Veintiuno

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"Ese momento en el que realmente puedes sentir el dolor en tu pecho al ver o escuchar algo que rompe tu corazón"

Salgo de la habitación sintiéndome ahogado, y me dejo caer en el suelo flexionando mis piernas.

No los he visto nunca en mi vida, lo siento.

Tomo mi cabeza entre mis manos y cierro los ojos deseando con todas mis fuerzas que esto sólo sea una pesadilla de la cual quiero despertar pronto.

— Jay – miro a mi hermano, este se agacha y me abraza sin decir nada.

— Se olvidó de mi, no... No me recuerda, se olvidó de mi...

Lloro como un niño pequeño a quien acaban de castigar injustamente. Lloro sintiéndome miserable, los cuatro años que llevábamos conociéndonos y juntos se fueron por un barranco.

Todos esos te quiero, esos te amo, esas promesas que nos hicimos se fueron, desaparecieron. Me dolía saber que ni siquiera recordaba cuando me conoció.

No existo para ella.

— Será mejor que por ahora no se entere del embarazo – escucho murmurar a la doctora pero no levanto mi rostro. — Ahora más que nada tienen que estar ahí para ella, los necesita.

— Gracias, doctora – escucho la voz de su padre.

— Espero que esté feliz – digo levantándome y mirándolo. — Se empeñó tanto para que su hija terminara conmigo y el destino se puso de su lado... Felicidades, ahora ni siquiera sabe que existo

— La doctora nos dijo que tenemos que mostrarle las cosas despacio, solo un pequeño empujón para que vaya recordando... – nos decía Elle mientras estábamos sentados en el comedor de su casa. — Pero no decírselas de una, eso podría causarle más daño

— ¿Jay? – miro a mi madre. — ¿No vas a comer?

— No tengo hambre

— Oye... No te pongas así – me dice mi prima – No es su intención no acordarse de ti

— Sea o no su intención, duele como el infierno, Elle

— Puedes acercarte a ella, hablar con ella...

— ¿Para qué? Ni siquiera sé que hago aquí...

— No te rindas, Jay. Ahora más que nadie ella te necesita

— Si como no – digo sarcástico – No me recuerda, Elle, no se acuerda de mi ¿entiendes eso?

— Jay, no le hables así a tu prima – me regaña mi padre.

— Lo dices como si fuera su culpa... Cuando saliste de la habitación me preguntó quién eras, no le podía decir pero me dijo que una parte de ella le dolió verte salir así... ¿Qué crees que va a pasar si ella recuerda todo y tú no estás aquí? ¿Qué crees que pasará cuando recuerde que perdió a su bebé? Cuando se de cuenta que sus padres le dieron la espalda cuando supieron que estaba embarazada... Esto simplemente es un bache en su relación, Jay. En algún momento ella va a recordar lo mucho que te ama y no será para nada lindo que cuando lo haga, tú estés en Italia

Días después

Angie

Había pasado tres días metida en la habitación de un hospital, para luego pasar el resto de mis vacaciones metida en mi casa.

Esto no era vida ¿saben?

Mis padres me habían contando que fue lo que me había pasado, cómo fue que tuve ese accidente que provocó que olvidara gran parte mi vida. Me decían que solo había olvidado pocas cosas pero algo me decía que no era así.

Tenía que tener paciencia y darle tiempo al tiempo pero la paciencia no estaba dentro de mis virtudes.

— Angie, Elle vino a verte – levanto la vista del libro el cual no estaba leyendo y miré hacia la puerta. Por ahí entró mi mejor amiga y Jazmín, la nueva amiga de Elle.

— Hola – saludé.

— Hola, ¿cómo estás? – me saluda Elle acostándose en mi cama.

— Bien, ya sabes...

— ¿Nada nuevo? – niego – Solo ha pasado una semana, paciencia

— Estoy comenzando a odiar esa palabra – le digo dejando mi libro en la mesita de noche. — ¿Qué trajeron para hoy?

Cada dos días Elle venía a mi casa a enseñarme fotos de los últimos meses juntas. Hace dos días me había enseñado fotos de cuando estábamos en el colegio.

— Fotos de la universidad – dice sacando su teléfono.

— ¿Te vas a quedar ahí parada? – le digo a Jazmín. Ella me sonríe y se sienta al pie de la cama.

— Vamos a empezar...

Nos colocamos de manera que las tres podíamos ver las fotos. Elle comenzó a pasar las fotos en donde estábamos nosotras dos, algunas solas, otras con Jazmín y con unos compañeros.

— Espera, pon la foto anterior – le digo al ver algo que llamó bastante mi atención.

— ¿Cuál? ¿Esa? – noté como se puso tensa y puso una foto que no era.

— No – traté de quitarle el celular pero me lo impidió. — Déjame ver

— Creo que vimos muchas fotos por hoy ¿no crees? – se levanta y se sienta. — ¿Quieres ver una película?

— Vamos, déjame ver – le insisto. — Solo es una foto

— Recuerda que no puedes ver muchas cosas al mismo tiempo... Puede darte jaqueca

— Solo es una foto – negó – Por favor...

— No. Y no me vas a convencer

— Tú salías en la foto, déjame ver

— Que no

— ¿Cómo pretenden que recupere la memoria si me ocultan cosas?

— No podemos mostrarte todo de una... Tienes que generar las cosas despacio

— Solo es una foto, solo... Déjame verla ¿por favor?

Ella mira a Jazmín como si le estuviera pidiendo permiso.

— Deja que la vea... Tal vez le ayude a recordar algo

Elle suspira de mala gana y busca su celular, y me lo pasa con la foto en pantalla.

Miro con detenimiento la foto; ahí estaba Elle quien era la que estaba tirando la foto, y atrás de ella estaba yo, siendo abrazada por un chico rubio mientras este besaba mi mejilla.

Fruncí el ceño tratando de recordar en dónde lo había visto, qué tenía que ver él conmigo, y por qué estábamos tan juntos en la dichosa foto.

— ¿Quién es él?

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Unbreakable LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora