El viaje de regreso a Los Angeles, se me hizo mucho más corto que el de LA a Nueva York, no quería llegar y tener que enfrentar a todos. Aceptar que mi plan había sido una mierda y había echado a perder nuestras vidas, y que Xaris tenía razón...
Xaris, ella siempre era la más realista, nosotros vivíamos en un mundo de fantasía, ella siempre veía las cosas tal y como son, por eso era la menos afectada cuando algo nos salía mal, porque ya estaba preparada para ello. Tenía que hablar con ella, era mi amiga y no podíamos quedarnos así, todos teníamos que arreglar nuestros problemas y volver a unirnos. Y yo iba a comenzar por Juanpa, me tenía que explicar el por qué se había marchado así sin más, y después iría a hablar con Xaris. Por mi culpa se había arruinado todo, pues ahora yo tenía que solucionarlo.
Al llegar al departamento, ya estaba por anochecer, Juanpa no estaba, todo estaba solo, así que fui a dormir a mi habitación, ya habría tiempo para hablar con él.
Al día siguiente, desperté temprano, pero decidí quedarme acostada, me sentía triste y cansada, sin ganas de hacer nada. Escuchaba ruidos en el piso de arriba, sabía que tenía que hablar con Juanpa, así que me levanté sin ganas, y subí.
En la cocina, haciendo el desayuno, o intentando hacerlo, se encontraba Ro. El huevo que intentaba hacer, se le había quedado pegado en la sartén, y él intentaba desesperadamente de despegarlo.
-Hey -dije. Él volteó a verme, y se dio por vencido, apagando la estufa y dejando la sartén en el lavabo con el huevo todavía pegado a ella.
-Hey -respondió -¿quieres desayunar algo?
Respondí a su pregunta, con otra pregunta.
-¿Dónde están los chicos?
-Bueno, Juanpa durmió en casa de Rix, ha dormido allá desde que se vino, y tu hermano salió a desayunar fuera con Stacy.
-¿Juanpa no ha dormido aquí? ¿Por qué?
-No lo sé, eso tienes que hablarlo con él. -Yo asentí con la cabeza, sin poder dejar de pensar en una razón por la que Juanpa no quisiera dormir en su departamento -¿quieres desayunar? -Preguntó Ro de nuevo.
-¿Ese huevo? -Dije apuntando a la sartén del lavabo.
-No, conozco un buen lugar aquí cerca, es mi favorito, voy todos los días, por eso no sé cocinar nada.
Sonreí y negué con la cabeza mientras daba media vuelta para ir de nuevo a mi habitación.
-Vale -dije -dame unos minutos para alistarme.
Salimos del departamento y caminamos hasta Harry's Food.
El restaurante favorito de Ro. Elegimos una mesa en el fondo, las cartas ya estaban ahí, era agradable no tener que esperar a que llegaran con el menú.Yo opté por un chocolate caliente, porque es el remedio para todos los males, y una magdalena, Ro ni se molestó en abrir el menú. Después de algunos minutos, llegó una chica de tez blanca, con el cabello castaño ondulado recogido en un chongo, y un uniforme de mesera, traía una pequeña libreta en las manos y una pluma, se acercó y miró por algunos segundos a Ro, tenía los ojos cafés claro, era muy bonita.
-¿Qué van a ordenar? -dijo mirando la libreta.
-Yo quiero un chocolate caliente y una magdalena, por favor.
-¿En leche?
-Sí, por favor.
Ella anotó y después volteó a ver a Ro.
-Lo de siempre. -Dijo él sin dejar de mirarla. Ella asintió, recogió los menús y se fue.
Ro la siguió con la vista hasta que se perdió detrás del mostrador, y después volteó a verme. Yo lo miré con una sonrisa pícara.
-¿Qué? -Preguntó sonriendo.
-¿Es por ella? -Pregunté.
-¿Por ella qué?
-Por la que vienes todos los días.
Él se puso un poco nervioso y se pasó la mano por el cabello, no podía dejar de sonreír, era más que evidente que esa chica le gustaba.
-Sí -dijo -es por ella, pero no me he animado a hablarle, me da muchísima vergüenza ¿qué tal sino le gusto?
-Ash -puse los ojos en blanco -es obvio que le gustas, te miró un largo rato, deberías hablarle.
-Es complicado, nunca me había puesto tan nervioso con la simple presencia de una chica, ella provoca mucho en mí.
-Precisamente por eso deberías hablarle, imagina si la dejas ir, y te quedas con el '¿y si le hubiera hablado?'.
-No lo sé, es complicado.
Desayunamos sin dejar de hablar de la mesera, intentaba convencer a Ro de que hablara con ella, pero él seguía en su idea de que tal vez lo rechazara, porque, según él, ella era demasiado para alguien como él.
Cuando pedimos la cuenta, y después de que Ro pagara el desayuno de ambos, hice algo para ayudar a Ro, sino lo hacía, sabía que me iba a arrepentir.
-Oye -dije antes de que la chica se fuera -mi amigo me ha hablado maravillas de este restaurante, dice que es el mejor de todo Los Angeles, y a mí me gustaría saber ¿no hacen entregas a domicilio?
-Ammm... -la chica se notaba un poco incómoda, y Ro estaba bastante confundido -sí -dijo ella -contamos con ese servicio.
-Ah, lo que pasa es que mi amigo es muy malo cocinando, y no quiero que vuelva a echarme a perder sartenes, así que me preguntaba si podías darle tu número para que te llame siempre que tenga hambre y le envíen a domicilio.
Ro cambió totalmente de color. Se puso completamente rojo, y comenzó incluso a sudar.
-Pues... puedo darles el número del restaurante, ahí pueden ordenar.
-Es mucho más sencillo si le pasas tu número, él puede llamarte y pedirte lo de siempre y listo.
Ella volteó a ver a Ro, y él volteó rápidamente la vista hacia otro lado. La chica terminó por asentir, y tomó una servilleta y comenzó a escribir con su pluma.
-¿Cómo te llamas? -Pregunté.
-Sofia -Dijo ella.
Terminó de anotar su número y le entregó la servilleta a Ro. Él la recibió, no dejaron de mirarse a los ojos, él sonrió y le dio las gracias, ella sonrió también y se marchó.
-Bien -dije -ya tienes su número y su nombre, espero aproveches y la llames.
-Ajá -dijo -para pedir comida ¿no? Que plan tan grandioso.
-Por favor, no se tragó ese cuento, ella sabe que sólo era una excusa, las mujeres no somos tontas, así que espero que esta misma noche la llames.
Ro me miró unos segundos más, después negó con la cabeza y sonrió.
-Te amo -Dijo acariciando mi cabello con su mano...
*********
Es super tarde, tengo sueño y mañana tengo que madrugar. Pero no quería dejarlas sin su capítulo, ya que en el grupo de whatsapp estuvieron insistiendo muchísimo.Tranquilas hijas mías de mí. Aquí lo tienen.
Sofiiiii. Hija mía, ya saliste 🙊❤
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Buscando La Manera Para No Enamorarnos [Juanpa Zurita]
Hayran KurguLas reglas eran simples: No mirarse, no hablarse, no tocarse, no acercarse. Ellos la rompieron todas... incluso la más importante: No enamorarse. Participación de: Los caballeros y JanCarlo Bautista.