Treinta y nueve

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ItalianFav😻💘

¿Podemos vernos?🙏

¬¿A esta hora?😳

Si🙏 Por favor🙏 Estoy afuera de tu edificio

— Elle, Jay quiere que nos veamos – le digo a mi mejor amiga mientras la veo sentada en su cama quitándose el maquillaje.

— ¿Cuándo?

— Ahora

— Ve, tienen que hablar

— ¿No crees que es muy tarde? Van a hacer casi las diez de la noche – respondo jugando con las puntas de mi cabello

— Ay por favor, Angie, ¿tienes miedo de que Jay te haga algo que no quieres? – bromea

— Tonta – salgo de mi cama y camino hacia el armario buscando una sudadera. Tomo mis llaves y mi teléfono guardándolos en los bolsillos de mi pantalón de pijama. — Hablamos al rato

— Si estoy durmiendo, me despiertas y me cuentas el chisme completo

Niego y salgo de la habitación. Camino por el largo pasillo hasta llegar a las escaleras, comienzo a bajarlas despacio hasta llegar al primer piso. Abro la puerta y veo a Jay sentado en las escaleras de la parte techada que une su edificio con el mio.

— Aquí estoy – llamo su atención y él se pone de pie caminando hacia mi.

— ¿Damos una vuelta? – pregunta con las manos escondidas en los bolsillos de su sudadera.

Camino a su lado perdida en mis pensamientos, no sabía en donde estábamos parados después del beso de esta tarde. Bien sabía que, habíamos quedado en empezar de nuevo, pero ninguno de los dos había dado indicio a dar un paso para eso.

— Cometí un gran error al besarte hoy – mis pasos se detienen al escuchar sus hirientes palabras.

— ¿Qué dices? – pregunto sin poder creer lo que me acaba de decir. Me pongo frente a él buscando su mirada, gracias a los faroles del campus, puedo ver su expresión con claridad. — Repite lo que dijiste – mi tono de voz había cambiado por completo

— Eso, cometí un error al besarte, no debió pasar – me quedo esperando ver un destello de mentira en sus palabras pero no lo veo

— ¿Es en serio? – no dice nada – Bien, no volverá a pasar – prometo y me dispongo a irme.

— Espera, aún no termino – me quedo de espaldas esperando que es lo que le falta por decirme – Cometí un error al besarte – repite – Porque se supone que no debo besar a la chica que me gusta antes de la primera cita

Lo mato.

Me volteo lentamente y veo como sonríe abiertamente. Hijo de la fruta.

— ¿Qué? – dice con inocencia – ¿Acaso no es cierto? No debí besarte, tenia que haber esperado a la segunda cita... Pero no me resistí y lo arruiné, tus besos son mi debilidad ¿sabías?

Me acerco a él y comienzo a golpear su pecho. — Te odio, te odio, te odio – digo mientras lo veo reírse.

— Ya, ya – atrapa mis muñecas y lo fulmino con la mirada. — Tu cara se veía tan graciosa – trato de safarme de su agarre pero no puedo. — Lo siento, no lo volveré a hacer

— Te odio

— Ambos sabemos que no es así, pero ya hablando en serio... ¿Quieres salir conmigo el sábado?

— No

— Oh vamos, fue una pequeña broma, así de chiquita como tú – lo miro mal, solo era unos centímetros más baja que él.

— ¿Por que debería de aceptar?

— Porque si, no puedes decirme que no

— No – solté una risa ante la expresión que puso.

— Angie, es en serio... Ese tiempo que nos estamos tomando me está matando, quiero volver a recuperar tu confianza – suelta mis manos y me abraza por la cintura apegándome a su cuerpo – Quiero volver a estar contigo, quiero hacer las cosas bien

— Todo lo que haces, lo haces bien – eso sonó mal.

— ¿Ah si? – siento mis mejillas rojas y calientes – Es bueno saberlo – me guiña un ojo.

— No me refería a eso, malpensado.

— ¿Qué dices? ¿Aceptas?

— ¿Dónde me vas a llevar?

— Tomaré eso como un si – dice sonriente, yo le devuelvo la sonrisa. — Carajo – maldice y lo miro confundida – Quiero besarte

— Acabas de decir que nada de besos antes de la segunda cita – suelto riendo. Su mirada bajo a mi boca y luego a mis ojos.

— Olvida lo que dije, vamos a tener citas pero déjame besarte cada que quiera ¿si?

— Una promesa es una promesa, Martinelli – alejo mi rostro del suyo queriendo hacerlo sufrir un poco. Yo también quería besarlo.

— Uno chiquito ¿si? – se acerca nuevamente y volteo el rostro terminando su beso en mi mejilla. — Angelina, odio que hagas eso y lo sabes

— ¿Qué cosa? – digo fingiendo confusión

Gruñe como un perrito, y eso me hace soltar una risa, se escucha tan tierno cuando hace eso. Una mano fue a parar a mi mandíbula y la atrapa con fuerza pero sin llegar a lastimarme.

— No te muevas – advierte antes de juntar sus labios con los mios.

No es como si tuviera intenciones de hacerlo; pienso mientras me dedico a disfrutar de las caricias que sus labios le brindan a los mios.

Nosotros eramos la pareja más extraña que podía existir en este mundo, se supone que nos estamos tomando un tiempo, y acá estamos besándonos como si no hubiera un mañana.

Vaya tiempo que nos hemos tomado.

-2/3-

Unbreakable LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora