capíтυlo 19: ¿ѕecυeѕтro?
Keith regresó hasta el camino que conocía y empezó a ir por este, iba a paso lento, estaba agotado de todo lo que pasó durante el día, pero tenía que sacar fuerzas para poder llegar a la cabaña.
De una patada la puerta fue abierta, Keith llevó a Lance escaleras arriba y lo dejó sobre su cama, cayó de rodillas al suelo recuperando el aliento, minutos después, con las piernas entumecidas se levantó y se recostó al lado del ahora dormido Lance, lo sabía por cómo roncaba, un fuerte dolor de cabeza se hizo presente al momento de acostarse, casi se vuelve a levantar pero el brazo de Lance rodeándolo no lo dejo, Keith cerró sus ojos y se dejó llevar por la calidez que Lance le daba.
Unos picoteos en su espalda lo despertaron, marmora se subió sobre la cama y lo despertó para ser alimentada, Keith se removió intentando zafarse del abrazo de Lance, ahora tenía su brazo bajo su cabeza usandolo como almohada, el otro brazo pasaba bajo el suyo llegando a su espalda, y no podía faltar su cola, rodeando su cintura con suavidad.
Primero apartó la cola, y empujó su pecho pero no tenía forma de soltarse de su abrazo. Rendido decidió contemplarlo un poco, tenía la boca abierta y de esta salía un hilo de saliva, que en vez de darle asco, le dio gracia. Pasó su mano por sus cabellos de igual manera que en el bar y recibe ronroneos al llegar sus suaves y levemente esponjosas orejas.
Nunca pensó sentir lo mismo que Krolia sentia por su padre, en su mente siempre sería un aventurero príncipe solitario, pero ahí estaba, sonriendo como tonto al ver como a Lance le caía la baba, suspiró sus planes planes dieron un giro de 360º, y todo por una gran casualidad.
–Lance –llamó a su nombre con suavidad– Lance despierta -acarició su mejilla con sus mejillas rojizas.
–¿Keith? –murmuró confuso apenas despertó, siendo el príncipe lo que primero vio.
Parpadeo varias veces intentando adaptar su vista a la suave luz mañanera, pocos segundos después tomó conciencia, estaba en la cama de Keith abrazándolo como un peluche, con baba seca por su mejilla, y los brillantes ojos mirándolo levemente sonrojado. Lance se sonrojó fuertemente soltó a Keith de su agarre, y retrocedió, tanto que cayó de la cama, haciendo saltar a la gallina del impacto en el suelo.
Keith suspiró, se levantó, tomó a la gallina entre sus brazos y bajó con ella a la cocina a alimentarla, y también ocultar su vergüenza de verlo sonrojado. Lance se levantó del suelo, sintiéndose aliviado al no encontrar a Keith, palmeó su cara con un poco de fuerza, no podía ser tan evidente. Bajó las escaleras y se asomó, encontró a Keith rompiendo uno de los huevos de la gallina, intentando cocinarlo, pero sin fuego no era posible.
Lance se acercó a Keith y evitó que rompiera otro huevo, sacó los restos de cáscara que quedaron, tomó la sartén y la dejó sobre la estufa, salió fuera de la cabaña, seguido por un curioso Keith. Lance tomó unas ramas del suelo y sobre los restos de la fogata, llevó una rama con fuego dentro, y con esta encendió la estufa.
–Lance dime la verdad –dijo Keith serio.
–¿Verdad? –Lance apartó la mirada confundido de la sartén.
–Sí, se tu secreto, aunque no es tan secreto, eres muy evidente.
Las mejillas de Lance enrojecieron, soltó la sartén y apartó la mirada.
–Pense que tendria que decirtelo, pero al parecer me descubriste –sonrió avergonzado– espero que no estés molesto conmigo por no decirte antes así que tengo que decírtelo... –conectó su mirada con Keith nuevamente.
– No tienes que decirlo, ni preocuparte por eso –tomó su mano libre y las mejillas de ambos enrojecieron, las de Lance más– Tú...–lo miró directamente a los ojos– ...eres un mago de fuego –sus ojos brillaron de la emoción.
Lance bajó la cabeza y empezó a reír con ganas, Keith frunció el ceño y soltó su mano, se agachó ligeramente.
–Espera... ¿Lance, estas llorando?
–No, solo se me entró una basurita al ojo –se limpió con el antebrazo.
–Esta bien... –no le creyó– Lance... fuego... –retrocedió.
–No Keith, no soy un mago de fuego. –frunció el ceño.
–Lance... ¡Fuego! –señaló alarmado.
Lance volteó la cabeza lentamente, se encontró con su capa prendida en fuego. Lance gritó alarmado, corrió fuera de la cabaña y empezó a dar vueltas sobre el riachuelo que pasa frente a la cabaña. Keith empezó a reír, era muy cómico verlo retorcerse en el suelo como gusano.
–Definitivamente no eres un mago de fuego –molestó Keith acuclillandose a su lado– ¿estás llorando otra vez?
– Sí –admitió Lance moqueando– tuve miedo.
Keith rió, parecía un pequeño niño asustado, se puso de rodillas y con sonrojadas mejillas lo abrazó. Lance dejo de moquear y correspondió al abrazo, se acercó para poder olerlo, olía a tierra y barro, justo como él.
–Keith –se separó del abrazo y sonrió– ¿qué tal si vamos a nadar?
Keith lo pensó, a los segundos respondió con un alegre asentimiento. Lance entró a la cabaña y sacó ropa de cambio, y empezó una carrera con Keith para ver quién llegaba primero, el fuego de la estufa afortunadamente se apagó, pero el huevo quemado no se salvó.
/.../
Caballeros del reino estaban haciendo un un patrullaje por el pueblo, todo iba normal, ningún problema hasta que encontraron un un tumulto de personas rodeando algo, los caballeros se abrieron camino entre la multitud, y encontraron tres personas en el piso, sangrando y golpeados.
–¿Qué ha pasado? –preguntó uno de los caballeros.
–El príncipe... –uno de los secuaces habló.
–¡El príncipe fue secuestrado! –exclamó el líder– ¡intentamos salvarlo, pero el secuestrador nos golpeó y escapó con el príncipe!
La multitud mostró sorpresa, empezaron a murmurar, algunos hombres se desmayaron por la sorpresa, los caballeros también murmuraron entre ellos.
–¿Por donde se fue?
Los maleantes se quedaron callados, estuvieron inconscientes en el momento que se fueron.
–¡Por el bosque, por allá! –señaló uno de los secuaces que desafortunadamente los alcanzó a ver.
–Vamos –el líder de los caballeros, elfo de piel morada anunció– yo, Lotor traeré al príncipe de vuelta.
Odio a Lotor xd.
Tiempo sin publicar lo sé, pero el Klancetober desvió toda mi atención, ya he terminado ese libro, solo le estoy agregando unos extras, y ahora podré centrarme en terminar este libro, sí, el final está cerca, agradezco todo el apoyo que le han dado a mis proyectos de este hermoso shipp <3. En unos días publicare la siguiente parte, como agradecimiento y disculpa por aguantar mi tardanza :3.
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¡No Soy Una Princesa! - Klance
HumorHace mucho tiempo atrás nació el príncipe heredero del reino de la familia real Kogane, un reino prospero y lleno de diversidad sin prejuicios Al príncipe no le agrada la idea de pasar su vida sentado en un trono, así que el príncipe de nombre Keith...