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Narradora

-___, hija ya llegué!.-gritó el padre de ___ al entrar a su casa.

-Padre!- dijo ella emocionada- tardaste mucho.

-Perdón mi niña, sabes que debo trabajar.

-Lo sé padre, aunque nunca me has dicho cuál es tu trabajo- dijo ___ dudosa.

Su padre se quedó en silencio y sus ojos se aguaron -es mejor que no lo sepas hijita-.

___ era una niña muy madura, ya tenía 18 años y ella sabía que algo andaba mal en el trabajo de su padre. Ella sabía que su padre no hacía cosas buenas, pero jamás preguntó por miedo a la respuesta que éste le daría.

(...)

POV ___

-Señorita Kim, ya está listo el desayuno.

-Gracias Flore, en seguida bajo.

Florentina era más que una empleada para mí, para mi ella era como mi segunda madre, desde que tengo memoria ella me cuida y me protege, es como la madre que nunca tuve, mi madre murió al darme a luz, y quedé a cargo de mi padre, el me quiere mucho y siempre me cuida, lo único malo es que casi no me deja salir, y menos con él, dice que es peligroso y eso me aturde, me pone mal saber que algún día llegaran a hacerle daño.

Entré en la ducha, hoy entraría a la Universidad, y estaba más que nerviosa, no sabía si podría hacer amigos o silos profesores iban a ser buenos, en fin, no me quedaba más que pensar positivo. Salí de la ducha y me puse un pantalón blanco, con una blusa a rayas y un largo suéter gris.

(idea)

Me maquillé un poco y bajé a desayunar

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Me maquillé un poco y bajé a desayunar.

-Buenos días mi niña- dijo Flore con una amplia sonrisa estampada en su cara.

-Hola Flore, ¿está papá?

-Me temo que no, salió muy temprano en la mañana, dijo que te deseaba suerte en tu primer día de clases.

-Oh, gracias- me ponía mal en serio que papá casi no estuviera en casa, sentía un aturdimiento horrible, y algo me decía que papá estaba en peligro.

Decidí dejar esos pensamientos a un lado y terminar de desayunar, cepillé mis dientes y salí rápido de mi casa, no quería llegar tarde en mi primer día de clases, subí a la camioneta y el chofér me llevo hasta la Universidad.

-Llegamos señorita Kim.

-Gracias.

Bajé de la camioneta y me dispuse a entrar a la Universidad, era inmensa, y yo tenía miedo de perderme, entré por fin y caminé hacia enfrente, solo sentí como alguien me empujó y caí al suelo- Maldición- susurré. Alguien me tendió la mano, alcé la vista y vi a un chico aproximadamente de unos dos años mayor que yo, era alto, de tez blanca, tenía unos hermosos ojos color avellana y una sonrisa cuadrada para morirse. Tomé su mano y me ayudó a levantarme.

Bajo el mismo techo. (Jimin X Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora