La cacería del chacal | Patricia Om

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¡Por fin! ¡Poooooooooor fin! Puedo decir que incluyo en este libro de reseñas una historia de misterio. Qué tortura rebuscar algo que me gustara. De verdad. Y sí, sé que Paranoidd cuenta como misterio, pero me refería a algo más usual, de los típicos que te dejan pensando quién es el asesino y esas cosas.

He de decir que yo no estoy muy ducha en el género, así que no voy a criticar nada que no me atrevo a argumentar con contundencia y debatir hasta la muerte. Por eso mismo, esta reseña es tan humilde como la obra y me limitaré a hablar de las cosas que me han gustado, porque y de las que no, si es que hay. Lo que no quiere decir que no haya también que tener en cuenta una estructura como otra cualquiera con sus peripecias estructurales.

Aclarado esto, os dejo con La cacería del chacal de patri_new, una ¿secuela? ¿spin-off? independiente de Una carroza para Belén, la cual no he leído, porque soy así y quería empezar la casa por el tejado y comprobar si de verdad la promesa metaficcional que hacía su autora era verdad cuando aseguraba que se entendía por sí misma.

Ana del Barco se ha mudado a Canalejas, un pueblo costero de Argentina después de que su amante Genaro y otra compañera muriera durante un caso

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Ana del Barco se ha mudado a Canalejas, un pueblo costero de Argentina después de que su amante Genaro y otra compañera muriera durante un caso. Le echa la culpa al denominado "chacal", un asesino en serie que terminó por apretar el gatillo al verse acorralado por la Policía.

Sumida en la desesperanza y los traumas que ahoga en alcohol, la aparición de dos cadáveres sospechosamente relacionados la devolverán a flote para que tenga que enfrentar la realidad: el chacal ha vuelto y ella se ha prometido meterlo entre rejas por lo que hizo en el pasado.

A primera vista es una premisa correctísima. Típica en el buen sentido. De las típicas que te llaman la atención y que se diferencian por el caso en sí o la temática. Sin embargo, creo que esto va más allá cuando la psicología de Ana y su lógica emocional la devuelven de nuevo al abismo y hace que Galo Cienfuegos, el verdadero protagonista tenga que hacerse cargo de todo a pesar de que él no es policía.

Lo que más me ha gustado, de hecho y sin dudar, fueron los personajes de la historia y creo que esto es la clave para una obra de misterio con cortes policiacos. Porque los personajes y sobre todo, sus agniciones, son el motor que pone en marcha el engranaje de la trama principal. Sin personajes trabajados no hay nada. Pero esto lo vamos a dejar un poco apartado, porque quiero hablar de otras cosas antes.

A golpe de vista, lo primero que puedo afirmar es que toda la obra denota mucha madurez por parte de la autora. Hay muchos detalles en todos los aspectos, como puede ser, por ejemplo, en los diálogos. Digamos que la forma que tiene Patricia de escribir es muy adulta, cosa que no siempre tiene que ver con la edad, porque hay personas de cuarenta que no terminan de madurar. Se nota que posee experiencia.

Esto es así en general por muchas razones que se pueden enumerar a medida que uno va leyendo, pero uno de los detalles que más me gustó es el de las conversaciones. No son estáticas. Añade movimiento, nos informa de que dicen algo mientras comen, dan un bocado de, juguetean con un hilo de ropa. Cualquier información irrelevante para la trama pero enriquecedora para hacerla más vívida; y aunque no lo creáis, esto es una muestra de la habilidad como escritora.

No sé a qué huelen las nubes | Reseñas y recomendacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora