Cuarenta y tres

1.9K 89 8
                                    

Acción de gracias estaba al doblar la esquina, el aire navideño ya se sentía en Silicon Valley y en todo Estados Unidos (creo). Ya estaban empezando a decorar la universidad y lo poco que había, estaba precioso.

Los profesores estaban dejando de dar clases para ir con sus familias a celebrar ese día. Y era mejor para los estudiantes, hay muchos que viven bastantes lejos, Elle y yo por ejemplo. Pero lo malo de todo esto, es que pusieron tareas súper largas para entregar cuando volvamos de esas pequeñas vacaciones.

El día de acción de gracias estaba cerca y mi cumpleaños lo estaba aun más. Faltaban dos días para mi cumpleaños número diecinueve y yo estaba más que emocionada. Mis padres me tenían preparado una cena, y los padres de Elle y Jay estaban invitados.

La verdad me sorprendió un poco que invitaran a los Martinelli Mancini, no porque no quisiera que asistieran sino porque yo tenía entendido que vendrían al día siguiente y no antes. Pero bueno, era muchísimo mejor porque así mi padre y ellos se conocerían más a fondo.

Ahora mismo me encontraba en el asiento trasero del auto de Jay, acostada mientras que este y Elle iban adelante. Estaba muy pero muy cansada, estos últimos días me los pasé acostándome pasadas las doce de la madrugada avanzando y terminando dibujos que tendría que entregar para la semana entrante para mi nuevo trabajo, y para la universidad. Quería tener esta semana despejada para mi familia.

¿Nuevo trabajo? Si, he conseguido trabajo en una plataforma de diseños y programación ubicada en Silicon Valley, me pagan súper bien y respetan mi tiempo universitario.

Un fuerte frenazo me hace ir hacia delante y darme contra la parte trasera del asiento copiloto.

- ¡Auch! - me quejo sobando mi frente recientemente golpeada y sentándome.

- Lo siento, amor - responde Jay riéndose. Extiendo mi mano y le doy un golpe en la frente. - ¡Oye!

- Lo hizo a propósito - señala Elle.

- Por supuesto que no - se defiende mirándola mal - El semáforo estaba a punto de cambiar y...

- Manejas como abuelita, por eso no te dio tiempo - su prima se burla y recibe un empujón por parte del rubio.

- Mira quién habla

- ¿Falta mucho para llegar? - pregunto mirando por la ventana. Estábamos a unas calles de la casa de Elle. - Dormí todo el camino y no comí nada - hago puchero poniéndome en medio de los dos asientos.

- Nos paramos a comer en McDonalds - me sorprendo y miro mal a Jay

- ¿Y no se les ocurrió llamarme? No sé, para comerme aunque sea una papa. ¡Me dejaron encerrada aquí!

- No te dejamos encerrada, pedimos por el autoservicio - le di otro golpe en el brazo a Jay.

- Ustedes se la pasan dándome golpes, las voy a denunciar

- ¡Mi bebé! - exclama Elle una vez llegamos a su casa y ve su auto afuera.

Cuando Jay estaciona el auto, Elle sale corriendo a revisar "su bebé", mientras Jay y yo nos reíamos por su acto. La puerta principal se abre, dejando ver al padre de Elle con la pequeña Martinelli en brazos.

Jay en cuando la ve, corre hacia ellos tomándola en brazos y llenándola de besos.

¡Que lindos se ven!

Yo me dispuse a saludar al papá de Elle, después entré a la casa y salude a los demás; los padres de Jay estaban sentados en la sala junto con la mamá de Elle e Ivana y Xavier estaban jugando en el suelo con el PlayStation.

- Hola, hermosa - me agache para saludar de beso a Ivana. - ¿Quién va ganando? - pregunto después de saludar a Xavier.

- Le prometí un Banana Split si perdía y se lo está ganando - me dice Xavier a lo que yo me río.

Me volteo para dejarlos tranquilos y me acerco a Jay para quitarle a su hermana.

- Ven conmigo, mi amor - le hablo a la pequeña ojiazul, estaba regordeta, daban ganas de comérsela.

- Ni a mi me hablas así - se queja Jay acomodando el gorrito que tenia su hermana.

- Celoso, es tu hermana - le digo sonriendo.

- ¿Y eso qué?

- Es una bebé - miro a la pequeña que observaba atenta a nuestra conversación - Una bebé muy hermosa ¿verdad que si?

- Puedo darte una propia si quieres

- Vete de aquí - le digo dándome vuelta. Me siento en el sofá y juego con la beba que tengo en brazos.

Me la quiero comer. Está preciosa.

- Acabo de llegar y ya me están votando, increíble - se queja yendo a saludar a su madre.

- ¿Quién te está votando, hijo? - pregunta el señor Martinelli a su hijo.

- ¿Ves la loca esa que está cargando a tu hija? - me dice y yo río mordiendo las mejillas de Jeanny - Ella me está votando

- Dramático - susurré.

- Escuché eso, Angie

- Ese era el punto - lo miro y le sonrío.

Después de haber estado unos minutos jugando con Jeanny, Elle me la quitó, hablé un buen rato con la madre de Elle y la de Jay, hasta que me entró el cansancio nuevamente y decidí irme a mi casa.

- Yo te llevo - me dice Jay poniéndose de pie.

- No, tomaré un taxi - guardé mi celular en el bolsillo trasero de mi short. No quería interrumpir su juego con Xavier.

- Ya te dije que yo te llevo... No te atrevas a hacer trampa - le advierte a su hermano. - Vamos - se acerca y me toma de las manos. Me despedí rápidamente de todos y salí de la casa junto con Jay. - Quería un momento a solas contigo - me dice una vez estamos dentro del auto.

- ¿Pasa algo? - me giro un poco para mirarlo

- Solo quería decirte algo - me quedo callada esperando que siga hablando pero no lo hace. Noto su movimiento nervioso al darle la vuelta al volante.

- Jay, ¿qué pasa? ¿Está todo bien?

No dice por unos segundos hasta que se detiene frente a mi casa. Por si no sabían, vivo a solo unas cuadras de la casa de Elle.

- No pasa nada, en serio - se gira para mirarme y toma mis manos y acaricia el dorso de estas. - Solo quería decirte que te amo - sonrío y respiro tranquila al saber que no es nada grave - Te amo y que no puedo estar más feliz de haberte conocido en una fiesta de niños y de haber obligado a Elle para que nos presentará

- Yo te amo muchísimo más y también estoy súper feliz de haberte conocido - me acercó y beso sus labios cortamente - Por un momento me asusté, pensé que había pasado algo gravísimo

- No era mi intención, lo siento.

- Esta bien, te amo rubio

- Ti amo molto di più, castagna «Yo te amo mucho más, castaña»

- Espero que no haya sido un insulto - digo refiriéndome a lo que acaba de decir que por cierto, no entendí.

- De cumpleaños te daré un diccionario italiano

- Idiota - golpeo su brazo y me quito el cinturón para bajarme.

Unbreakable LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora