"Solo has que pare, por favor has que pare. Duele"
Antes de ir a casa de Elle, pasamos por el supermercado a comprar una que otra chuchería, y cuando tuvimos todo, fuimos a su casa.
— Se me estaba olvidando... Jazmín, no podrá venir – me dice mientras detiene el auto frente a su casa.
— Ok – me limito a contestar. No sabía que podía responderle, no conocía muy bien a esa chica, aunque era muy simpática. Tomamos las bolsas del supermercado y salimos del auto, entramos a su casa y llevamos las bolsas directamente a la cocina.
— ¿Quieres entrar ahora a la piscina?
— Tal vez más tarde – respondo mientras tomo asiento en la isla.
— ¿Elle? – se escucha una voz desde la sala. Pronto aparece el dueño en la entrada de cocina, quedándose parado con su mirada fija en mi. — Oh, hola – murmura sin despegar su mirada.
Me concentro en ver sus increíblemente hermosos ojos azules, siento un regocijo en el pecho que me hace fruncir el ceño. He visto esos pares de ojos antes pero no sé en dónde.
Vamos, Angelina, piensa.
— ¿Angie? ¿Estás bien?
Ignoro el llamado de mi amiga y me pongo de pie con intención de acercarme a él pero un mareo me lo impide.
Él se acerca con rapidez e impide que caiga al suelo tomándome de la cintura. — ¿Estás bien? – me pregunta y veo un destello de algo en su iris.
— Yo... – me pongo derecha y siento sus manos alejarse lentamente de mi cuerpo. — Yo... – me golpeo mentalmente cuando trato de decir algo coherente.
— Ven, vamos a sentarnos – la mano de mi mejor amiga se coloca en mi brazo, me saca de la cocina y me lleva al salón donde me ayuda a sentarme en el sillón. El chico que detuvo mi caída, se sienta a mi lado a una distancia considerablemente alejada. — ¿Recordaste algo? – me pregunta lentamente como si tuviera miedo de mi reacción.
Me giro hacia el chico y éste tiene su mirada en el suelo. — ¿Por qué tus ojos se me hacen tan conocidos? – me sorprendo por lo acabo de decir. Él vuelve su mirada hacia mi y me mira de la misma forma en la que me miró hace un rato.
~¿Qué me ves?
~Me gustan tus ojosCierro los ojos con fuerza al sentir un fuerte dolor que atraviesa mi frente.
~Me lo has dicho varias veces...
~Son tan pero tan azules...Tienes que recordar, Angelina. Vamos, tienes que recordar. Haz un esfuerzo, rebusca entre los rincones de tu mente qué es lo que estás olvidando.
Niego varias veces mientras llevo mis manos a mi cabeza, un tornado de recuerdos incoherentes pasa por mi mente haciendo que gima del dolor.
— Angie, cálmate. No te presiones tanto – me dice mi amiga poniendo su mano en mi hombro
— Tengo que recordar, no puedo más, tengo que recordar – murmuro para mi misma pero sé que ellos escucharon perfectamente.
~Me encantas...
Siento como lágrimas comienzan a salir de mis ojos, me siento inútil.
— Oye... – abro los ojos cuando siento unas frías pero a la vez cálidas manos se posan en las mías – Respira conmigo ¿está bien? – ni siquiera me había dado cuenta que había empezado a respirar con más rapidez de lo normal. — Tranquila – me atrae hacia su pecho y deja un beso en mi frente, luego empiezo a sentir su lenta y suave respiración en mi oído – Respira conmigo – me repite.
Trato de hacerle caso pero el dolor de cabeza no desaparecía.
— Me duele – digo con la voz entrecortada.
— Tranquila, cariño, ya pasará
Jay
Verla de esta forma me rompe el corazón, si es que aún quedaba algo de el. Me dolía como los mil infiernos verla así, ella no merecía esto, no merece esto, joder.
— Shhh, ya pasara, cariño, ya pasara – susurro cerrando mis ojos y disfrutando del acercamiento que teníamos después de casi dos meses.
Era completamente injusto que estemos pasando por esto, que ella esté pasando por esto. No me gusta para nada la dichosa prueba que nos había puesto el destino o quien sea que haya sido.
Cuando siento que se está calmando un poco, llevo mi manos a su nuca con cuidado de no lastimar su herida y la acaricio. Aún lloraba en mi hombros, podía sentir sus lágrimas mojar mi cuello haciendo que mi corazón se encoja una vez más.
Abrí mis ojos encontrándome a mi prima llorar en silencio mientras nos miraba. Ella también sufría al ver a su mejor amiga así, que digo de mejor amiga, su segunda hermana. Ambas se querían demasiado y estoy seguro de que si fuera Elle quien estuviera en el lugar de Angie, sería igual o peor.
— Le traeré un poco de agua – dice y se levanta pasando sus manos por sus ojos.
Me doy cuenta que Angie estaba más tranquila, la miro y la veo con sus ojos cerrados pero aún no dejaba de llorar. Me tomo la libertad de tocar su mejilla secando las gotas de lágrimas que salían sin parar. Ante mi acto ella abre los ojos y me mira sin decir nada.
— ¿Te sientes mejor? – susurro sin dejar de secar sus lágrimas.
Por favor, deja de llorar – ruego mentalmente.
Ella asiente y vuelve a cerrar sus ojos. Doy una media sonrisa y acerco mis labios a su frente.
Escucho como la puerta se abre, pero me quedo en mi lugar. Frente a mi aparecen mi hermano, mi tía y mi otra prima. Ambos mueven sus labios preguntándome si había recordado algo pero niego.
Elle sale de la cocina con un vaso de agua, saluda de manera breve a su madre y deja el vaso en la mesa ratona. Vuelve a la cocina, con los recién llegados siguiéndole.
Mi espalda comienza a molestarme debido a la posición en la que me encontraba. Sin tener la más mínima intención de separarme, me recuesto del apoya brazos del sillón.
Me quedo en silencio mirando a la nada y pensando y sintiendo de todo al tener a la única chica que he amado más que a mi mismo, en mis brazos.
Pasan unos minutos cuando siento su respiración más tranquila de lo normal, la miro tocando sus mojadas mejillas pero ella no se inmuta ante mi acto.
Se ha quedado dormida.
Sonrío como estúpido al verla, esta mujer me hace sentir todo tipo de emociones.
Me levanto con cuidado, paso mis brazos por sus piernas y espalda y camino hacia las escaleras para luego dejarla en la habitación de Elle. Me controlo para no besar sus labios entreabiertos y salgo de allí.
— Se quedó dormida – digo dejando el vaso de agua que Angie se debió de tomar en la encimera – La he dejado en tu habitación – miró a Elle y esta asiente.
— Elle nos contó lo que pasó – dice mi hermano. — Está haciendo un sobre esfuerzo por recordar...
— Lo sé... Se está auto lastimando – murmuro. — Se pone demasiada presión a si misma
— Se siente impotente – dice mi tía – Ella no merece esto, es tan joven para pasar por esto
— Mami, ¿Angie volverá a ser la de antes? – pregunta mi prima Ivana jugando con las manos de mi hermano.
— Esperemos que si, mi amor
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Unbreakable Love
Lãng mạn[SIN EDITAR] A tan solo dos meses de cumplir dos años de noviazgo, la relación entre Jay Martinelli y su novia, Angelina Halstead se ve afectada por una serie de problemas, causados por varias personas aledañas a ellos. El destino pone a prueba la r...