M&M√
Crema de Hershey's blanco√
Besitos de Hershey's√
KitKat√
Nutella√
Skittles√
Mini Snickers√Por favor, Angelina no compres muchos dulces – recuerdo lo que me dijo Jay antes de que saliera de casa.
— Tus órdenes se fueron al demonio, cariño – digo mientras miro con admiración el área de dulces del mini market. — A este paso terminaré diabética – digo mientras tomo la nutella – Al menos moriré feliz
— ¿Acaso estás hablando sola? – escucho a alguien reírse a mis espaldas.
Me volteo y sonrío. — Hola Marks – saludo.
— Hola Halstead – se acerca y me besa la mejilla. — Sigues siendo amante de los dulces ah
— Pss... ¿Qué puedo hacer? Tengo a dos vocecitas en mi cabeza, ya puedes imaginarte la que está ganando – sonrío con egocentrismo.
— Los dulces no son buenos, señorita
— ¿A quién le importa? Porque a mi no – río mientras salgo del pasillo tentador a su lado.
— A tu salud debería de importarle, mensa – me dice
— Esa parte está en estado vegetal
Entro al pasillo de los embutidos. Comienzo a ver que comprar.
— Así que... ¿Estás viviendo sola? – me pregunta quedándose a mi lado.
— De vivir sola sola, no. Pero si
— ¿Cómo es eso? – pregunta riéndose.
— Solo estaré ahí unas semanas hasta que entre de nuevo a la universidad
— Oh, ya entiendo. Vives con tu novio y Elle ¿no?
— Con mi novio solamente, Elle estaba de visita – le veo asentir – ¿y tú? ¿Qué te trajo de vuelta a Oakland?
— Unas pequeñas vacaciones
— ¿Viniste solo?
— Si, mi novia no pudo venir conmigo
Lo miré fingiendo sorpresa. — ¿Tienes novia?
— ¿Qué? ¿Acaso creíste que este cuerpazo se quedaría soltero toda la vida? – suelto una carcajada ante su ego.
— No has cambiado nada
Seguimos poniéndonos al tanto mientras cada quien hacia sus compras. Cuando terminamos y llegamos cada quien a su destino, nos pedimos el número para salir una tarde y seguir con la conversación.
— ¡Rubio! ¡Ya llegué! – grité pero no recibo respuesta.
Voy a la cocina y comienzo a ordenar las bolsas. En todo ese rato no recibo respuesta de parte de Jay, de seguro salió. Entro a la habitación y lo encuentro durmiendo. ¿Mencione que Jay tiene el sueño pesado? ¿No? Pues, ya lo saben.
≈
— Es una metáfora... Te colocas el arma asesina en la boca pero no le das el poder de matar
Ay, Gus, te amo tanto.
Llevo un M&M a mi boca mientras miro embelesada la pantalla de la televisión. Llevaba un buen rato sentada viendo películas, esta era la número dos.
— Hola – escucho una ronca voz a mis espaldas. Giro la cabeza y abro los ojos a más no poder al ver a Jay pálido.
— ¿Qué te pasa? – me levanto y corro hacia él. Toco su cuello y frente que estaban un poco calientes. — Tienes fiebre
Con razón se me hacia raro que estuviera durmiendo, pocas veces Jay duerme en horas de la tarde. Me golpeo mentalmente por no haberme dado cuenta antes.
— ¿Ya tomaste algo?
— Me tomé una pastilla para el dolor de cabeza y la fiebre
— Pero no hizo efecto... Ve a darte una ducha fría mientras te preparo una sopa ¿si?
Extendió su labio inferior hacia afuera. — Anda, te hará sentir mejor
Lo empuje suavemente hacia la habitación, se da la vuelta y arrastra los pies hasta entrar de nuevo al cuarto.
Camine hacia la cocina y comienzo a sacar todos los ingredientes que necesitaría. Al darme cuenta de que me faltan algunos, tomo mi celular y llamo al mini market, que tiene servicio a domicilio y pedí lo que me hacía falta.
Que cosas ¿no? Hice las compras y me faltaron cosas.
Mientras esperaba, corte las cebollas y el ajo, rallé las papas y el jengibre. Justamente estaba terminado cuando llaman al timbre, fui a abrir la puerta y le dije a la chica que me esperara mientras buscaba el dinero.
Cuando lo tuve, le pagué, le agradecí y volví a la cocina. Una media hora más tarde, la sopa estaba lista.
— Sì, Angie mi sta facendo una zuppa «Si, Angie me está haciendo una sopa» – escucho decir a Jay mientras entro a la habitación. Me siento a su lado en la cama mientras dejo la bandeja en la mesa de noche — Ti amo anch'io, mamma. addio «También te amo, mamá. Adiós» Mamá, te manda saludos y dice que gracias por cuidar de mi – me dice una vez cuelga.
— Para mi no es nada – digo tocando su frente. — El baño te bajó un poco la fiebre – tomo la bandeja y hace una mueca de asco al verla – Come, te hará sentir mejor
Lo veo hacer muecas y quejarse por el sabor de la sopa, y yo lo entiendo ¿saben? Mamá me daba lo mismo cuando me enfermaba y créanme que una sopa con puro sabor a cebollas y ajos no es buena pero ayuda mucho con el resfriado.
Me quedé en la habitación viendo que se la estaba comiendo, no vaya a hacer que la tire en el lavado.
— Tómate esta pastilla
— ¿Otra? – refunfuña como todo un niño pequeño
— No seas terco – le digo pasándole un vaso de agua. — Te hará sentir mejor, Jay – le repito por ¿cuarta? ¿Quinta? Vez en la tarde. — Ahora descansa, llámame si necesitas algo – le digo poniéndome de pie y dejando todo en la bandeja.
— Quédate conmigo – dice con la voz ronca.
— Iré a lavar los platos sucios y vuelvo ¿si?
— No te tardes
Niego y salgo de la habitación. Apago la televisión, que ni siquiera recordaba que la había dejado prendida. Voy hacia la cocina y comienzo a lavar todo lo que estaba sucio, termino luego de unos minutos, una vez he limpiado todo, voy a la habitación y veo a Jay acostado y viendo su celular.
— Tardaste mucho
— Un poco – respondí mientras me subo a la cama, me recuesto y no pasan dos segundos cuando él está abrazándome y con su cabeza en mi pecho. Comienzo a acariciar su rubio pelo.
— La graduación de Xavier es el próximo fin de semana, ¿vas a venir conmigo?
— Supongo que si, hablaré con mamá
— Tengo planeado irme la madrugada del jueves...
— ¿En dos días?
— Ujum... Llama a tu madre con tiempo, quiero que vayas conmigo
— Esta bien, mañana la llamaré
Vamos a pedirle a Dios que mi querida madre no se niegue a dejarme ir.
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Unbreakable Love
Romance[SIN EDITAR] A tan solo dos meses de cumplir dos años de noviazgo, la relación entre Jay Martinelli y su novia, Angelina Halstead se ve afectada por una serie de problemas, causados por varias personas aledañas a ellos. El destino pone a prueba la r...