El despertar de Orkheim | Leovixildo M.

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Si consigo escribir esta reseña sin matarme, habremos avanzado un paso. Al menos yo, que me sentiré satisfecha porque llevo aplazándola como dos meses porque no me siento inspirada para estar a la altura de la historia.

No, de verdad. Es que esta obra es muy densa, no sé por dónde empezar, ni cómo empezar, ni qué decir. Por si fuera poco, llevo tres libros de Geralt de Rivia en menos de un mes y estoy súper resacosa con la fantasía. Ahora nada que no esté protagonizado por mi (único) sugar daddy favorito me parece que merezca mención. Mi exigencia en el género está por las nubes en estos instantes, porque Sapkowski está en mi top del top de escritores.

¿Os he dicho que han subido una foto-recreación de cómo sería Geralt con unos veintipico años más o menos? Madre mía. Madre mía. My Fucking God. Geralt de Rivia, la cura de la homosexualidad (o todo lo contrario). Y yo planteándome mi asexualidad. Ya se me ha pasado el escepticismo ante el macho. Ahora entiendo porque se encama a todas. NORMAL. Por su culpa ahora todo ser mortal me parece un orco de Mordor. Puto Geralt. Y se supone que la idea es que es un tipo feo.

Vale, ya.

...

No.

¿Sabéis que es más feminista que las feministas? Y la gente diciendo que sus estándares con los hombres los ha formado Disney... Jesus Christ.

Añado extradiegéticamente tanta testosterona (y eso que no os he llenado de gifs, que podría) porque aquí se acaba la presencia masculina. En El despertar de Orkheim de LordAdvocado  lo que os vais a encontrar no es nada más y nada menos que puro girl power. Girls, Girls, Girls! Pero de las de verdad, no de las que son objeto de deseo (también, pero entre ellas), de las que te sacan un ojo como les toques los ovarios (o dos).

 Girls, Girls, Girls! Pero de las de verdad, no de las que son objeto de deseo (también, pero entre ellas), de las que te sacan un ojo como les toques los ovarios (o dos)

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Y si hay hombres, acaba mal. MUY mal. En nada se parecen a la joya de Rivia (que no es de Rivia btw).

La nación de Agsulent, con fama de haber sido siempre pacíficos, han empezado una campaña de hostigamiento hacia Wuntfler y el asedio se ha prolongado tanto que el pueblo sufre. Pero las guerras, como sabéis, son negocios. Y de los negocios viven las mercenarias como Layla y Galatea, que a ellas acude Megumi, en busca de ayuda para salvar a su protegida Flora, quien ha caído en manos de los enemigos.

Baia. Nunca pensé que iba a ser capaz de simplificar tanto esta historia. Me merezco un pin. La chapa la dejamos para cuando acabe la reseña. A lo que voy es que esto que os he contado no es mentira, pero tampoco abarca con mucha precisión la obra. Porque es solo una de las muchísimas tramas que se pueden leer, así que para entenderla hay que armarse de mapas, hacer ejes temporales y árboles genealógicos si se requiere.

¡Sí! Es de ESAS historias.

Sí. Entender los primeros capítulos y quedarse con los nombres de todos los personajes es una jodienda enorme. Yo soy sincera. Me pasé diez episodios diciendo: pero whaaaat. Luego ya me estudié los personajes y se me pasó. En su defensa tengo que abogar por la facilidad que nos brinda el que cada capítulo esté narrado por un personaje, porque te vas quedando con que la tipa que narró cuando pasó equis es esta y la que narró cuando pasó y es la otra.

No sé a qué huelen las nubes | Reseñas y recomendacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora