Unbreakable Love

Doce

La fiesta de cumpleaños de Jay terminó de la mejor manera, definitivamente fue la mejor forma de celebrar su cumpleaños.

Él se divirtió bastante y más aún teniendo a sus amigos con él, me agradeció incontables veces por haberlos invitado.

Al final del día (o de la noche) no se enojó conmigo por hacerlo esperar esas semanas, él comprendió que lo hice para que todo saliera bien en la noche de ayer y dijo que fue una idea bastante buena pero me hizo prometerle que no vuelva a hacérselo otra vez.

— ¿Tienes todo? ¿No se te queda nada? – le digo recibiendo una mirada de fastidio de su parte.

— Ya te dije que si, mi amor. Ni que fuera la primera vez que vaya a salir solo, soy un adulto ¿recuerdas?

Lo miré cejuda y cruzada de brazos. — Como digas

Hoy domingo Jay se iría de rumba con sus amigos a las grandiosas playas de Malibu, era su último día aquí ya que sólo vinieron por el fin de semana, partirían de vuelta a Italia mañana a medio día.

Nos habían invitado a Jazz, Elle y a mi pero les dijimos que no, porque era su momento, tenían bastante tiempo que no se veían y era mejor que lo pasaran entre ellos como los viejos tiempos. Aparte Elle quería pasar el menor tiempo posible con su adorado primo, Xavier.

— Ahí vienen – dice Jazz. Sí, estábamos como tres madres esperando que vinieran a buscar a sus hijos y asegurándose que no les pase nada.

— Hola hermosas damas... Y Jay – reí ante el saludo del mejor amigo de mi novio, Dante. Su forma de hablar inglés era tan graciosa.

— Hola cuñada – me saluda Xavier una vez sale de la Range.

— Hola Xav – lo saludo de beso y a los demás también.

— Me gusta su universidad – comenta Antonella mirando los alrededores.

— ¿Nos vamos? Quiero deleitar mi vista viendo americanas en bikinis – dice Cristiano

— Hombre tenías que ser – comentamos las cuatro mujeres presentes.

Me giro hacia mi rubio y lo abrazo. — Si vas a tomar...

— No manejes. Angie me has dicho eso no se cuantas veces ya – me dice dejando un beso en mi frente.

— Está cuidando del futuro padre de sus hijos, no te quejes – le dice Dante

Ruedo los ojos en respuesta. — Serán unos niños muy lindos, obviamente yo seré la madrina – dice mi mejor amiga

— Y yo el padrino – dice Xavier mirándola

Yo río al ver la forma en la que esos dos se miran, ambos tienen una mirada entre amor y odio.

— ¿Nos podemos ir? – pregunta nuevamente Cristiano.

— Calmado chico, que esas chicas no se van a mover de ahí – le dice Antonella.

— Alguien está desesperado eh – bromea Jazz

Jay me abraza y deja un beso en mi frente. — Nos vemos en la noche – le digo abrazándolo de vuelta.

— Svenevole «Empalagosos» – escucho decir a Dante.

— Tienilo dove il sole non ti raggiunge, Dante «Metetelo por donde no te llega el sol, Dante» – le responde Jay riendo

¿Qué acaban de decir?

Me giro para ver y ante mi acto Jay baja su mano izquierda. ¿Qué estaba haciendo?