III. Replay

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"Cuando se trata de fantasías, mi mente es un lugar desconcertante

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"Cuando se trata de fantasías, mi mente es un lugar desconcertante."

-República Mutante, Jaime Alfonso Sandoval-

El tráfico abundante en Nueva York se encargó de perturbar la tranquilidad de mi sueño, abrí los ojos con un poco de recelo antes de observar un tanto desorientada lo que reconocí como mi habitación, estiré los brazos los cuales me dolían como si hubiese estado realizando algún tipo de ejercicio, aun en mi propia confusión logré levantarme de la cama. Seguí el ruido que provenía de la cocina sólo para encontrarme a Lucy ocupada haciendo el desayuno o más bien tratando de exprimir unas cuantas naranjas para un poco de jugo.

—Hola Kyles —saludó sosteniendo entre sus manos una de las naranjas—, el café está listo si deseas servirte un poco.

Miré con recelo la pequeña cafetera expulsando vapor, una taza de café no me sentaría mal, sin embargo debía descartar la idea de la cafeína en mi sistema debido al dolor en mi cabeza.

—Mi cabeza va a matarme —susurré pesarosa.

—Debí suponerlo —respondió antes de caminar a la gaveta tras de ella y esculcar un par de segundos, antes de ofrecerme un frasco color ámbar lleno de pequeñas píldoras—, toma una aspirina.

Sin dudarlo tomé el frasco entre mis manos extrayendo de su interior una de las píldoras para proceder a colocarla en mi boca, Lucy me ofreció un pequeño vaso lleno de jugo, apenas y había colocado el borde de este en mi boca, un poco de jugo resbaló a través de mis comisuras, el sabor me resultó repugnante y fruncí el ceño con disgusto colocando el vaso nuevamente en la isla de la cocina.

—Así que... —Lucy no había dejado su labor, ahora rebanaba un par de pimientos—. ¿Te divertiste anoche? —Inquirió vertiendo en un bol los pimientos y algo que pude identificar como tocino.

—¿Anoche? —La miré confundida. Sólo hasta ese momento fui consciente de un importante hecho, por alguna extraña razón todo lo que pasó después de que salí de la biblioteca se había esfumado de mi mente.

Lucy esperaba por una respuesta, una que no podía proporcionar, cada vez que intentaba recordar cómo había llegado aquí y más aún lo que sea que estuviese haciendo la noche anterior, mi cabeza punzaba con dolor.

—Nick intentó llamarte un par de veces, pero nunca respondiste. —Observé como Lucy batía un par huevos con aquella combinación extraña de tocino y pimientos verdes—. Olvídalo —se encogió de hombros tras el sartén.

—Lamento no ser de ayuda, creo que mejor me daré una ducha.

—No vas a salvarte, tienes que desayunar.

—Después.

Y con eso di por terminada la charla, cerré la puerta de mi habitación omitiendo el seguro, busqué entre mis cajones la ropa que usaría el día de hoy, no prestando demasiada atención en las prendas que caían sobre mi cama sin tender, cuando todo estuvo listo tomé mi bata de baño y abrí las llaves a ambos lados de la bañera, para poder desnudarme.

Lost Boys: Vampires Will Never Hurt YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora