Buscando La Manera Para No Enamorarnos [Juanpa Zurita]

30* Último Crujir

Arisbeth me dejó en el edificio, y se fue. Yo me preparé mentalmente para hablar con mi hermano y mirar a Juanpa con su nuevo comportamiento hacia mí.

Subí por las escaleras, porque no quería llegar, hice tiempo mientras me entretenía observando diferentes cosas del edificio, saludando a personas que me encontraba en el camino, descansando en algún escalón unos minutos.

Pero todo llega, y yo llegué. Miré la puerta cerrada del departamento, y respiré hondo. Me armé de valor, y abrí.

Dany estaba sentado en la sala, comiendo cereal, miraba atentamente la televisión, un programa de asesinos, Mentes Criminales, creo que era su nombre. Me acerqué y me senté a su lado, él volteó a verme, y no me quitó la vista de encima hasta que se hubo tragado el bocado de cereal y pudo hablar.

-Hey. -Fue lo único que dijo.

-¿Dónde están los chicos?

-Tu hermano se fue con Stacy, y Juanpa fue a comprar comida, vendrán el resto del grupo a jugar fifa.

¿Jugar fifa? Todo se desmoronaba entre mi hermano y yo, y ellos iban a jugar fifa.

-Bueno -dije levantándome del sofá, dispuesta a marcharme a mi habitación, pero Dany me sujetó del brazo.

-¿Cómo estás? -Preguntó mirándome fijamente a los ojos. Yo solté un suspiro, y me senté.

-¿Qué te digo? Todo va de mal en peor.

-No fuiste a casa de Arisbeth ¿cierto? Fuiste a ver a Brent.

-Sí, fui a verlo -Dany alejó su mano de la mía y se recargó en el respaldo del sillón.

-Creo que no es correcto que Mario y tú se estén evitando, digo, son hermanos, y tarde o temprano se van a tener que ver las caras, y van a tener que hablar, es mejor temprano que tarde, lo que hizo Mario está mal, pero debe tener una razón.

La tenía, claro que la tenía.

-Lo sé, hablaré con él cuando llegue, y creo que tiene que pedirle disculpas a Brent.

-Sí, opino lo mismo, ¿y qué pasó con él? ¿Está molesto?

-Lo oculta bien, pero sí que lo está, no creo que quiera volver a compartir tiempo conmigo nunca más.

-Creo que, si él te interesa, tienes que luchar por conseguirlo, no dejarlo ir tan fácil, ¿te cuento algo triste?

-Créeme Dany, estoy harta de cosas tristes.

-Sí, pero, es algo que tal vez te haga sentir un poco mejor.

-Bien -dije recargándome también en el respaldo del sillón -habla.

Él tragó saliva, y bajó la vista hasta el bol que tenía en las manos.

-Yo tenía una chica, la amaba ¿sabes? Era todo para mí, y yo lo era para ella, pasamos por muchas cosas difíciles, y siempre lográbamos salir de esos problemas, pero pasó el tiempo y pasaron más problemas, chismes de la gente, diciendo que ella me engañaba o yo la engañaba a ella, y yo nunca haría eso, porque la amaba, llegamos a un punto en que no pudimos seguir luchando, todo se estaba yendo por la borda, caímos en un precipicio del que no pudimos salir más, estábamos discutiendo cuando escuché el último crujir de mi corazón, y me di cuenta que ya no podía más, no podía ver cómo todo se perdía entre nosotros, no podía ver como ella se me iba cada día siendo más doloroso para mí, así que lo hice, terminé con ella, le dije que no quería volver a verla, sus ojos se llenaron de lágrimas, me tiró el anillo que le había regalado unos meses atrás, y se fue, yo no la pude seguir, simplemente me quedé ahí, asimilando lo que había hecho, no tuve tiempo de arrepentirme en ese momento, no hasta que llegué a casa, y entonces me di cuenta de lo solo que estaba, de que la quería y la necesitaba, intenté llamarla pero ella había apagado su teléfono, después me enteré que en realidad lo había roto, después de unos días, se mudó, quizá no soportaba que mi casa y la suya estuvieran a tan sólo tres cuadras, y se fue, yo pasaba por su casa ¿sabes? Cada día, y cada noche, pero ella nunca salía, tal vez me miraba pasar pero nunca me detuvo, y yo debí haber llamado a esa maldita puerta y recuperarla, y me acobardé, no lo hice y la perdí, la perdí para siempre, y joder, cada día la extraño todavía, y me odio por haberla dejado ir.

Lo miré, él había comenzado a llorar, seguía con la vista clavada en el bol, y yo sentía un nudo en la garganta, quería llorar con él, pero no lo hice, me mantuve fuerte, tragué saliva, y hablé:

-¿A dónde se fue? -No sé por qué fue lo único que pude preguntar, lo único que pude decir en ese momento.

-A Nueva York -dijo -y no ha vuelto ni volverá.

-¿Cómo se llama ella?

-Karime.

-Y ¿vas a permitirte perderla? Digo, sé que piensas que ya la perdiste, pero aún existen coches y aviones, puedes ir por ella, no se dejen vencer, todavía estás a tiempo.

Dany volteó a verme, por un momento, sólo por un segundo, me pareció ver un brillo de esperanza en sus ojos, después bajó la vista de nuevo, y negó con la cabeza.

-Ni siquiera sé su dirección, y no sé si tiene novio ya, tal vez incluso ya viva con alguien, no, no puedo arriesgarme cuando las posibilidades de perder son tan grandes.

-Por Dios Daniel Patiño, deja el pesimismo de lado y ve a buscarla.

-No puedo -gritó mirándome de nuevo -no puedo volver a abrir esa herida, no puedo, no quiero y no lo haré.

Nos miramos por algunos segundos, después me levanté, negué con la cabeza y me fui a mi habitación.
Me fui a idear un plan, porque Dany iba a recuperar a Karime, como fuera.

(...)

Los gritos de los chicos me despertaron de mi siesta.
Me levanté, y salí, mi hermano todavía no llegaba. Estaba evitándome.

-¡Se pueden callar! -grité haciendo que los chicos se callaran y me miraran.

-¿Qué pasa? -Preguntó Mauco.

-Estaba durmiendo, me despertaron -me di cuenta que faltaban Mau y Dany, aparte de mi hermano -¿Dónde están los faltantes? -Pregunté.

-Dany no se sentía bien -dijo Bully -así que se fue a descansar a su casa, y Mau tenía una cita con Lizbeth, espero la haga su novia, ya es tiempo de que haga algo bien.

-Y Mario no ha llegado. -Dijo Juanpa mirándome, esperando una reacción de mi parte. Pero no hice nada. Simplemente me acerqué, me senté entre Daniel y Jan y entonces les dije lo que estuve pensando antes de quedarme dormida.

-¿Ustedes conocen a Karime?...