11* Pesadilla

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Entré al departamento, temblando de frío y con los ojos rojos por haber llorado. Y para mi mala suerte, Juanpa estaba en la sala, mirando la televisión y acurrucado con una manta, en cuanto escuchó el ruido de la puerta, saltó del susto, me miró y se calmó un poco.

-Me asustaste.

Dijo colocándose una mano en el corazón.

-Lo siento.

Iba hacia mi habitación, pero Juanpa me detuvo en las escaleras.

-¿Estás bien?

Preguntó parándose frente a mí, y poniendo sus manos sobre mis hombros, enviando escalofríos por todo mi cuerpo.

-Sí.

Intenté safarme pero no pude.

-¿De dónde vienes?

-Fui a buscar a Juca, pero Xaris lo perdonó.

-¿Y por qué lloras?

-No estoy llorando.

Trataba de no mirarlo a los ojos, no quería sentirme más vulnerable de lo que estaba.

-Pero lo hiciste, dime la verdad Valen ¿qué te pasó?

-No tengo nada Juanpa.

Intenté safarme de nuevo, pero Juanpa me tomó de la barbilla con sus dedos pulgar e índice, y me levantó la cara, haciendo que lo mirara a los ojos.

-Dime de nuevo que no te pasa nada.

Estábamos muy cerca, sentirlo así me provocaba cosas que nunca antes había experimentado, había sentido cosas por chicos, pero no era nada comparado con lo que sentía por Juanpa.

Mis ojos se llenaron de lágrimas. Si tan sólo supiera que estaba así por él, que estaba intentando consolarme por algo que él había provocado.
Cuando la primera lágrima rodó por mi mejilla, a él se le ablandó la mirada, y me abrazó, pasando sus brazos por mis hombros y yo le rodeé la cintura con los míos. Dejé que la persona que me estaba lastimando fuera la misma que pudiera curarme el corazón.

Juanpa me pasó una mano por el cabello, y susurró:

-¿Quién te hizo esto?

Había sido él, pero no podía decirle eso, terminaría más lastimada. Mejor estar cerca de él aunque no de la manera que quisiera, que no estar.
Me limité a soltar un sollozo y abrazarlo más fuerte, pegándolo más a mi cuerpo, y él no se resistió ni volvió a preguntar nada.

Después de varios minutos, me llevó a mi habitación, me limpió una lágrima con su pulgar, me besó en la frente y salió, dejándome sola de nuevo. Con el mar de sentimientos que tenía dentro, haciendo que quisiera matarlo pero con mucho amor, besarlo hasta que se quede sin respiración y que no pueda volver a lastimarme, pero que el último recuerdo que tenga de él, sea el de sus labios en los míos.

(...)

-Acaban de abrir, el mejor restaurante de comida mexicana.

Dijo Brent con entusiasmo mientras se sentaba en la mesa de la cafetería conmigo y con Arisbeth.

-¿Y?

Preguntó Arisbeth levantando las cejas.

-Quería invitarlas.

-Mmm -Aris le dio un sorbo a su malteada -suena tentador, pero no puedo ir.

-Ni siquiera te he dicho cuando.

-Ah... es que... estaré muy ocupada esta semana y también la próxima, no creo que quieras esperarme casi un mes sólo para ir a un restaurante de comida mexicana, pero lleva a Valentina, a ella seguro que le apetece, debe extrañar mucho su país.

Buscando La Manera Para No Enamorarnos [Juanpa Zurita]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora