31* La Mejor Persona

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Di unas 20 vueltas alrededor de la cama sin poder dormir, había escuchado a mi hermano llegar, cuando ya se habían ido todos, escuché que le preguntó a Juanpa por mí, le preguntó si había cenado, y a qué hora me había ido a la cama, él le respondió con normalidad, eso significaba que ellos ya habían hablado y arreglado el pequeño problema que habían tenido por mi culpa.

Yo había querido salir, para poder hablar con él, pero no podía, sentía nervios y miedo por su reacción, y no quería verlo a la cara después de como me había encontrado con Brent. Así que decidí no salir.

Pero ahora, a las 2:20 de la madrugada, seguía sin poder pegar un ojo por no haber ido a hablar con él.
Así que me levanté, y salí de mi habitación.

Me detuve frente a su puerta, la observé por largos minutos, estuve a punto de llamar, pero me arrepentí, di media vuelta y me dirigí de nuevo a mi habitación, pero antes de entrar, el sonido de la puerta de la habitación de mi hermano abriéndose, me sobresaltó.

Volteé a esa dirección, y ahí estaba él, con su pijama de cuadritos y sin camisa, mirándome fijamente.

-No podía dormir. -Logré decir en un susurro.

-Tampoco yo. -Respondió de la misma manera.

Traté de sonreír, pero fue en vano, no logré hacer más que una mueca.
Di media vuelta de nuevo y me metí en mi habitación, pero no cerré la puerta porque Mario la detuvo con la mano.

-Creo que es hora de que hablemos. -Dijo entrando a mi habitación.

Cerré la puerta detrás de mí, y me recargué en esta. Mario se paró frente a mí, sin mirarme, estaba mirando el piso.

-Lo lamento tanto -dije -yo no estaba pensando, yo...

-No -me interrumpió -yo lo lamento, no debí haber reaccionado así, es sólo que estaba furioso, todo me recordó a Jenny, por un momento pensé que tú eras ella y yo podía salvarla de esos malditos, por eso reaccioné de esa manera y golpeé a Brent, pero cuando te miré, me di cuenta que no eras ella, y no pensé, por eso intenté pegarte, porque no pensé y necesitaba sacar el coraje que estaba sintiendo, pero yo lo lamento -levantó el rostro y me miró a los ojos -no me hubiera perdonado si te hubiese golpeado, me odiaría el resto de mi vida, tú eres libre, puedes hacer y vivir tu vida como quieras, tengo que aprender eso, me lo repito cada día, y prometo que ahora sí será diferente, después de lo que pasó... simplemente no quiero volver a cometer el mismo error.

Me limpié una lágrima que había corrido por mi mejilla mientras escuchaba las disculpas de Mario. El corazón se me había ablandado lo suficiente, ni siquiera pude hablar. Simplemente caminé hasta donde estaba, y lo abracé. Él sollozó mientras me abrazaba e hizo un sonido con la garganta. Realmente se arrepentía de lo que había sucedido, por eso lo perdoné. Por eso y porque era mi hermano, no podía estar tanto tiempo peleada con él, era doloroso para mí, y sabía que también para él.
Todos cometemos errores, de eso se aprende, y yo confiaba en que Mario aprendiera de ese error.

(...)

Arisbeth estaba sentada en la cafetería del colegio, y yo caminé hasta donde ella, y me senté a su lado.

-¿Cómo vas?. -Me preguntó mientras se llevaba una papa frita a la boca.

-Bien, hablé con mi hermano, todo está resuelto.

-¿Y con Juanpa?

-Bueno, él sigue actuando raro, hoy en la mañana me besó de nuevo, actúa como si fuéramos algo pero no sé qué somos, creo que también tengo que hablar con él.

Me di cuenta que Arisbeth no me estaba prestando mucha atención, estaba mirando detrás de mí, fijamente a un punto. Así que seguí su mirada, y entendí por qué miraba tan extrañada hacia ese punto.

Buscando La Manera Para No Enamorarnos [Juanpa Zurita]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora