Flores a mi asesino | Anya Julchen

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A día de hoy que la estoy escribiendo y no sé cuándo la publicaré, pero no creo que cambie de opinión, esta reseña es la que más difícil se me ha hecho. No por nada malo, al contrario, sino porque me encontré ante una obra que forma un todo a partir de varios relatos que solo tienen una única cosa en común y es abstracta, así que hablar de lo que siempre suelo contaros, aquí no tiene demasiada cabida.

Por eso mismo, os voy a hablar desde dos perspectivas, la de la obra en general y la de los relatos por separado y de los puntos débiles (que en realidad solo he encontrado uno y ni siquiera es débil) y los fuertes. Que por cierto, he dicho que no valoro la portada pero no podría ser más acertada. Si no lo decía, reventaba. Me puede el simbolismo.

Bueno, también es que tengo un diseño que pincharme en la pata que es prácticamente igual que ese, añadiendo sangre al revólver y las flores azules. Y claro. Pues una tiene sus debilidades. Dicho esto, me pongo seria.

Flores a mi asesino de AnyaJulchen es una obra compleja que como bien su nombre indica, le dedica al amor. Relato a relato, le regala una espina y una flor a ese sentimiento que dicen que mueve montañas, aunque como comprobaréis aquí, no siempre es bonito y positivo.

 Relato a relato, le regala una espina y una flor a ese sentimiento que dicen que mueve montañas, aunque como comprobaréis aquí, no siempre es bonito y positivo

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Lo más probable es que cuando alguien piense en historias de amor se imagine dentro de un rango más o menos amplio lo típico. Clichés si nos gustan, desamor, drama y tragedia de dos amantes, Shakespeare shorando, lo de siempre que a mí me dan arcadas, ya sabéis. Pues aquí Anya va más allá, porque no es por nada pero a la madres, los padres y los hijos, por decir algo, también los queremos. De nada.

Cuando digo que habla del amor hacia algo o alguien lo digo desde el más amplio de los sentidos. Amor aplicado a un tema en concreto durante doce relatos que tratan temas universales en distintas épocas de la Historia. Flores a mi asesino (¿he dicho ya lo bueno que es el título?) se puede resumir con ese adjetivo: "amplio".

Abarca relaciones del colectivo LGTBI con naturalidad, contemporáneas, históricas, amor de pareja, maternidad, maltrato, obsesión, amor a la libertad... ¿qué más podemos pedir?

No voy a contaros nada con más detalles porque no quiero revelar los relatos. Son bastante cortos y cada uno está asociado a una flor distinta, con un significado diferente. De forma general, la estética está más que pensada. Además de profunda, también es bonita. Lo tiene todo. Mi favorito es Diente de león, si os pica la curiosidad, pues ya sabéis.

Esto me parece uno de sus mayores puntos fuertes. Porque una antología de relatos cortos tiene pocas posibilidades de llamar la atención a menos que los haga un usuario ya reconocido por otras obras. Es cierto que todo el mundo prácticamente empieza así, porque es más sencillo y no hay tramas que nos compliquen la vida, pero por cada ventaja, hay desventajas. Sin embargo, en este caso, al haberle dado tanta homogoneidad, sin hacer que cada historia pierda su autonomía, se ha conseguido una obra de lo más completa y llamativa, gracias a esa estética.

El único punto débil, que no error, que le veo es que al tratarse de relatos, no hay muchos diálogos y se pueden hacer densos, por eso, aconsejo leerlos poco a poco y no del tirón, para digerirlos con tiempo suficiente como para captar todo lo que encierra. Hay mucha sutileza en cada uno, con cosas implícitas de las que se tiene que dar cuenta el lector, otra de las cosas que hace de Flores a mi asesino algo grande.

Lo que en un principio puede parecer que tiene poco mérito al tratarse de pocas líneas nos demuestra que para nada es así, que menos es más, como esta reseña como dicen y que en muy poco, encierra mucho. Hay relatos para todos los gustos y de hecho, a veces, deja con ganas de más, que desarrolle la historia de forma más extensa, porque el fragmento tiene muchísimo potencial.

Por último quiero hacer un aviso: aquí hay oscuridad y drama. No busquéis happy endings. Acordaos de que se llama Flores a mi asesino y no a mi amante, eh.

Lo mejor: toda la estética con la que ha dado forma al contenido

Lo peor: que algunas historias hayan sido tan cortas, entran ganas de conocer más a los personajes y el contexto

No sé a qué huelen las nubes | Reseñas y recomendacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora