va de favores. Esto es algo mutuo. Al escritor no debería importarle que lo lean 100 personas o 1.000 si escribe por amor al arte y no es su trabajo. Hay escritores, como puedo ser yo misma, que prefieren que lo lean solo cinco personas pero que esas cinco personas tengan la capacidad para entender lo que leen que cinco mil y esas cinco mil no entiendan y generen retroalimentación tóxica.
A mí no me gusta que la gente que me cae mal hable conmigo. Pues lo mismo con las historias. No me gusta que la gente que no sabe leer lea mi libro. Es algo abstracto y hay que salvar las distancias porque es un acto comunicativo especial al incluir el hecho de que entre emisor y receptor no se comparta el mismo contexto (yo aquí full filóloga-comunicadora) pero viene a ser igual de desagradable.
Por supuesto, cada uno es libre de leer y escribir como le salga de las narices, faltaría más, pero a veces, no viene mal pensar en ello por si es posible que queramos modificar nuestra conducta. A mí me gusta hacerlo, porque leo mucho aquí en Wattpad, pero escribo más en mi casa. Por esto último, porque todos somos lectores y escritores (es poco frecuente conocer a un lector que no le pique el gusano del escritor), deberíamos tener cierta consideración con ambos.
Normalmente, yo soy la lectora que juzga con el fin de acercaros novelas que creo que merece la pena que leáis porque considero que poseen la calidad que cualquiera buscaría para invertir su tiempo. No sé si lo he dicho en algún momento o si lo he dado por supuesto, pero cuando digo calidad no significa que esté buscando solo libros para gente intelectual con gafas de pasta.
Cuando digo calidad me refiero a un mínimo de requisitos en el buen hacer literario para que la experiencia sea disfrutable y que llegue a su propio objetivo. Es decir, que yo no estoy pidiendo que una novela juvenil me cree una revoltura moral de dos semanas, ni que una distópica o histórica pueda leerlas en el trayecto en el autobús a mi casa. Yo pido que dentro de lo suyo se hagan las cosas bien. También soy la escritora que se somete a críticas y juicios sin problema ninguno.
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No sé a qué huelen las nubes | Reseñas y recomendaciones
Non-Fiction¿Estás más perdido en Wattpad que un pulpo en un garaje? ¿No sabes cómo moverte para empezar a tener lecturas y opiniones? ¿Buscas lecturas buenas en la plataforma? Además, intentaré contaros trucos y daros consejos para empezar a crecer como autore...