Uno

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"Él la miró como un hombre ciego viendo el sol por primera vez."

📌Santa Mónica, California
Agosto 20, 2015

— Si, ya estamos llegando... Esta bien, saludos a papá, te amo. Bye – colgué la llamada y apoyé mi cabeza en la ventana del auto.

— ¿Tú papá aún sigue molesto? – me pregunta mi mejor amiga con su vista en la carretera.

— ¿Tú que crees? – le respondo. Mi papá es un caso serio, como casi siempre, tuve que recurrir a mamá para que lo convenciera de dejarme ir con mi amiga.

Íbamos de camino a Santa Mónica, a una pequeña fiesta de la familia de mi amiga, celebrando el cumpleaños número cinco de su hermana adoptiva.

Elle es la hermana que a mi me hubiera gustado tener. Es una gran amiga y una gran persona, y a pesar de la gran fortuna que presenta su familia, es la persona más humilde que puede existir en el planeta —incluyendo a sus padres—.

Ella nació en Italia, pero sus padres se mudaron a Estados Unidos cuando apenas tenía tres años, estaban de estado en estado, hasta que a sus once años se mudaron a Oakland, donde viven actualmente. Nos conocimos cuando ella entró nueva a la secundaria donde estudiaba, al principio me pareció una chica muy fresa, puesto que todos conocían la fama del apellido Martinelli, ya después nos tocó conocernos un poco más, fuimos teniendo más confianza, nos volvimos inseparables y hasta el día de hoy, hemos sido mejores amigas.

Como iba diciendo, nos dirigimos a Santa Mónica, yo le insistí tanto a Elle para que no me llevara al cumpleaños de su hermana, pero fue en vano. Es algo familiar y aunque nosotras somos amigas, sabía de sobra que me iba a sentir un poco incómoda. No conozco a nadie de su familia, a excepción de sus padres y hermana, no sabía como me iban a tratar.

Inclusive le dije que no tenía que ponerme —era una excusa, por supuesto— pues no iba a ir a una fiesta llena de personas elegantes y millonarias con unos short y una blusa —que es lo que mayormente uso—. ¿Y saben que hizo ella? Desordenó por completo mi armario y me buscó un outfitt que según yo, era presentable.

Como dije anteriormente, ella es muy humilde y le importa un pepino la forma de vestir de otras personas.

Siempre he pensando que cada evento tiene una protocolo de vestimenta y es así pero bueno, es Elle. Y no es como que a una fiesta de una niña, uno iba a llegar con un vestido de gala o algo parecido pero es que... Su familia usa ropa de marca, yo no ¿me doy a entender?

— Escúchame bien, Angelina Soffer – solté una risita, siempre que quería decirme un regaño me llamaba por mi nombre y mi apellido materno — Hay de ti si te quedas sentada en un rincón, hoy vas a conocer a mi familia completa, no me hagas pasar vergüenza ¿entendido? – me dice estacionando su auto.

— ¿Desde cuándo yo te hago pasar vergüenza? – le pregunto quitándome el cinturón.

— Nunca me has hecho pasar vergüenza pero por favor, no te pongas tímida ¿ok? Algunos te conocen por fotos y han escuchado cosas muy buenas sobre ti, no te van a criticar ni nada por el estilo

— ¿Cómo sabes eso?

— ¡Ay! ¡Solo baja del auto!

Riendo tomé la bolsa de regalo de ambas y salí. Acomode mi vestido y me aseguré de que no estuviera muy arrugado.

Unbreakable LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora