Unbreakable Love

Trece

2:40AM

— ¡Contesten el jodido teléfono! – entre sueños escucho que gritan.

Me escondo aún más entre mis sabanas ignorando el molesto sonido.

— Angie, es tu teléfono, contesta, apágalo, o no sé, pero que deje de sonar, dios – con más claridad escucho a Jazmín y luego la siento patearme por debajo de las sabanas.

Me quejo y tanteo hasta tocar la mesita de noche, cuando mis manos tocan el aparato, me siento en la cama tocando mis ojos para poder ver quien llama a esta hora.

Alcanzo a ver en la pantalla que dice SexyCuñado👅 antes de que se corte la llamada.

— Elle, es Xavier – digo desbloqueando el teléfono para volver a llamar.

— ¿Qué?

— Que es Xavier quien está llamando – repito, devolviéndole la llamada. Al segundo contesta — ¿Xav?

— Angie, disculpa que te llame a esta hora, se que es bastante tarde allá

— No te preocupes, ¿qué pasa?

— Dime por favor que mi hermano está ahí contigo

— No, está en su habitación ¿por qué?

— Lo estoy llamando desde hace un buen rato y no me contesta, tengo que hablar con él, es urgente

Y es ahí cuando me doy cuenta que su tono de voz es diferente. — ¿Te parece si te llamo en unos minutos? Voy ahora mismo a buscarlo y así hablas con él – le digo saliendo de la cama. Elle y Jazmín se encontraban despiertas, así que prendí la luz.

— Por favor, es urgente – repite.

— Está bien. Dame unos cinco minutos y te llamo – cuelgo y corro hacia el baño a lavarme el rostro.

— ¿Qué quería? ¿Pasó algo? – me pregunta mi mejor amiga.

— No lo sé, necesita hablar con Jay, dijo que era urgente – le digo secándome el rostro y buscando un abrigo. — Iré a buscar a Jay, ¿me acompañas? – le digo.

— Vamos las tres

Una vez estamos un poco despabiladas y abrigadas, salimos de la habitación y por consiguiente del edificio. Bajamos corriendo las escaleras y caminamos hacia la parte techada que une el edificio III (el nuestro) con el edificio IV (donde está Jay).

Subimos las escaleras hasta el piso tres y caminamos en silencio por el pasillo, lo que menos queríamos era despertar a los demás estudiantes.

Cuando estamos frente a la puerta de la habitación, busco mi teléfono y marco el número de Jay, no contesta y repito el acto unas tres veces pero no pasa nada.

— Llama a Mario – me susurra Jazz. Asiento y marco el número del amigo de Jay. Va por un tercer tono cuando contesta.

— ¿Hola? – responde con una voz bastante adormilada.

— Mario, es Angelina. Estoy afuera de tu habitación ¿podrías abrirme, por favor?

— ¿Qué? ¿A esta hora?