29* Suficientemente Bueno

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Me costó mucho abrir los ojos y mantenerlos así. Quería seguir durmiendo, quedarme tumbada en la cama por toda la mañana y la tarde, pero no podía darme el lujo de faltar de nuevo a la universidad, quería mantener mis buenas notas, así que me levanté como pude, y me fui a duchar.

Al terminar, me encaminé hacia la cocina, y me sorprendió ver a Juanpa sentado en un taburete, comiendo su cereal. Los nervios comenzaron a comerme el estómago, toda la noche, o lo que restó de ella después de separarme de Juanpa, había estado pensando en cómo sería su comportamiento por la mañana, y en cómo podría yo superar su indiferencia de nuevo.

Me paré frente a él, con la isla de por medio, y tomé un bol.

-Buenos días.

Dijo él levantándose de su asiento, y tomando impulso con sus manos sobre la isla, me dejó perpleja cuando dejó un casto beso en mis labios. Yo no respondí, me quedé mirándolo, asimilando lo sucedido. Él volteó para atrás y después me miró de nuevo.

-¿Qué pasa?

Preguntó.  Yo reaccioné, negué con la cabeza y comencé a llenarme el bol de cereal y leche.

-Me muero de sueño.

Dije sentándome en el taburete y comenzando a comer mi desayuno.

-¿Irás a la universidad? ¿Por qué no te quedaste dormida?

-No puedo faltar de nuevo, tengo que ir -hasta en ese momento, me di cuenta que él también se había duchado y vestido para salir -¿vas a algún lado?

Dije señalando su cuerpo con mi cuchara.

-Sí, iba a casa de RK, las cosas están muy tensas entre nosotros y tengo que hablar con él.

-Ah bien.

-Puedo llevarte a la universidad primero, si así lo deseas.

-Sí, lo agradecería.

Mientras desayunabamos, mi hermano subió corriendo las escaleras, se detuvo en la entrada de la cocina, y nos miró, todavía se veía furioso. Así que sólo dio medio vuelta y fue de nuevo a su habitación.

-Tienes que hablar con él. -Dijo Juanpa.

-Sí, lo haré, tal vez hoy.

Llegamos a la universidad, y abrí la puerta del coche, Arisbeth estaba esperándome en la entrada, yo estaba por bajarme cuando Juanpa me detuvo del brazo, yo volteé a verlo y él me sonrió.

-¿Te vas sin despedirte?

Yo no entendía lo que quería decir, hasta que acercó su rostro al mío y cerró los ojos. Yo hice lo mismo, pero sólo le di un pico, y bajé corriendo. Todavía no sabía cómo comportarme con Juanpa. Estaba confundida, él había tomado éste comportamiento de repente, yo no me lo esperaba, así que no podía exigirme mucho de la noche a la mañana.

Llegué a donde Arisbeth, quien me miraba con el ceño fruncido, y después sonrió.

-¿Qué acabo de ver? -preguntó sin poder disimular su sonrisa.

Yo tampoco pude evitar sonreír y juguetear nerviosa con un mechón de mi cabello.

-Nos besamos -dije -y vamos porque tengo mucho que contarte.

Le conté todo a Arisbeth, incluido lo de Brent. El cual, no me sorprendió que no hubiera asistido al colegio.

A la hora de la salida, llamé a Juanpa para decirle que iría a casa de Arisbeth, pero en realidad, íbamos a casa de Brent. Esperaba que él quisiera verme, debía de estar muy molesto conmigo, pero el hecho de que yo no lo quisiera como algo más que un amigo, no significaba que quisiera perderlo. Era muy buen amigo y él era de esas personas que no quieres perder pero que no sabes como mantener a tu lado.

Buscando La Manera Para No Enamorarnos [Juanpa Zurita]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora