Buscando La Manera Para No Enamorarnos [Juanpa Zurita]

16* Abrazos de un buen amigo

Después de comprar mi vestido, el cual me compró Brent porque no me dejó pagarlo. Y que él comprara un traje completo de nuevo, ya que el vestido que nos gustó era rosa pastel, y él quería que fuéramos a juego, me fui al departamento.

Abrí la puerta y entré. Mario y Juanpa estaban en la sala, ambos me miraron mientras yo me quedaba parada, esperando a que Mario me gritara que no podía ir a la cena con Brent.

-Ya me lo dijo Juanpa -dijo Mario -que mal que me entere por él ¿no crees?

-Iba a decirte...

-¿Cuándo?

-Hoy, después de que llegaras.

-Te doy permiso de ir una cita con ese chico y ya te sientes con la libertad de irte sin preguntar.

-No iba a irme sin preguntar, Mario, ya te dije que iba a pedirte permiso hoy, pero ya veo que se me adelantaron.

Dije mirando a Juanpa.
Mario se levantó y caminó hasta quedar frente a mí.

-Escucha Valentina, el hecho de que te deje salir a veces con él, no significa que tienes la libertad de hacer siempre lo que quieras, tengo que cuidarte.

-Ya lo sé Mario, perdón por no preguntar antes, estaba buscando el momento.

-Tendré que castigarte por no avisarme antes.

-¡¿QUÉ?! -exploté -no puedes hacer eso, ya tengo el vestido, será una cena con su familia, ni siquiera estaremos solos, Mario.

-Si puedo hacerlo, soy tu hermano...

-Pero no mi dueño.

-Olvídate de esa cena, Valentina.

Estaba al borde de las lágrimas. Yo quería ayudar a Brent, era lo que menos se merecía por ser un caballero conmigo, y aparte: ya me había comprado el vestido, ya había hecho el gasto. Y él se miraba realmente ilusionado con que yo fuera con él a la cena. No podía fallarle.

-Entonces olvídate que soy tu hermana -dije.

Di media vuelta, y salí del departamento, dejando el vestido tirado en el piso del departamento, todavía dentro de la bolsa.

-¡Valentina! -escuché gritar a Mario, así que corrí para que no me alcanzara -vuelve ahora mismo.

No lo hice, ni me detuve. Seguí corriendo hasta salir del edificio, pero tampoco me detuve ahí, apenas podía ver el camino por las lágrimas, no paré de correr, corría sin saber exactamente a dónde me dirigía, hasta que me encontré fuera de su casa. No sabía exactamente porque había corrido hasta ahí, simplemente necesitaba un abrazo, y necesitaba que alguien me hiciera reír aunque me provocara náuseas con sus chistes malos, estaba frente a la puerta del único chico que se quedaría despierto toda la noche para estar con una chica, el único que yo sabía que podía escucharme y entenderme, y no decirle nada de lo hablado a Mario. Llamé al timbre, y a los segundos, RK abrió la puerta.

Me lancé a sus brazos y lloré más fuerte. Él me estrujó en un abrazo, y así nos quedamos hasta que tuve la fuerza suficiente para separarme de él y limpiarme las lágrimas.

-¿Qué pasó?

Me preguntó, levantando mi rostro para que lo mirara a los ojos.

-Es Mario.

Él rodó los ojos.

-Ven -me dijo -voy a llevarte a un sitio que sé que te hará sentir mejor.

Se puso una sudadera que tenía colgando a un lado de la puerta, y salió, llevándome con él de la mano.

Me llevó a un parque por donde pasaba un lago, había gansos en el lago, y la luna se comenzaba a reflejar en el lago haciendo que todo se viera más lindo.

-Tienes razón -dije -este lugar hace sentir mejor.

Él me regaló una linda sonrisa, y yo le sonreí también.

-Vamos a sentarnos.

Dijo acercándose más al lago.
Nos sentamos en el pasto, a una orilla de éste.

-Ahora sí, cuéntame todo lo que pasó.

Y ahí nos quedamos, varias horas hablando de todo. Le dije lo que había sucedido, él se molestó con Juanpa por haberle dicho a Mario algo que no le importaba a él, y me dijo que pusiera algo de distancia entre Juanpa y yo. Lo mismo que Saak me había dicho.

Estaba por ser la una de la mañana cuando nos fuimos de vuelta a su casa. Él insistió en llevarme al departamento pero yo no quería estar ahí, así que fuimos a su casa.
Nos sorprendió que al llegar, Mario y Juanpa estuvieran en la casa de RK, en la sala.
Se levantaron en cuanto nos vieron entrar, Mario corrió hasta mí y tomó mi rostro entre sus manos.

-Valentina, no te vuelvas a salir así, por favor, me tenías muy preocupado.

-¿Cómo sabían que estaría aquí?

-Te intenté llamar, pero no te trajiste tu celular, así que llamé a los chicos de uno por uno, él único que no respondió fue él -dijo apuntando a RK -incluso llamé a Brent, pensé que estabas con él, gracias a Dios estás bien, pero ven, vamos a casa.

Retrocedí un paso, Mario me miró confundido, al igual que Juanpa.
RK se puso a mi lado y pasó una mano por mis hombros.

-Creo que es mejor que esta noche se quede conmigo.

-¿Qué?

Preguntó Mario en un susurro.

-Voy a quedarme -dije -no quiero dormir en el departamento.

-Pero Valentina, no puedes dormir aquí, sólo fue una discusión, las hemos tenido por montones, tú nunca...

-Quiero quedarme -interrumpí.

Mario dejó caer las manos. Él sabía que yo no me iría aunque intentara hacerme cambiar de opinión.

-Bien -dijo -como quieras.

Caminó hacia la puerta. Juanpa se detuvo frente a nosotros.

-Si le pones un dedo encima -dijo retando a RK con la mirada, después cerró los ojos y tragó saliva -no te atrevas a tocarla.

Abrió los ojos y se acercó más a él. Me sorprendía este comportamiento en Juanpa.

-Vamos.

Dijo Mario sujetando a Juanpa de la chaqueta.
Y salieron de la casa. Yo solté el aire que estaba conteniendo.

-Está bien.

Dijo RK mientras me abrazaba y yo me acomodaba contra su pecho.