Cincuenta y dos

1.8K 87 15
                                    

Cinco meses después

Elle👭

¬Lo encontré 🙈🙈

¿Qué encontraste? 👀

¬El vestido👰

— ¡Amor! ¡¿Has visto mi chaqueta azul marino?! – exclama Jay en algún lugar del departamento

Bloqueo mi celular y salgo de la cocina. Voy hasta la habitación y veo a Jay metido en el armario.

—¿No fue esa la que usaste la semana pasada? – le digo parándome en la puerta

Él se voltea y me mira esperando que le dé una respuesta a la pregunta que acabo de hacer. Niego sonriendo y me acerco a su parte del armario, comienzo a ver entre sus chaquetas.

— ¿Por qué no te pones esta? – le enseño una color negro, niega y lo miro – Vete así, no tienes que llevar una chaqueta todo el tiempo – dejo la prenda en su sitio y me acerco a él.

Hoy tenía la presentación final de su monográfico, era el día en el que le dirían si podía o no graduarse. Entendía que estuviera nervioso pero sabía que esa presentación estaría estupenda y que sacaría la mejor calificación.

— Tienes que tranquilizarte – coloco mis manos en sus mejillas y las acaricio – Lo harás bien, tendrás la calificación más alta

—Eso no lo sabes...

— Tienes razón, no lo sé pero confío en ti. Confío en tu capacidad, en tu inteligencia, en tus conocimientos... Y tú también deberías hacerlo, no dejes que los nervios te traicionen ¿está bien?

— Acompáñame, por favor

— Tengo que ir al trabajo, cariño...

— Reportate como enferma o que se te presentó una emergencia, pero por favor ven conmigo. No sé si pueda hacerlo si no estás tú ahí

—No entraré contigo...

—No importa, vas a estar ahí y eso es lo que quiero

Suspire pensando en qué hacer. No tenía muchas cosas que hacer hoy en el trabajo, solo recibir algunos pedidos e ir a comprar mis útiles de dibujo. Podía inventar algo y decir que recibiría los pedidos vía mi correo electrónico y acompañar a Jay a la universidad. Hoy no tenía clases, y no me haría mal acompañarlo.

— Esta bien – le digo y él sonríe – Llamaré e inventare algo

— Gracias – se acerca y me besa – Te amo

Si me ponen a elegir entre recibir pedidos y durar horas comprando materiales o esperar a que salga mi novio de una evaluación... Escogería mil veces la primera opción. Llevaba aproximadamente una hora y media esperando a que Jay saliera y me dijera que se iba a graduar, estaba nerviosa y desesperada por saber cómo le había ido.

Elle👭

¡Tienes que decirle ya a Jay! 🤩 Hay que fijar la fecha de la boda 🤗🤗

¬Si, lo sé. Se lo diré esta tarde 😲

Levanto la vista al escuchar unas voces y la puerta del aula abrirse. De ella salen tres chicos, entre ellos Jay. Este se acerca a mi y se coloca a mi lado sin decir nada.

— ¿Y bien? ¿Cómo te fue? – No dice nada solo se queda mirando al piso. Me imagino lo peor. — Oye... Si no se puede ahora...

— Tengo noventa y cinco de cien – dice con una sonrisa en su boca.

— ¿En serio? – asiente – ¡Sabía que te iba a ir de maravilla! – lo abrazo con fuerza — Estoy muy orgullosa de ti, mi amor

— Gracias, amore «amor». ¿Vamos a comer? Los nervios me abrieron el estómago

Me separo de él riendo. — Este verano será de muchas celebraciones... – digo tomando su mano y empezando a caminar hacia la salida. Espero y note la indirecta.

— ¿A qué te refieres? – pregunta soltando mi mano para luego pasar su brazo por mis hombros

— Pues... – levanto mi mano izquierda, comienzo a mirarla y a tocar mi anillo de compromiso. —Este anillo necesita compañía ¿no crees?

— Espera – detiene sus pasos y me jala hacia el – ¿Encontraste el vestido?

— ¿No tenías hambre? – lo impulsó a que camine. Entrelazo nuestras manos otra vez — ¿Recuerdas que hace unas noches no podía dormir y me levanté?

— Si...

— Bueno, como estabas durmiendo aproveché para seguir viendo vestidos y encontré uno perfecto que cumplía todas mis expectativas...

— ¿Y me lo vienes a decir ahora?

— Quería estar segura... Y ahora que lo estoy al ciento por ciento, podemos fijar la fecha de la boda

Jay detiene nuestra caminata hacia el parqueo, me rodea con sus brazos y besa mis labios repetidas veces.

— Podemos casarnos el mismo de la graduación...

— ¿Qué? ¡Por supuesto que no! ¿Quieres que venga con un vestido de novia a una graduación? – él se encoge de hombros como si no fuera nada – ¿Acaso se te olvidó que no será aquí?

— Cierto... Tienes razón, tiene que ser después...

— Para sacar esa nota en tu evaluación, eres muy tonto a veces ¿sabías?

— Cállate y vamos a comer que tengo hambre – volvemos a caminar hacia el parqueo.

— Pero si fuiste tú quien nos detuvo...

— Shh... Calladita me gustas más – una de sus manos la coloca en mi boca impidiendo que dijera algo más.

¿Es muy tarde para cambiar de prometido?

Después de pasar la tarde fuera haciendo nuestra propia celebración, llegamos al departamento y comenzamos a cerrar los tratos— si así se podía llamar— que quedaron abiertos mientras yo buscaba mi vestido. Entre ellos estaba reservar la iglesia y el salón para la celebración despúes de; ambos ya estaban seleccionados pero faltaba la fecha. El servicio de catering; del cual nos encargaremos Jay y yo cuando viajemos a Italia dentro de poco. Terminar de hacer y enviar las invitaciones; de las cuales también nos encargaremos Jay y yo en los próximos días. Elegir el modelo de los vestidos de mi cortejo y por último y lo más importante, fijar la fecha de la boda.

Lo único que estaba listo o confirmado para ese día eran; mi vestido, el cual tenía que ir hasta Italia para medírmelo y darle los toques finales. El traje de Jay junto con el de sus acompañantes. La lista de invitados, la reservación de varios hoteles en toda Italia para la luna de miel; la cual no tengo la más mínima idea de cuales son y en qué ciudades están porque Jay no quiere decirme nada. Un Jet privado o varios Jets, que transportarán a mi familia hasta allá  — cortesía de mi suegro —. Y el equipo de personas que se encargarán de mi maquillaje y peinado.

Gracias a Dios no estábamos solos en esto, los padres de Jay, su hermano y amigos nos ayudarán desde Italia con todo lo que tiene que ver con reservaciones y entrega de las invitaciones. Y mis padres y mejores amigas, nos ayudaban aquí con lo demás. 

Teníamos un mes y tres semanas exactamente para lograr terminar todo lo que nos falta, que con suerte y con ayuda de nuestros familiares y amigos, estará listo a tiempo para el gran día.

En un mes y medio, pasaría a ser la esposa del hombre más importante que tengo en la vida: Jay Martinelli Mancini.

••

Próxima actualización: Capítulo Final 🤧

Unbreakable LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora