capíтυlo 4: nocнe eѕтrellada.
Keith aún no podía creer que había dejado a un desconocido durmiendo en el techo de la cabaña de sus padres, aún seguía siendo un sospechoso, que esperaría hasta que baje su guardia al estar dormido, para poder robarle, por eso para prevenirlo, cerró la ventana de su cuarto y puerta principal con candados para dormir seguro, esa caminata aunque le pareció rápida, habían sido horas, o eso pensaba él. Sacudió el polvo del viejo colchón, apagó la linterna de aceite que traía consigo y se cubrió con una ligera manta debido a que estaban en verano, y la humedad del bosque no ayudaba, y su primera noche en la cabaña no fue fácil, a la hora de conciliar el sueño fuera de su cómoda y mullida cama en el castillo, estaba inquieto, intentó dando vueltas sobre le colchón, mirando el techo y contando ovejas, pero lo único que pudo mantuvo apacible hasta caer dormido, fue el espectáculo estrellas que podía ver a través su ventana.
El desafortunado chico intentaba acomodarse en el frío techo, era afortunado, Keith le entregó varias cobijas para poder cubrirse de la fría brisa nocturna, acomodado y cubierto, quedó asombrado al ver el cielo nocturno, era realmente hermoso, con una oscuridad infinita y montones de estrellas adornando esa oscuridad con su brillo. Pocas veces en su vida se detuvo a observar el cielo nocturno, siendo en su mayoría de niño, esto le traía recuerdos nostálgicos de como en su infancia deseaba saber si había un algo o alguien fuera de la tierra, una duda que fue dejando atrás a través del tiempo, pero algo que debía reconocer, es que los ojos de ese chico que tanto llamo su atención no eran algo normal, hasta los ojos rosados de Allura eran más comunes que los de Keith, después de todo, no había visto unos tan hermosos, tan oscuros como la noche, con una mirada tan fría que te hiela la sangre y podían a su vez brillar como las mismísimas estrellas, y emanar una extraña calidez, Keith le parecía un chico de otro mundo.
A la mañana siguiente suaves rayos que se filtraban por la ventana interrumpieron el sueño de Keith, el cual ya se encontraba estirandose y bostezando para quitarse la pereza, mientras que el chico en el tejado no podría estar mejor, ya que con los recientes rayos del sol le brindan más calor aun, haciendo que sus ganas de levantarse fueran nulas, pero esto Keith no se lo permitiría.
Sabiendo de la posición de Lance, tomó la escoba polvorienta que en encontró en el piso, y con el palo de esta empezó a golpear insistente el techo, alertandolo y haciendo que este resbalara del techo, escuchándose como sus uñas enterradas en el tejado, desgarraban la madera hasta llegar al final de este, donde quedo colgando, dando un divertido espectáculo al otro lado de la ventana.
Con rapidez quito el candado y abrió la ventana dejando entrar una refrescante brisa mañanera y un jadeante intruso con la mano en el pecho y hecho bolita por casi encontrase con otra dolorosa caida a la hora de despertar.
–Tú, señor, eres malvado –entre jadeos pronunció con algo de desprecio en su tono.
Restandole importancia, se encogió de hombros y giro sobre sus talones para ir escaleras abajo en dirección a la cocina, después de un tiempo de recuperación, Lance lo siguió, encontrando sobre la mesa dos trozos de pan, uno a medio comer y dos tazas, una con café, y otra vacía. Suponiendo que ese era su desayuno, se sentó en la misma silla que el día anterior, observando con terror aquéllas marcas hechas el día anterior, ahora con poco apetito, se dispuso a degustar de su desayuno, que no dudaría que estuviese envenenado.
Al terminar, con trastes en mano salió a limpiarlos en el riachuelo, buscando con la mirada al ahora desaparecido príncipe, viendo como de la maleza salia un cuerpo sucio y lleno de lodo, con un mapache muerto en mano y una sonrisa de victoria y un ceño fruncido.
–Esta mañana escuche a este animal rasgando en la puerta y pensé que sería un buen trofeo –habló antes que le preguntara.
–Pero ahora estas hecho un desastre, ve a bañarte que no quiero que me encargues de limpiar el lodo que dejes en el piso –regañó el castaño.
–Esta bien, pero no quiero que toques a mi trofeo.
–Como si me interesara tocar a ese sucio animal.
Keith le dedicó una mirada desafiante antes de dejar al animal en el suelo y entrar a la casa para sacar el bolso que desde el día anterior estaba en el suelo, marchándose con camino de huellas de lodo en el suelo.
Lance suponiendo lo que sucedería, entró a la cabaña y buscó una cuerda la cual, al encontrarla, la amarró entre dos árboles haciendo un tendero improvisado.
También tomo del cuarto de arriba la escoba causante de su infarto mañanero y barrio la tierra y polvo del suelo sacando el lodo seco que dejó el descuidado de Keith, sintiéndose como una ama de casa, otra vez, limpiando los desastres de los demás.
Al regresar, Keith estaba vestido con ropa más normal que su capa azul oscura y pantalones negros y grandes botas, ahora usaba, chanclas, como les decía la madre de Lance, y ropa más ligera y refrescante, y en su mano ropa humeda que a su vez lavó, y no dudo en tenderla en aquel improvisado tendedero.
Lance al verlo solto un largo suspiro, lo jaló a sentarse en una silla y quito su bolso colgando de su hombro dejándolo con la misma nula delicadeza de contrario y arrebató la toalla que se encontraba en su mano, empezando a secarle el cabello ya que este despreocupado lo tenia tan húmedo que gotas caían desde el cuello hasta pasar bajo la camisa hacia pecho y esplada de este.
–No pensé que al salir de casa, tendría que cuidar de un niño nuevamente –comentó sarcastico ante los quejidos por la fuerza que estaba ejerciendo al secarle el cabello.
–Eres joven, no me digas que... –Keith lo detuvo de su labor para voltear a verlo con una mirada sería y decepcionada.
–No, no es nada de lo que piensas, me refiero a mis hermanos menores, y sobre todo mis montones de primos ellos bastante revoltosos y volvían de jugar de la misma manera que tu lo hiciste, exceptuando por el mapache –le sonrió amable al ver como su gesto decepcionado se relajó a uno neutro.
–¿Tú tienes hermanos? –preguntó curioso volviéndose a acomodar en su silla, sintiendo la toalla recorriendo sus cabellos nuevamente.
–Sí, ademas de que mis tíos viven con nosotros, y para mi son como hermanos mis primos –habló alegre teniendo pequeños recursos de esa casa que todos compartían– ¿y tú, Keith?, ¿tienes hermanos?
–No, soy hijo único, pero a Shiro lo concidero como uno.
Siguieron charlando de cosas triviales, como el hecho de que Lance mencionó los incontables nombres de sus hermanos y primos, y Keith hablando como Texas era verdaderamente en nombre del viejo caballo de su padre, y que se encontraba en un establo que parecía otra habitación del castillo.
–¿Qué haces? –interrumpió la interesante historia de como Lance espanto al novio de una de sus hermanas.
Después de todo esa larga conversación hizo que sus sentidos solo se dirigieran a estas, haciendo que inconscientemente sus manos se movieran solas y al momento de terminar de secarle el cabello, empezó a realizarle una trenza que recogía la mitad de su pelo, de forma horizontal.
–¿No te he dicho que tu cabello es feo? –Habló el castaño evitando su vergüenza.
–¿Disculpa?
–Lo que oíste, tus greñas son molestas, parecen las de una chica, por eso te confundí con una, y ahora te estoy haciendo una trenza, para que no te moleste todo ese pelo en la cara. -terminó la trenza que no pudo dejar a medio hacer por lo bien que le estaba quedando.
–Yo nunca te pedí que me hicieras una –lo encaró con una leve molestia.
–Tampoco me pediste que te secara el pelo, y no te quejaste.
–Eres un idiota, Lance –se levantó molesto y se dirigió al piso de arriba azotando la puerta de su cuarto.
Lance ya ha vívido con bastantes adolescentes para saber que tenía que hacer.
Lo dejó hasta aquí por que quedó largo, denada :3.
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¡No Soy Una Princesa! - Klance
HumorHace mucho tiempo atrás nació el príncipe heredero del reino de la familia real Kogane, un reino prospero y lleno de diversidad sin prejuicios Al príncipe no le agrada la idea de pasar su vida sentado en un trono, así que el príncipe de nombre Keith...