37* Completamente Arruinado

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Juanpa salió de mi habitación cuando llegó Danna.
Venía con una enorme sonrisa en el rostro, y yo no pude evitar preguntar:

-¿Qué ocurre? Te ves muy feliz.

Se sentó a mi lado en mi cama y soltó un suspiro.

-Es que lo estoy, no vas a creer lo que pasó, RK me besó.

Me quedé helada. ¿La había besado? ¿Y ella estaba así de feliz? ¿No se suponía que él estaba enamorado de alguien más y ella sabía de eso?

-¿Te besó? -Fue lo único que salió de mi boca.

-Sí, fue hermoso -se acostó en la cama, mirando al techo con cara de ensoñación -yo estaba hablando, y él me miraba fijamente, fingí que no me daba cuenta de la forma en que me veía, pero obviamente me di cuenta, yo comencé a coquetear y ya sabes, es mi especialidad, entonces se acercó y me besó, fue tan lindo, nunca había sentido nada con un beso, creo que me estoy enamorando.

¿Enamorando? ¿Danna se estaba enamorando?
Me quedé ahí, sin saber qué hacer o qué decir. No entendía por qué no estaba contenta por ellos, se supone que debería estar feliz por el hecho de que RK esté intentando algo con Danna ¿no? Eso hacen los amigos. Entonces no lograba entender por qué razón yo no estaba feliz por ellos.

Me salvé de tener que darle una respuesta a Danna, porque la puerta se abrió. Casi suspiro de alivio cuando miré que quien había abierto la puerta había sido Arisbeth. Pero ella venía llorando, tenía los ojos hinchados, como que había estado llorando todo el rato.

-Aris -dije levantándome y caminando hasta ella, quien se había recargado en la puerta cerrada y se cubría la boca con una mano -¿qué pasó?

Danna se paró a nuestro lado, y yo sujeté a Aris por los hombros, su respuesta fue un sollozo y muchas más lágrimas, y comenzó a deslizarse lentamente por la puerta. Ya no pregunté, simplemente la abracé, ella cerró los ojos, comenzó a sollozar sin detenerse y golpeó el piso con su trasero mientras yo me hincaba a su lado sin soltarla. Danna se sentó a su otro lado y comenzó a acariciarle el cabello. Aris ni siquiera tenía fuerzas para gritarle que se fuera. Ella simplemente lloraba, y yo no entendía por qué.


(...)

Arisbeth nos contó lo que le había pasado con Jan. Nos contó incluso su historia con sus papás. Algo que yo no sabía. Lo que me sorprendió fue que Aris contara todo, aún con Danna presente, cuando se supone que no la quería en lo más mínimo. Pero Danna hasta le dio algunos consejos, le dijo que no todos eran iguales, que se diera la oportunidad, aunque no hayan servido de nada porque Aris seguía diciendo que no quería volver a ver a Jan, lo cual era imposible, dado que él estaba durmiendo, o posiblemente siguiera despierto, a dos habitaciones de la nuestra.

Cuando Aris se quedó dormida, yo tomé mi celular y le escribí a Jan. Él seguía despierto, me dijo que nos viéramos en el jardín, y yo bajé ahí, dejando a Danna al cuidado de Aris por si despertaba.

Jan se veía igual de mal que Arisbeth, había estado llorando, lo veía en sus ojos, se veía tan afligido y triste. Me senté a su lado en la banca, él no despegó la mirada del piso, pero en seguida supo que era yo.

-¿Cómo está? -Preguntó.

-Mal, muy mal -él cerró los ojos y tragó saliva, -¿cómo estás tú?

-Mal, yo no quería esto, no quería hacerla sufrir, ni llorar.

-Jan -le puse una mano en el hombro, él abrió los ojos pero siguió con la mirada clavada en el piso -sí sabes que esto no es tu culpa ¿verdad?

-Es mi culpa, ¿de quién si no? Siempre arruino todo, debería estar acostumbrado pero sigue doliendo cada vez que echo a perder algo.

El corazón me dolió al escucharlo hablar así. Porque no era verdad... Digo, sí echaba a perder muchas cosas, pero esta vez no había sido su culpa, era el pasado de Arisbeth el que les estaba jugando en contra.

Buscando La Manera Para No Enamorarnos [Juanpa Zurita]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora