Capitulo 3.

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Narra Camila.

15 de noviembre 2016 - 2:00pm.

Falta un mes exacto para mi boda y apenas  haré mi primera prueba de vestido. Hoy me acompaña mi madre, que no ha dejado de llorar mientras ve cada uno de los vestidos de la vitrina y con Martina.

Puedo mencionar, que está bastante cambiada, siempre ha sido una chica elegante, organizada y todo eso, pero ahora la puedo confundir con mi madre, tiene una agenda hasta para ir al centro comercial, todo lo tiene calculado, su forma de vestir, siempre tan formal para todo,  pues si es verdad que  ya era hora de que crecieramos, pero ella lo hace muy exagerado, solo tiene veintidós años, no treinta y cinco.

Estamos en Morgan Davies Bridal, una tienda de novias, bastante exclusiva. Solo espero encontrar lo que quiero.

-Buenas tardes, chicas. ¿Tienen cita?- dice la recepcionista.

-Si, a nombre de Camila Sanders, por favor- dice mi amiga.

-Claro, sigan- nos hace un ademán con la mano y nos indica en qué dirección ir.

Luego de esperar unos dos minutos llega otra chica, junto con lo que supongo, es la diseñadora.

-Buenas tardes, mi nombre es Laura, ¿Desean algo de beber o comer?- todas negamos- vale, la encargada de hacer tú vestido será Amanda Knox. O si ven algo que les guste de la tienda pueden modificarlo a tus medidas... Primero, ¿Qué tipo de vestido quieres? Pomposo, ajustado, corto o ¿No quieres vestido?.

-Si, me gustaría uno de princesa, con una gran cola que sobresalga, de alta costura, es decir, quiero que sea de cuento de hadas- digo emocionada.

-Vale, tenemos uno, justo aquí, puedes verlo y nos dices que quieres que le modifiquemos o si te gusta...

(...)

No hubo mejor elección que venir a este lugar. Son amables y siempre encuentran una solución a mis peticiones. Además en la agencia, me aseguraron que si este lugar no me complacía, buscarían otro mejor. Creo que me hubiese vuelto loca, solo con pensar de que haría todo esto sin ayuda de profesionales.

Martina ha estado pendiente de su celular, siempre lo está, dice que está haciendo entrevistas para sus prácticas.

Mañana entregan las investigaciones y estoy súper emocionada por verlas, fue Martina quien las eligió, dijo que todo se ajusta a como quiero mi fiesta. Y como no confiar en su palabra...

-Hola cariño- me da un beso tierno- ¿Otra vez tú acá, Martina? ¿No te cansas de molestar?- dice fingiendo estar enojado.

-¡Que te den, Matthew!- le tira una palomita en la cara.

-¡Pagarás por esto, mocosa!- dice y se va para nuestra habitación.

Yo solo río por la forma en la que suelen saludarse. Siempre fingen que se detestan, pero en realidad, no sabrian que hacer si algo le pasa al otro. Son prácticamente hermanos, se conocen desde que tienen memoria.

-¿Tienes la lista de invitados cerca?- dice mientras se llena la boca de palomitas.

-No jodas, mañana, mientras yo acompaño a mi novio, tú puedes ir marcando las tarjetas, ¿Si?- digo dulce.

-Cami... Marcar tarjetas es un trabajo muy aburrido para una sola persona- hace pucheros.

Y la entiendo, son más de 150 invitados, marcar todo eso en un día, sin compañía, es como ir a la guerra sin protección.

-Vale, prometo llegar a tiempo para ayudarte con algo más de la mitad... Mira que aún falta organizar la despedida de soltera.

-No te preocupes, yo puedo organizarla.

-¡No!- se sobresalta por mi grito- no te preocupes, tú. Yo lo hago.

-¿Qué tiene de malo que la organice yo?- refunfuña.

-Nada... Solo que eres un poco aguafiestas- digo tratando de esquivar su mirada.

-¡No soy aguafiestas!- chilla.

Quiero que mi despedida de soltera sea inolvidable, para ello, iremos a Bruselas... Quizás, solo si las chicas quieren, iremos a Ibiza, me da miedo ir allá, cuando uno está con amigas todo puede salir mal.

-Eres aguafiestas- dice Matt bajando las escaleras, en solo pantalón corto y con el cabello mojado, se ve tan sexy que me dan ganas de tirarme sobre él y comerlo a besos.

-No lo soy- dice.

-Lo eres- Matt se sienta a mi lado- cariño, tenemos planeado con los chicos, ir  a Liverpool y luego a Escocia...- me susurra- Samuel, se quedará unos dos días acá, ¿No hay problema?- mira con disimulo a Martina.

- Hablaré con ella.

Seguro, en cuanto Samuel llegue, Martina se irá de la casa. No puedo decirle. Las cosas no terminaron muy bien que digamos, no se odian pero si fue bastante incómodo. Yo aún hablo con Samuel y toda la cosa, pero evito que Martina se entere, le dió bastante duro que Samuel se fuera. No la culpo, más que novios, eran mejores amigos.

-Los dejaré solos, no quiero deprimirme con ustedes y su amor-se pone de pie y se marcha.

¿Y si escuchó algo?

No tan perfecto (TP#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora