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capíтυlo 28: intentando arreglar las cosas.

–Creo que irte de esa manera, no fue una gran idea –comentó Acxa, estaba se sentía perdida al estarse adentrando al bosque, solo podía seguir a Keith, ser completamente ignorada por un molesto Keith.

–No te alejes de mí, hay bestias salvajes por este bosque, yo te protegeré –Lotor caminaba por delante de Acxa, aparentando protegerla.

–Keith, escúchame –Acxa la seguía llamando–, dejamos a Lance encerrado solo, puede que haya robado algo, sí, pero no escuchamos su versión, puede que todo haya sido un gran malentendido.

El príncipe solo aceleró el paso, haciendo a sus amigos correr tras de él para que no se perdieran. Apenas llegaron a la cabaña, Keith subió corriendo por las escaleras. Desde el piso de abajo se escuchaba todo el desastre que se estaba haciendo en el segundo piso, subieron las escaleras con miedo y quedaron perplejos ante todo lo que había sobre la cama, Acxa tuvo que dejar el huevo a un lado por la impresión, la gallina que iba pasando por ahí subió sobre el huevo.

–Lo sabía, no debí confiar en nadie –murmuraba para sí mismo Keith, molesto mientras esculcaba entre cajones.

Sobre la cama yacían cosas valiosas, gemas, joyas y otras cosas que parecen ridiculeces.

–¿Qué haces con una estaca entre tus cosas? –preguntó Acxa.

–Puedo necesitar algún tipo de defensa contra vampiros –respondió Keith de manera mecánica.

–Una estaca... ¿de oro? –preguntó Lotor uniéndose a la confusión.

–¿Un vampiro exigente? –respondió el príncipe sin darle importancia–, ¡no está por ningún lado! –terminó lanzando uno de los cajones al piso con exasperación.

–¿Qué buscas tanto? –Lotor se alejó con miedo.

–Mi corona, no esta por ninguna parte –Keith se acarició la cien intentando calmar sus nervios.

–¿No es esta? –Acxa tomó de la mesa de noche dicho objeto que tanto buscaba.

El príncipe soltó un suspiro de alivio, tomó la corona entre sus manos y la inspeccionó, estaba intacta; cayó sobre el colchón, cerró los ojos y puso la corona contra su pecho.

–No sé quien lo hizo mal esta vez, el por ocultarme algo como eso, o yo por dejarlo atrás.

–Los dos lo hicieron terrible –Lotor jugaba con el desastre de Keith.

–Descansa un poco y después iremos por Lance, ¿te parece? –propuso Acxa.

Keith asintió y se removió hasta quedar acostado de lado, cerró los ojos y empezó a dormir.

...

De esa pequeña bolsita seguían saliendo más y más objetos, de valor y algunos un poco cuestionables.

–¿Qué hace un sofá aquí? –preguntó Matt ojeando dentro de la bolsa.

Lance no respondió, solo seguía en la misma posición en la que estaba hace una hora, con aquel retrato arrugado en el bolsillo.

–¿Estas bien? –preguntó N-7 a Lance, pero este solo se removió hasta darles la espalda.

–Tenemos que sacarlo de aquí, nuestro presupuesto está demasiado mal para alimentar una boca más, llévalo a la celda externa –Matt dijo con algo de lastima.

–Por favor y ven conmigo –N-7 abrió la celda.

Lance obedeció y la siguió hasta el exterior de edificio, donde había un tipo de jaula, N-7 abrió la puerta, Lance entró y se sentó en el suelo enrollándose en sí mismo. N-7 escribió algo en una hoja, después la pegó a un lado de la jaula y se retiró. En aquel papel decía "Su nombre es Lance, es un gato que busca familia", Lance se sentiría ridiculizado, pero en ese momento, poco le importaba, vio como Keith dolido se iba y lo dejaba sin poder darle explicación alguna, había perdido su confianza; sus ojos volvieron a humedecerse y empezó a sorber de su nariz.

¡No Soy Una Princesa! - KlanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora